Mundo de Homero
Mundo de Homero
Homero, quien para los griegos era el padre de la Geografía, mostraba un mundo circular rodeado por un solo océano gigantesco, en la famosísima descripción del escudo de Aquiles.
Conocer un territorio es dibujarlo, representarlo, traducirlo a unas coordenadas precisas. Conocer el mundo es definir sus límites. En la representación cartográfica se aúna el trazado escueto de caminos, ríos y ciudades, con la visión ideológica y la concepción del universo.
En la Antigüedad, en la narración de Homero (700 a.C.), el Océano marca los límites de las tierras conocidas, concebidas como un disco circular con Grecia en su centro, y es también el mar el que desdibuja los contornos de los reinos y ciudades míticas.
Pero los caminos del mar están abiertos, y fenicios y griegos transforman la vaguedad y la bruma de los primeros mapas en puertos florecientes, dársenas bañadas por el sol y ciudades a la medida del hombre.
Mapa del mundo según las narraciones de Homero. Fuente: https://commons.wikimedia.org/
Existen varias interpretaciones o reconstrucciones, según autor y época, algunas de ellas son:
Nuzi
Nuzi
El mapa cartográfico más antiguo de la historia (2300 AC)
Nuzi: Entidad subnacional
Coordenadas: 35°18′09″N 44°14′51″E
Entidad: Ciudad y Yacimiento arqueológico
Situación de Nuzi.
Nuzi (o Nuzu; en acadio: Gasur; hoy, Yorghan Tepe) era una ciudad de Mesopotamia situada al sudoeste de Kirkuk en el actual Irak, cerca del río Tigris.
Historia
Primeros años
Las primeras menciones de esta ciudad, se encuentran en textos cuneiformes provenientes de Mesopotamia, correspondientes al período Acadio. En estas inscripciones, es mencionada como Gasur (Ga Sur).
Dominio hurrita-mitanio
En 1500 a. C., fue ocupada por los hurritas, quienes le dieron a la ciudad el nombre de Nuzu, de donde deriva el término Nuzi. Desde el siglo XV a. C., y hasta 1350 a. C. aproximadamente, pasó al dominio del reino hurrita de Mitani, constituyendo el punto extremo este y límite sudoriental del reino.
Dominación asiria
Hacia 1365 a. C., con el comienzo del reinado de Ashur-uballit I, Asiria ve el comienzo de la llamada expansión Mesoasiria, que comienza cuando esta se libera de la dominación de sus vecinos, los mitanios. Tras la caída del Imperio Mitanita ante las fuerzas del ejército asirio, Nuzi, pasa al dominio de Asiria.
Historia arqueológica
Ofrenda de terracota en forma de casa. Harvard Museum of the Ancient Near East, Cambridge (Massachusetts).
Esquema explicativo, en francés, del Mapa de Nuzi, el mapa geográfico más antiguo conocido. Sobre tablilla de arcilla sumeria (c. 2500 a. C.). Harvard Museum of the Ancient Near East.
El yacimiento consta de un tell de múltiples períodos de tamaño medio y dos pequeños montículos de un único período.
Las excavaciones llevadas a cabo en 1920 desenterraron no solo la ciudad, sino también millares de tablillas escritas en cuneiforme. Son alrededor de 5000 tablillas, muchas de ellas, de tipo legal y comercial, y aproximadamente una cuarta parte se refieren a transacciones comerciales de una sola familia.1 La gran mayoría de estos hallazgos son del período hurrita durante el II milenio a. C. y el resto se remonta a la fundación de la ciudad durante el Imperio acadio. Un archivo contemporáneo al archivo hurrita en Nuzi ha sido excavado en el ‘Palacio Verde’ en el sitio de Tell al-Fajar, 35 kilómetros al suroeste de Nuzi.2
Esto dio una luz inestimable a los investigadores en cuanto a las actividades legales, comerciales y militares de la ciudad. También ayudó a comprender la cultura del Antiguo Oriente Próximo, incluyendo versiones primitivas de las historias de personajes bíblicos como Labán o Jacob.
Se encontraron múltiples objetos de la Edad del Bronce Final y se identificó por primera vez un tipo de cerámica común en el norte de Mesopotamia durante el período del reino de Mitanni, la denominada “cerámica de Nuzi”, caracterizada por una decoración pintada en blanco sobre un fondo oscuro.3 Los motivos suelen ser geométricos (triángulos, bandas), curvilíneos (rosetas, volutas) o florales. También se han encontrado objetos que muestran el desarrollo de la técnica de vidriado-esmaltado, marcando el inicio de la producción de objetos de vidrio: ladrillos esmaltados, fritas, ‘fayenzas‘ (de vidrio coloreado). Y otros objetos como armas de metal, estatuillas de terracota y representaciones de edificios.
Quizás el objeto más famoso encontrado hasta el momento es el mapa de Nuzi, considerado el mapa descubierto más antiguo conocido.
De: http://tochoocho.blogspot.com/2012/01/el-mapa-cartografico-mas-antiguo-de-la.html
En 1931, cerca de la ciudad de Kirkuk, en el norte de Iraq, se halló el que por ahora es el mapa más antiguo de la historia, trazado sobre una tablilla de barro, fechado entre el 2500 y el 2300 aC (Semitic Museum, Harvard University, Cambridge, Mass., SMN 4172).
Aunque no se ha identificado con precisión el lugar, todo apunta a que representa un territorio concreto cerca de la ciudad de Gasur, más tarde conocida como Nuzi.
La tablilla muestra varios brazos de un río o varios canales. Circulan por un valle entre montañas (lo que asegura que la zona cartografiada pertenece al norte, y no al sur de Mesopotamia). Indica varias poblaciones; los nombres son de difícil o imposible lectura, salvo el que se halla en un círculo en el margen inferior izquierdo, donde se logra leer (los signos mas2 -en forma de cruz: borde, límite-, dur -asentamiento- e ibla -cinturón, defensa-, se reconocen): Mashkan-dur-ibla, una población no hallada hasta ahora; quizá un bastión o una plaza fuerte.
En el centro de la tablilla se indica una superficie: 20 bur, 1 eshe, unas quince hectáreas, y el nombre del propietario: Azala.
El mapa está orientado: se indican, como era habitual en la planimetría mesopotámica, los nombres de los vientos del este (en la parte superior izquierda), oeste (abajo) y norte (izquierda). El nombre del viento sureño está borrado.
Es probable que el curso se dirigiera del norte al sureste. No se sabe si se trata de un río con afluentes, canales, o un conjunto de afluentes de un río mayor no dibujado por estar fuera del marco.
Las montañas se representan mediante una franja compuesta por un mosaico de pequeñas semi-circunferencias (o parábolas).
Se descubre que en el tercer milenio no se distinguía entre representación naturalista y esquemática o sígnica, como tampoco se distinguía entre planta y alzado en algunas ocasiones: se trata de un mapa, por tanto de una proyección ortogonal. Los cursos fluviales están plasmados horizontalmente, y se reconocen bien las convenciones gráficas que permiten distinguir ríos y caminos. Sin embargo, el tipo de convención para representar una cadena montañosa era la misma en un relieve en un sello-cilindro (una representación de frente o en alzado) y en un relieve esculpido (es decir, en una representación que hoy cualificaríamos de “artística”): en los tres casos, las montañas son representadas mediante una convención gráfica.
Pero salvo esta ambigüedad, todos los elementos de una representación cartográfica precisa utilizados aún hoy ya están presentes: un mapa tiene que estar orientado, y se tienen que emplear unos códigos para distinguir los distintos hitos naturales. La línea o el contorno es el elemento gráfico principal, y todas las formas se representan en proyección, casi siempre horizontal.
Mapa estelar sumerio
La Tabla SUMERIA de hace 5000 mil años resulta ser un Mapa Estelar
En Nínive, capital de la antigua asiria, lo que hoy es Irak, se halló hace unos 150 años, una tablilla circular hecha de arcilla de 140 mm de diámetro. La tablilla muestra los dibujos de constelaciones y pictogramas basados en texto conocido como escritura cuneiforme, que fue utilizado por los sumerios, la primera civilización conocida en el mundo.
Inicialmente se pensaba que era una tableta asiria, pero un análisis informático ha emparejado con el cielo por encima de Mesopotamia en el año 3300 aC.
LA TABLA SUMERIA de hace 5000 MIL AÑOS resulta ser un Mapa Estelar de la Antigua Nínive, 3300 AC Tableta Circular de piedra de fundición, de 140 mm de diámetro (aproximadamente 5.5 pulgadas), pálido ocre terracota, con el negro de madera soporte de exhibición del museo y la descripción de pergamino. Reproducción de un arcaico mapa estelar o” planisferio” sumerio recuperado del 650 aC, de la biblioteca subterránea del rey Asurbanipal en Nínive, Iraq en el siglo XIX. Inicialmente se pensaba que era una tableta asiria, pero un análisis informático ha emparejado con el cielo por encima de Mesopotamia en el año 3300 AC y demuestra que es de origen sumerio mucho más antiguo.
La tableta es un “Astrolabio”, el instrumento astronómico más antiguo conocido. Se trata de un mapa de las estrellas segmentado, en forma de disco con las unidades marcadas de medida del ángulo inscrito sobre la llanta.
Desafortunadamente partes considerables del planisferio de esta tableta faltan (aproximadamente 40 %), el daño que data del saqueo de Nínive. El reverso de la tableta no está inscrito. Aún está en estudio por los eruditos modernos, el planisferio proporciona pruebas extraordinarias para la existencia de la astronomía sumeria. Las líneas que irradian desde el centro definen ocho sectores estelares de 45 grados cada uno. Figuras de estrellas se encuentran en seis de estos sectores.
Figuras de estrellas se encuentran en seis de estos sectores. “Los nombres de Dios” se utilizan para indicar Orión y la Vía Láctea, además de los nombres de las estrellas/constelaciones sumerios conocidos. Los ocho sectores incluyen constelaciones representadas además de ser escrito, junto con los nombres de estrella y sus símbolos concomitantes. Las secciones intactas muestran texto cuneiforme de nombres particulares las estrellas y constelaciones, así como los puntos y diagramas, como flechas, triángulos, líneas de intersección y de una elipse, que comprenden dibujos esquemáticos de seis estrellas y constelaciones. Las constelaciones representadas en cada sector se dibujan como puntos que representan estrellas, conectados por líneas. Figuras de las constelaciones son identificables en los seis sectores en buen estado.
Las estrellas y las constelaciones que se muestran son identificados como: (1) Piscis (2) no se identifica (3) Sirius (Flecha) (4) Pegaso y Andrómeda Campo y Plough) (5) no se identifica (6) Pleiades (7) Géminis (8) Hydra, Corvus y Virgo. Así, el mapa de las estrellas circular divide el cielo nocturno en ocho sectores e ilustra las constelaciones más prominentes y su dirección de movimiento. En 2008 dos autores, Alan Bond y Mark Hempsell publicó un libro sobre la tableta llamada “Un Observación Sumeria del evento de impacto los Köfels.” El aumento de una tormenta en los círculos arqueológicos, volvieron a traducir el texto cuneiforme y afirman la tableta registra un impacto de asteroide antiguo, Impacto de los KFELS‘, que golpeó Austria algún momento alrededor de 3100 AC.
“Los nombres de Dios” se utilizan para indicar Orión y la Vía Láctea, además de los nombres de las estrellas y constelaciones sumerios conocidos. Los ocho sectores incluyen constelaciones representadas además de ser escrito, junto con los nombres de estrella y sus símbolos concomitantes.
Las secciones intactas muestran texto cuneiforme de nombres particulares las estrellas y constelaciones, así como los puntos y diagramas, como flechas, triángulos, líneas de intersección y de una elipse, que comprenden dibujos esquemáticos de seis estrellas y constelaciones. Las constelaciones representadas en cada sector se dibujan como puntos que representan estrellas, conectados por líneas.
Durante décadas los científicos no han podido descifrar el contenido. En el 2008 dos científicos, Alan Bond y Mark Hempesell de la Universidad de Bristol, finalmente descifraron el código de caracteres cuneiformes. Mediante el uso de un programa de computadora que puede reconstruir el cielo de la noche de hace miles de años.
Los dos científicos fueron capaces de establecer que la tablilla es un bloc de notas de los astrónomos Sumerios y se refiere a los acontecimientos en el cielo antes del amanecer el 29 de junio de 3123 AC. Lo que hace sorprendente a este descubrimiento es que muestra a un gran objeto viajando a través de la constelación de piscis, lo que probablemente fue un asteroide que impacto en la Tierra.
Según la trayectoria este debió caer en la zona de Kofels, Austria, pero no hay señales de impacto, así que se presume que este se haya desintegrado al entrar en la atmósfera.
Se conserva también un planisferio posterior. Fue encontrado en Nínive, la capital asiria, y pertenece al reinado del rey Asurbanipal (668-626 a.C.).
El planisferio asirio es posterior (683 a.C.)
https://mysteriesrunsolved.com/es/2020/09/the-sumerian-planisphere-star-map.html
El objeto se encuentra en el Museo Británico y está catalogado como el artefacto No. K8538, y se trata efectivamente de un antiguo mapa estelar.
Murallas de Barcelona
Murallas de Barcelona
Trazado de los diversos recintos amurallados de Barcelona
Las murallas de Barcelona son, en esencia, dos conjuntos amurallados diferenciados correspondientes a épocas históricas diferentes. El primero, del siglo I aC, se reforzó hacia el siglo iii. En el otro, iniciado el siglo xiii, se distinguen dos partes que acabaron formando un todo, el segundo y el tercer recinto -o las segundas y las terceras murallas, abarcando el actual distrito de Ciutat Vella.
Visión general
En el momento de su fundación como Barcino bajo el imperio de Augusto, Barcelona fue dotada de un primer recinto amurallado que rodeaba completamente el reducido espacio urbano. Hacia el siglo III dC, esta muralla fue reforzada por una segunda cortina, adosada a la primera, que en duplicaba el grosor y la proveía de numerosas torres. Este trazado corresponde al que normalmente se denomina muralla romana de Barcelona.[1] En los siglos XIII a XV se fueron construyendo las murallas medievales de Barcelona, un nuevo y ampliado recinto amurallado que incluía dentro de su trazado los burgos, nombre que reciben los barrios exterior a una villa amurallada de la Edad Media, que habían ido creciendo fuera de los muros de Barcelona, especialmente a partir del siglo xi.[2] En el siglo XVI, la llegada de las armas de fuego y los conflictos de la época propiciaron una ola de reformas y mejoras de la muralla, si bien la fortificación que acabará constituyendo las murallas modernas de Barcelona no sustituyó la muralla medieval sino que se superpuso a los muros ya existentes, aunque completando el cierre de la línea marítima de amurallado, por lo que el trazado de la ciudad no se vio alterado. Se aumentó el grosor de los muros, se disminuyó la altura y uno de los elementos característicos de refuerzo fueron los baluartes, elementos defensivos con forma poligonal, que se situaban en las esquinas de los muros.[2] Este acoplamiento, y el hecho de que la construcción del conjunto se extendiera desde el siglo xiii hasta el siglo XVII, lleva a la denominación, usada frecuentemente, de muralla medieval y moderna de Barcelona.
En la conformación del recinto de Barcino se distinguen claramente una fase alto-imperial, también llamada “fundacional”, y una fase bajo-imperial.[1] La única variación del trazado de la muralla bajo-imperial respecto al del primer recinto consistió en una ampliación del sector SE para incluir en el perímetro urbano un edificio público de época flavia próximo a la línea de costa del momento.[3]
En cuanto las murallas de la época medieval, una primera fase de construcción se podría haber llevado a cabo en época de Jaume I, pasaría a lo largo de la rambla y tendría cinco portales, por lo que se la conoce como Muralla de Jaume I o Muralla de la Rambla.[2] Estudios más recientes indican que la existencia de estos portales no implica necesariamente que hubiera un recinto amurallado que los conectara. Durante bastante tiempo se había mantenido el modelo propuesto por Francesc Carreras Candi de tres recintos: la muralla romana, las murallas “dichos de Jaume I” y las murallas “dichos de Pedro III”.[4] De hecho, el segundo de estos recintos, que rodeaba la ciudad por el interior desde las Ramblas hasta lo que sería la Ciutadella, aunque haberse asociado con Jaime I, quien murió en 1276, debió su construcción a las órdenes dadas por Pedro II el Grande, en 1285, de una fortificación urgente de Barcelona.[5] Coincidiendo con la compleción de aquella obra, cuando el año 1357 Pedro III recurrió al Consejo de Ciento para que mejorara la defensa de la ciudad, también se llevó adelante el proyecto del “tercer recinto” que, partiendo del punto superior de las Ramblas, rodeaba el Raval hasta incluir las Atarazanas, con un punto significado en el Portal de San Antoni.[2]
Los siglos XVI Y XVII, ya en la época moderna, vieron como se completaba el frente marino y adaptaban las murallas a tiempo de armas de fuego modificando las dimensiones y construyendo los diversos baluartes.[2]
A finales del siglo XVIII, las murallas de la Rambla se empezaron a derribar para urbanizar definitivamente la calle y llevar a cabo el paseo que dará lugar a la actual Rambla. En el año 1854, bajo la consigna Abajo las murallas !!!, Se terminó de derribar el resto del recinto amurallado.[6]
La muralla romana
Cuando en el siglo I aC se fundó la Colonia Iulia Augusta Faventia Barcino en el nuevo imperio de Augusto, fue emplazada, respondiendo a criterios de estrategia geopolítica, en una situación particularmente favorable, proyectada hacia la línea de costa y enmarcada, por los lados laterales, en el espacio comprendido entre dos arroyos naturales. El perímetro de las murallas fue fijado con forma de polígono octogonal, una forma regular facilitada por el hecho de tratarse de la fundación de una ciudad ex novo.[7] El emplazamiento de la ciudad se extendía a lo largo de la leve pendiente formada por dos pequeños cerros, el mayor conocido en época medieval como mundos Taber. La línea de la costa estaría situada, en aquella época, a poca distancia de su límite meridional y los historiadores consideran la posible presencia de un puerto natural en el sector.[3]
La muralla original, diferenciada como “fundacional” o “alto-imperial”, fue reforzada, alrededor del último tercio del siglo III dC, por una segunda cortina adosada a la primera, que en duplicaba el grosor y la proveía de numerosas torres, compartiendo casi íntegramente el mismo trazado. Esta es la fase “bajo-imperial”, o “tardía”, de la muralla, a la que corresponden la mayor parte de los restos.[1]
Del siglo V al siglo XIII
Entre el siglo v y mediados del siglo xi la muralla romana de Barcelona se reaprovecha, y en los últimos momentos de este periodo debió de haber un reforzamiento del carácter de plaza fuerte de la ciudad, con la refortificació de tres de las puertas de acceso a la ciudad (el castillo Viejo , el castillo Nuevo y el castillo de Regomir). El todavía magnífico aspecto y las buenas prestaciones poliorcéticas y defensivas de esta fortificación, hace que Barcelona sea elegida como sede regia de la corte visigoda, que se convierta en plaza fuerte andalusí, y que se establezca como su condal del reino franco.
También en este último momento muchos tramos de la muralla bajo-imperial fueron reaprovechar para adosar nuevas edificaciones privadas, además de la eliminación de algunos pasos de peatones de las puertas de entrada, sólo dejando abierta la arcada principal. Extramuros, se produjo un crecimiento urbanístico considerable con la aparición de varios burgos o arrabales al abrigo de las iglesias, justo a las afueras de las puertas de entrada a la ciudad. Pero fue sobre todo durante los siglos xii y xiii cuando Barcelona entra en una etapa de gran crecimiento urbanístico, con la expansión planificada de los burgos (villanuevas los Bolos, de San Pedro, del Santo Sepulcro, del Mar, del calle Montcada…), gracias a la iniciativa de la Corona, o bien en relación con la fundación de nuevos conventos bajo la cobertura de las órdenes mendicantes de franciscanos y dominicos. Todo este crecimiento urbanístico hubo integrarlo dentro de la trama urbana de la ciudad, sobre todo a nivel defensivo, y fue por este motivo que se habilitaron nuevos portales (Puente de en Campderà, de la Boqueria, del Pozo de en Moranta, de la Astillero, del Born, de la Portaferrissa, de Santa Ana y Jonqueres) En las vías de entrada fuera del núcleo amurallado, configurándose unos nuevos límites que marcaron el futuro nuevo trazado del lienzo medieval. Desgraciadamente no se han localizado ninguna prueba arqueológica de ninguno de estos portales, pero los indicios apuntan a que su configuración aprovechaba los accidentes geográficos (camas de rieras y torrentes), las obras públicas (cloacas o el Rec Comtal), o una combinación de ambas.
Murallas medievales de Barcelona
La primera muralla medieval del siglo XIII
En 1285, durante una confrontación con Francia, el rey Pedro II el Grande ordenó fortificar urgentemente Barcelona con muros de tapial y torres de madera, como se constata en la Crónica de Bernat Desclot, y donde pretendía cerrar toda la ciudad excepto por la parte de mar. Una vez el conflicto bélico decayó, las tareas de fortalecer debidamente Barcelona recayeron en el Consejo de Ciento, convirtiéndose en la gran primera obra pública de la que se hacía cargo. El nuevo lienzo defensivo incluyó algunos portales ya construidos (Boqueria, Portaferrissa o Jonqueres), y añade de nuevos como el del Portal Nouel año 1295. Únicamente la documentación escrita de principios del siglo XIV permite constatar este nuevo perímetro: La Rambla, calle Fontanella, plaza Urquinaona, calle de Trafalgar, Arco de Triunfo y el Parque de la Ciutadella.
Campañas de fortificación de la segunda mitad del siglo XIV
Barcelona en una vista por los alrededores del 1535. A Civitates Orbis Terrarum de Georg Braun y Frans Hogenberg
Debido a un conflicto bélico con Castilla, en 1357 el Consejo de Ciento decidió afianzar y mejorar las murallas de finales del XIII, y con este objetivo adquirió tres canteras en la montaña de Montjuïc. Los trabajos se iniciaron en los dos extremos del frente marítimo, San Daniel y San Francisco, y junto al monasterio de Santa Clara. Sin embargo los trabajos de finales del siglo XIII no resolvieron la defensa de estos puntos, y fue necesaria su fortificación urgente.
Por el lado de La Rambla se realizó el cierre definitivo del cercado, tal vez aprovechando el cierre de finales del XIII, y que permitió fijar el perímetro de la Ciudad Vieja, exceptuando el Raval. Los trabajos constructivos en la Rambla fueron especialmente complejos, incluyendo el traslado del arroyo.
Respecto al espacio ocupado por el frente marítimo, dada la habilitación de esta zona de la ciudad para nuevos usos comerciales y mercantiles, conllevó la construcción de edificios específicos como la Lonja. Ello determinó que no se cerrara este frente de la ciudad, priorizando la principal puerta de acceso de la ciudad: el mar.
Diferentes intervenciones arqueológicas han permitido encontrar varios tramos de este lienzo (paseo Picasso-parque de la Ciutadella, la Rambla, monumento de Colom- torre de las Pulgas), Y constatan que la muralla se construyó con un doble hoja de menaje, llenando el espacio intermedio con la tierra extraída del valle o foso defensivo externo, como el localizado en el sector de la Rambla. Las torres tendrían una planta semiheptagonal o semioctagonal, o heptagonal en el caso de la Torre de las Pulgas. Los restos arqueológicos documentados en la Torre de las Pulgas o torre esquinera de la muralla marítima y de la Rambla, permiten constatar que la parte inferior del muro es compacto, con un espesor de 3 metros, y unos paramentos externos hechos con sillar regular ligado con mortero de cal. El paramento externo presenta una pátina de color anaranjado (óxido de hierro), de función estética. Este elemento defensivo fue derribado a mediados del siglo XVIII.
Restos de las dos torres poligonales del Portal de San Daniel (S.XIV)
Los trabajos arqueológicos realizados en el Portal de San Daniel (Parque de la Ciutadella) permitieron documentar la muralla, el portal y el puente del mismo nombre, el cual permitía el acceso a la ciudad por el lado oriental.[8] Este portal estaba flanqueado por dos torres poligonales, y mediante el puente de piedra de San Daniel se atravesaba el foso defensivo que protegía este punto.
La intervención realizada en la avenida de los Tilos del Parque de la Ciutadella identificó los segmentos de muralla comprendidos entre el Portal Nuevo y el Portal de Sant Daniel, además de dos torres, una de poligonal y una segunda cuadrangular, separadas unos 30 metros. El lienzo de muralla presentaba una altura conservada de 2 metros y un espesor de 3 metros, y estaba hecha con hiladas horizontales de sillares regulares y con un doble hoja de mampostería, relleno con piedras y mortero.
En los trabajos realizados en el Pla de la Boqueria-Estación Metro Liceu se localizaron los restos parciales de la torre oriental del portal de la Boqueria, que ya se conocía desde el siglo XIII y que fue reconstruido en este momento. Según las planimetrías del proyecto de alineación de la Rambla en el siglo XVIII , eran de forma poligonal y de gran tamaño.[9]
Muy próxima, en la plaza de Joaquim Xirau, se localizó un tramo importante de la muralla, tradicionalmente llamada de “Jaume I”, muy cercana al portal de Escudellers, llamado antiguamente de Trentaclaus o los Ollers. Los materiales asociados a este tramo de muralla permitieron fecharse entre los siglos xiii y xiv.
Entre la Rambla y el Portal del Ángel, teniendo en cuenta el método constructivo y su ubicación, se identificaron dos tramos de muros que podrían corresponder a los restos de las cimentaciones de dos torres asociadas al lienzo de muralla levantada a mediados siglo xiv.
No fue hasta el 1368 cuando el Consejo de Ciento pidió a los ciudadanos de Barcelona que colaboraran en la construcción de los nuevos recintos defensivos, aunque se ejecutó mediante la iniciativa privada, donde la excavación de los diversos tramos del valle eran contratados por constructores privados.
Vista de Barcelona, 1579. Autor F. Valesio
Los vecinos del barrio del Carmen (el Raval) exigieron que se incluyera su barrio dentro de la zona amurallada. Este barrio adquirió una gran notoriedad durante el siglo xiv, creciendo en torno al convento del Carmen, del monasterio de Nazaret y del hospital de Colón. Aquí se reprodujo el mismo modelo que lo ocurrido en el siglo XIII: un cierre de las vías de comunicación con posibles elementos defensivos (como el portal de Godai), que se configuraban siguiendo los accidentes geográficos de la zona (rieras y torrentes). Así en 1368 se empezó a construir la muralla dicha del Raval.
Esta idea original fue modificada entre los años 1372 y 1378, cuando con la modificación y ampliación de las Atarazanas, comportó que el cercado amurallado extendiera hasta este zona, incluyendo este edificio, así como el monasterio de Sant Pau del Camp y el Hospital de San Lázaro, hasta ir a cerrar con el portal de Talleres. La construcción de este tramo de muralla y de las torres se prolongó durante todo el siglo xv. Se trata de una muralla de piedra, con talo defensivo, y con torres tanto de planta circular o ultracircular (calle Pelayo y calle de las Flores), como de cuadradas (Drassanes). Este cambio de tipología constructiva permite diferenciar entre las construcciones del siglo XIV y principios del XV al sector de Santa Madrona. En este lugar se buscó una misma integración con los Astilleros del XIII, y con el resto del conjunto, desde San Pablo hasta la Rambla, que serían del siglo xv. El tipo de paramento también permite diferenciar su momento constructivo. Mientras que el sector anexo a Astilleros emplea un sillar análogo a la muralla del XIV, el paramento de los restos de la calle Pelai están hechos con piedra de hilo y con unos sillares mayores. Los sillares eran de piedra de Montjuïc, y la parte exterior estaba encintada. A lo largo de la calle Pelai diversas intervenciones arqueológicas han permitido documentar parte del lienzo que cerraba el barrio del Raval por este sector, desde la actual Rambla hasta la plaza Universidad.[10]
La ciudad de Barcelona en 1563 y su recinto amurallado de época medieval. Autor Anthonis van den Wyngaerde.
La muralla moderna (S. XVI-XVII): la muralla de mar y los baluartes
Mapa de Barcelona, realizado con fines militares en 1694, donde se aprecian los baluartes incorporados en la muralla moderna
La evolución de las armas de fuego, en concreto de los cañones y las bombardas, determinó que, en menos de doscientos años, se tuviera que modificar en gran medida la forma de construir las fortificaciones. La primera noticia de un arma de fuego en Barcelona fue durante la Batalla naval de Barcelona de 1359: la Pedro el Ceremonioso hace mención de cómo la nave mayor que defendía la ciudad de una flota castellano-genovesa, disparó dos bombardas que hicieron huir a los agresores.[11] Casi doscientos años más tarde, desde el segundo cuarto del siglo xvi, Se hizo necesaria una nueva configuración de lienzo amurallado barcelonés, a fin de soportar el impacto de proyectiles muchos más efectivos y destructivos. Para compensar el incremento de esta potencia de los disparos se tuvo que incrementar notablemente el espesor de los muros, y reducir su altura para ofrecer una superficie de impacto menor. Un problema a solucionar urgentemente eran las torres, las cuales ofrecían un objetivo muy apetecible por los cañones. Inicialmente se optó por las torres circulares, que parecían resistir mejor los impactos, pero esta solución resultó inefectiva. La respuesta a este problema se encontró en la construcción de los baluartes: terraplenes avanzados al lienzo amurallado, de planta poligonal, y que se construían en los ángulos salientes del trazado de la muralla, y nunca sin superar la altura de ésta.El valle se vio modificado, dejando de ser una zanja más o menos ancha, convirtiéndose en un gran espacio completado con una contraescarpa o talud previo al terreno inclinado (glacis) que ascendía hacia la muralla, para permitir crear un ángulo favorable para la defensa.
La muralla de mar fue el tramo escogido para construir los primeros baluartes. Las obras en este sector se iniciaron en el año 1358,[12] pero no fue hasta finales del siglo XV cuando se decidió cerrar en su totalidad este frente. Los constantes temporales que golpeaban este tramo de muralla, fueron otro motivo de preocupación por parte del Consejo de Ciento, ya que periódicamente estropeaban y destruían puntos de esta fortificación, y eran necesarias reparaciones constantes para rehacerla o fortalecer más. La duración de estos trabajos se prolongaron aún más con la construcción de estos nuevos baluartes. Según las Rúbricas los trabajos de fortificación de la fachada marítima se iniciaron en 1513 con la construcción del baluarte de Levantey continuaron en 1527 con el baluarte de Mediodía, y en 1540 el de poniente, también llamado Baluarte de San Ramón o de la plaza del Vi. Estos trabajos conllevaron la desaparición de cuatro manzanas de la calle de las piojos, lo que hizo aumentar el coste y el tiempo, debido a su expropiación y derribo.
En 1542, durante la Guerra de Italia, el ejército francés sitió Perpiñán, la presión de los piratas se intensificó, y estalló una epidemia de bandolerismo en el principado[13] y en agosto el capitán general del ejército Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel decidió, conjuntamente con los consejeros de Barcelona, la fortificación de la muralla de Barcelona para convertirla en una plaza fortificada,[14] mientras los diputados de la Generalidad y los consejeros decidieron armar las cofradías de los gremios barceloneses.
Desde la segunda década del siglo xvi , había la intención de construir un baluarte como final de la muralla moderna de la ciudad, formando parte de una dársena junto a las Atarazanas,[15] que se empezó a construir en 1552.[16] Finalmente, entre 1554 y el 1559 se llevó a cabo la última gran obra en la muralla de la fachada marítima: el portal de Mar. Con esta construcción se dio por cerrado la totalidad del perímetro de la ciudad.
Diferentes intervenciones arqueológicas han permitido documentar los restos de la muralla moderna de mar. La excavación en extensión del solar ubicado en la plaza Pau Vila y calle Dr. Aguador han puesto al descubierto el baluarte del Mediodía, de planta cuadrada, y un tramo de la muralla del primer tercio y mediados del siglo xvi que defendía la ciudad por el lado de mar, así como la contraescarpa construida a principios del siglo xviii . La cara exterior del baluarte está realizada con sillares rectangulares (35 por 25 cm), con una mampostería de mortero de cal y piedra irregular. Su fundamento está hecho con encofrado y el segundo con piedras irregulares.
En un punto muy cercano, entre Pla de Palau y la Plaza de Pau Vila, la realización de una zanja de 120 metros lineales puso al descubierto el Portal de Mar, construido a mediados del siglo xvi , así como una reforma realizada en frente mismo de la puerta en 1632, consistente en la construcción de un parapeto, con planta tipo baluarte, así como un foso de 17 metros de ancho y, finalmente, una contramuralla a mediados del siglo xVII , que amortizaba parcialmente el foso antes mencionado.
Por el lado de la muralla de tierra, el nuevo conjunto de reformas consistieron en descabezar las torres e incluso derribar un buen número, además de añadir terraplenes y baluartes. Así pues, la fortificación moderna en Barcelona se añadió a la medieval, sin alterar el trazado en ningún sector más allá de la ampliación en el sector de la calle de las pollas. De este modo, entre mediados y finales del siglo XVII, Barcelona quedó protegida por once baluartes: el baluarte de Mediodía, el baluarte de Levante, el baluarte de Santa Clara, el baluarte del Portal Nou, el baluarte de Jonqueres, el baluarte de San Pedro, el baluarte del Ángel, el baluarte de Talleres, elbaluarte de San Antonio, el baluarte de Santa Madrona, y el baluarte de San Francisco.
Grabado dibujado por el pintor francés J. Rigaud en 1714 donde se muestra el sitio de la ciudad de Barcelona por parte de las tropas de Felipe V, y que se correspondería al baluarte del Portal Nou.
El año 1635 se inició un largo conflicto con Francia, y que a pesar del Tratado de los Pirineos, no se solucionó hasta el fin de la Guerra de Sucesión española. Entre los años 1636 y 1650 se llevaron a cabo un gran número de actuaciones en la muralla, que comportaron obras de alcance diverso. El año 1637, el Consejo de Ciento redactó un memorial de las actuaciones necesarias que requería la fortificación barcelonesa, como terraplenes y otras estructuras defensivas ante los portales, obras las cuales continuaron hasta el año 1648, invirtiendo en este momento hasta 30.000 libres. El baluarte de Santa Madrona fue comenzado en torno al 1641, año en que se terraplenó la muralla delante del monasterio.
Aunque dentro del marco de esta larga confrontación con Francia, también se sucedieron períodos de revuelta por parte de los catalanes, como la Guerra de los Segadores (1652), que convirtió Barcelona en una ciudad estratégica. A raíz de esta última revuelta, el Consejo de Ciento perdió la competencia de la gestión y mantenimiento de las fortificaciones de la ciudad a manos de la Corona,[17] y provocó la construcción de los primeros baluartes, con un objetivo y finalidad muy definida: además de defender la ciudad de los ataques exteriores, se convirtió en un instrumento de la Corona para controlar una ciudad que se sublevaba constantemente contra la autoridad real. La Corona también previó un reforzamiento de las defensas mediante la construcción de fuertes asociados, pero complicaciones financieras sólo permitieron actuaciones parciales en el castillo de Montjuïc. Pasada la Guerra de los Segadores, entre el 1672 y el 1675 se inició, por parte del Estado, la construcción de los baluartes del Portal Nou y del Ángel, mientras que en 1694 se acabó el baluarte de San Francisco, y en 1697 se finalizaron los trabajos de los baluartes de los Talleres, San Pedro y Juncales.
El derribo de las murallas (1854-1881)
Al iniciarse el siglo XIX el pueblo de Barcelona detestaba las murallas y exigía el derribo, de forma prácticamente unánime. Esto se explica por dos grandes factores. Primero, la ciudad, en plena expansión modernizadora y con voluntad de convertirse en una gran capital europea, necesitaba nuevos espacios para la industria, la vivienda y la movilidad; por el contrario, se ahogaba dentro del recinto amurallado: aumento de la población, sobreocupación del suelo, estallido de la industrialización, insalubridad. Un segundo factor, y de gran importancia, fue la carga simbólica que implicaba la muralla, claramente vinculada al antiguo régimen ya la represión militar impuesta a partir de 1714.[18]
Barcelona, con la fortaleza de la Ciudadela de 1716, medio siglo antes del derribo de las murallas
Así, ya en el Trienio Liberal (1820-1823) se reclamó el derribo de las murallas, sin éxito. Puesta en marcha la Regencia de Espartero, el 31 de diciembre de 1840 del Ayuntamiento de Barcelona convocó un concurso público de textos que argumentaran la necesidad de eliminar las murallas; el 11 de septiembre de 1841 lo ganó Pere Felip Monlau con el célebre opúsculo Abajo las murallas!!! . En dos ocasiones, en octubre de 1841 y junio de 1843, sendas insurrecciones populares arrancaron el derribo, y en ambas ocasiones el Estado respondió con el bombardeo de la ciudad, fuertes multas y la obligación de reconstruir los tramos destruidos.
Finalmente, en el verano de 1854 se puso en marcha el derribo de la muralla de tierra. Lo facilitó una coyuntura muy especial: cambio de régimen en Madrid (Bienio Progresista) y enorme inestabilidad social en Barcelona, con epidemia de cólera y gran número de jornaleros parados a que había que dar trabajo. El Ayuntamiento puso en marcha el derribo el 7 de agosto, aunque la autorización gubernativa no se publicó en Madrid hasta el día 15. La Junta de Derribo fue disuelta el 2 de enero de 1856, aunque la tarea continuaría aunque durante años. Barcelona pasaba a estar abierta al Plan. Inmediatamente se puso en marcha el proceso que conduciría al plan Cerdà (1859) y la construcción del Eixample (a partir de 1860).
Una segunda etapa fue el derribo de la Ciutadella, particularmente odiada porque su función exclusiva, desde siempre, había sido la vigilancia y represión contra la ciudad. En el contexto de la Revolución Gloriosa, el nuevo Ayuntamiento inició el derribo de la Ciutadella el 16 de octubre de 1868, una vez más sin esperar la autorización gubernativa. El 15 de diciembre de 1869 el gobierno español, gracias a la intervención de Prim, cedió los terrenos de la Ciudadela en el Ayuntamiento de Barcelona. En surgirían el parque de la Ciutadella y el barrio que la rodea.
Sólo quedaba la muralla de mar, bastante popular entre los barceloneses como paseo. Fue derribada entre 1878 y 1881, y permitió la reforma del puerto y la definitiva integración de la Barceloneta en el continuo urbano.
Para saber más: https://www.geografiainfinita.com/2017/05/la-evolucion-de-barcelona-a-traves-de-los-mapas/
Iulia Augusta Paterna Faventia Barcino
Portal del Bisbe, antigua puerta Praetoria de la Barcino romana, con las dos torres de defensa y restos de la muralla y del acueducto
Portella de la Porta Decumana al c/ del Regomir
Muralla al Pati Llimona.
Torre i muralla al c/ Sotstinent Navarro.
Subsòl i interior d’una torre al Museu de la Ciutat
Calle Tapineria
Harhoog
Harhoog
El Harhoog es un dolmen, una tumba megalítica rectangular de la cultura Funnelbeaker, ubicada cerca de Keitum en la isla de Sylt en Schleswig-Holstein, Alemania.[1] Descubierto en 1925, se trasladó al sitio actual en 1954 cuando se desarrolló un nuevo aeropuerto.
Región: Alemania; Keitum, Sylt
Coordenadas: 54.8907 ° N 8.3826 ° E
Tipo: Tumba megalítica
Períodos: Neolítico
Las cámaras funerarias megalíticas de Harhoog se ubicaron originalmente cerca de las llanuras de barro entre Keitum y Tinnum. Las piedras fueron trasladadas al área cerca del Tipkenhoog en la costa cerca de Keitum en 1954,[2] cuando el aeropuerto de Sylt estaba en desarrollo.[3]
Las tumbas en Harhoog datan del Neolítico y pertenecían a antiguos asentamientos de la cultura Funnelbeaker de la isla, probablemente alrededor del año 3000 antes de Cristo. Hubo una vez aproximadamente 600 de ellos, pero hoy solo existe la mitad de ellos.[4]
Las tumbas megalíticas están construidas con grandes losas de piedra en bruto (una o más) que están dispuestas en diferentes patrones. El dolmen Harhoog es un dolmen extendido, según la clasificación de seis categorías de Ernst Sprockhoff; los otros cinco tipos son dolmen simple, gran dolmen, tumba de paso, largas carretillas (sin cámara funeraria) y cista.
Harhhog fue descubierto en 1925 durante las excavaciones de tierra para la construcción de Hindenburgdamm, pero solo fue inspeccionado arqueológicamente en 1936.[3] : 148
Diseño de los dólmenes de Harhoog con tumbas paralelas y transversales
Las cámaras contienen secciones paralelas y transversales.
Artefactos de Tucson
Artefactos de Tucson
Artefactos de Silverbell
Los artefactos de Tucson, a veces llamados cruces de plomo de Tucson, cruces de Tucson, artefactos de Silverbell Road o artefactos de Silverbell, eran treinta y un objetos de plomo que Charles E. Manier y su familia encontraron en 1924 cerca de Picture Rocks, Arizona, que algunos pensaron inicialmente pudieron ser creados por las primeras civilizaciones mediterráneas que habían cruzado el Atlántico en el primer siglo, pero más tarde se determinó que era un engaño.[1] [2]
El hallazgo consistía en treinta y un objetos de plomo, incluyendo cruces, espadas y parafernalia religiosa / ceremonial, la mayoría de los cuales contenían inscripciones grabadas en hebreo o latín, fotos de templos, retratos de líderes, ángeles y un dinosaurio (inscrito en la hoja de plomo). De una espada). Uno contenía la frase “Calalus, la tierra desconocida”, que fue usada por los creyentes como el nombre del asentamiento. Los objetos también tienen números romanos que van desde 790 a 900 inscritos en ellos, que a veces se interpretaron para representar la fecha de su creación. El sitio no contiene otros artefactos, ni tiestos de cerámica, vidrios rotos, restos humanos o animales, ni signos de hogares o viviendas.[3] [1]
Historia
El 13 de septiembre de 1924, Charles Manier y su padre se detuvieron para examinar algunos antiguos hornos de cal mientras conducían al noroeste de Tucson en Silverbell Road. Manier vio un objeto que sobresalía aproximadamente 2 pulgadas (5,1 cm) del suelo. Lo sacó, revelando que el objeto era una cruz de plomo de 20 pulgadas (51 cm) de largo que pesaba 64 libras (29 kg). Entre 1924 y 1930 se extrajeron objetos adicionales del caliche, una capa de suelo en la que las partículas del suelo se han cementado entre sí mediante cal.[4] [5] Caliche a menudo toma un largo período de tiempo para formarse, pero se puede hacer y colocar alrededor de un artículo en un corto período de tiempo, según un informe escrito por James Quinlan, un geólogo retirado de Tucson que había trabajado para el Servicio Geológico de Estados Unidos.[1] [6] Quinlan también concluyó que sería fácil enterrar artículos en el material blando y limoso y el caliche asociado en el horno de cal donde se encontraron los objetos en el margen de las trincheras anteriores.[1] Se creía que los objetos, por su descubridor y sus principales partidarios, pertenecían a una colonia judeo-cristiana romana que existe en lo que ahora se conoce como Arizona entre 790 y 900 dC. Ningún otro hallazgo ha sido establecido formalmente como una colonia romana en el área, ni en ningún otro lugar de América del Norte.[3]
En noviembre de 1924, Manier llevó a su amigo Thomas Bent al sitio y Bent se convenció rápidamente de la autenticidad del descubrimiento. Al descubrir que el terreno no era de su propiedad, él inmediatamente estableció su residencia en el terreno con el fin de conservar la propiedad. Bent sintió que había dinero para hacer más excavaciones en el sitio.[3]
Inscripciones latinas
El primer objeto retirado del caliche por Manier fue una cruz de metal crudamente fundido que pesaba 62 libras (28 kg); Después de la limpieza se reveló que eran dos cruces separadas remachadas juntas. Después de su descubrimiento, Manier llevó la cruz al profesor Frank H. Fowler, Jefe del Departamento de Lenguas Clásicas de la Universidad de Arizona, en Tucson, quien determinó que el idioma de los artefactos era el latín. También tradujo una línea como lectura, “Calalus, la tierra desconocida“, de la cual se obtuvo el nombre de la supuesta colonia latina.[1]
Las inscripciones latinas en los supuestos artefactos registran supuestamente los conflictos de los líderes de Calalus contra un enemigo bárbaro conocido como el “Toltezus“, que algunos han interpretado como una supuesta referencia a la civilización tolteca mesoamericana.[1] Sin embargo, el latín en los artefactos parece ser un latín original muy inflexionado, o inscripciones descaradamente plagiadas de autores clásicos como Virgil, Cicero, Livy, Cornelius Nepos y Horace, entre otros. Esto ha llevado a muchos expertos a condenar los artefactos como fraudes.[1] Sin embargo, lo más sospechoso es que la mayoría de las inscripciones son idénticas a lo que aparecía en los libros de gramática latina ampliamente disponibles, como Latin Grammar de Harkness y Latin Grammar de Allen and Greenough , así como diccionarios como The Standard Dictionary of Facts.[1]
Opiniones sobre la autenticidad
Manier llevó el primer artículo al Museo Estatal de Arizona para que lo estudiara el arqueólogo Karl Ruppert. Ruppert quedó impresionado con el artículo y se fue con Manier al sitio al día siguiente, donde encontró una placa de caliche de 7 libras (3,2 kg) con algunas inscripciones que incluían una fecha de 800 AD. Se encontraron un total de treinta y un objetos.[3] Otros académicos contemporáneos, incluido George C. Valliant, un arqueólogo de la Universidad de Harvard que visitó la Universidad de Arizona en 1928 y Bashford Dean, curador de armas y armaduras del Museo Metropolitano de Arte de la ciudad de Nueva York, pensaron que los artículos eran falsos, [ 1] Neil Merton Judd, curador del Museo Nacional de la Smithsonian Institution, se encontraba en Tucson en el momento del descubrimiento de los objetos y, después de examinarlos, también pensó que eran falsos, y propuso que pueden haber sido creados por “un individuo mentalmente incompetente con un don para el latín antiguo y las guerras de la antigüedad “.[1] [7]
Partidarios
En la década de 1960, Bent escribió un manuscrito de 350 páginas titulado “Los artefactos de Tucson” sobre los objetos que no están publicados, pero que el Museo del Estado de Arizona los conserva.[3] Tanto Manier como Bent apoyaron los objetos como un auténtico hallazgo arqueológico.[3]
Lara Coleman Ostrander, una inmigrante de Tucson y profesora de historia de la escuela secundaria, estudió los antecedentes históricos de la investigación y tradujo la supuesta historia de Calalus a partir de los escritos sobre los artículos. El geólogo Clifton J. Sarle trabajó con Ostrander para presentar los Artefactos de Tucson a la prensa y la profesión académica.
El administrador de la Universidad de Tucson y director del Museo del Estado de Arizona, Dean Byron Cummings, llevó a los arqueólogos de la universidad a la ubicación donde se encontraron los artículos. Trajo diez de los objetos a la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia y los mostró en museos y universidades en la costa este. El astrónomo Andrew E. Douglass, conocido por su trabajo en dendrocronología, también consideró los elementos como auténticos.[3]
En 1975, el profesor de la Universidad de Wake Forest, Cyclone Covey, reexaminó la controversia en su libro titulado Calalus: una colonia judía romana en América desde la época de Carlomagno hasta Alfredo el Grande. Covey estaba en contacto directo con Thomas Bent en 1970, y tenía previsto realizar excavaciones en el sitio en 1972, pero no fue permitido, debido a complicaciones legales que impidieron que la Universidad de Wake Forest liderara una excavación en el sitio.[3] El libro de Covey propone que los objetos son de un asentamiento judío, fundado por personas que vinieron de Roma y se instalaron fuera del actual Tucson alrededor del año 800 DC.[5]
Escépticos
El profesor Frank Fowler tradujo originalmente las inscripciones en latín en los primeros artículos y descubrió que eran de autores clásicos bien conocidos, como Cicerón, Virgilio y Horacio. Investigó los textos latinos locales disponibles en Tucson en ese momento y encontró que las inscripciones en los artículos principales eran idénticas a los textos disponibles.
El estudiante y excavador de Dean Cumming, Emil Haury, examinó de cerca los rasguños en la superficie de los objetos cuando fueron retirados del suelo y concluyó que fueron plantados, en parte debido a una cavidad en el suelo que era más larga que una barra de plomo que se eliminó . Después de que Cummings asumiera la presidencia de la universidad, sus opiniones cambiaron de manera confusa, posiblemente debido al escepticismo de Haury, o al sentimiento creciente de que los artículos no eran más que un engaño y, como presidente de la universidad, tenía que adoptar una postura diferente sobre el asunto. George MB Hawley se opuso firmemente a las opiniones de Bent sobre los objetos. Hawley incluso acusó a Ostrander y Sarle como perpetradores del engaño.[3] [4]
Posible creador
Un artículo local de noticias identificó a Timotéo Odohui como el posible creador de los artículos. Odohui era un niño mexicano que vivía cerca del sitio y era escultor. El artículo menciona su posible conexión con el sitio y su capacidad para elaborar objetos de plomo. Bent escribió que un artesano del área había recordado al niño, su amor por la escultura de metales blandos y su colección de libros en idiomas extranjeros, y les contó esto a los excavadores.[5] [8]
En la cultura popular
HP Lovecraft alude a los artefactos de Tucson en ” The Mound“, un cuento de fantasmas escrito por Zealia Bishop.[9] El arqueólogo y erudito de Lovecraft Marc A. Beherec sostiene que los artículos influyeron en algunos de los otros escritos de Lovecraft.[8] [10]
Los artefactos de Tucson se presentaron en el programa The History Channel, América Desenterrado en el episodio titulado “The Desert Cross”, el 22 de febrero de 2013.[11] Este episodio fue criticado por su metodología, su ignorancia (u omisión deliberada) del texto completo Sobre las cruces, y sus conclusiones.[12]
Limes en Moldavia
Limes en Moldavia
Murallas de Trajano
Como ocurre con todas las denominadas Murallas de Trajano, de la zona europea oriental, existe una gran confusión de interpretación, al no coincidir los países actuales, Ucrania, Rumania, etc., con los antiguos, que básicamente eran la Dacia romana, y limítrofes, con fronteras y denominaciones un tanto difusas. Dejando aparte, por supuesto, que estas murallas no fueron construidas en tiempos de Trajano.
La más importante de estas vallas/zanjas es la denominada Muro de la Serpiente, habiendo muchas otras más pequeñas. También hay que indicar que la última parte del Muro de Trajano Inferior, o de Athanarico, termina en Ucrania.
Los restos de los limes en Moldavia comprenden paredes de tierra y empalizadas. Hay dos fragmentos principales conservados en Moldavia: el Muro de Trajano Superior y el Muro de Trajano Sur (o Inferior).
Se cree que el Muro de Trajano del Sur o inferior, en Moldavia data del siglo III y fue construido por Athanaric[4] y se extiende desde Rumania: Buciumeni-Tiganesti-Tapu-Stoicani y luego otros 126 km de la aldea de Vadul en el distrito de Cahul. Por el río Prut se extiende hasta Ucrania y termina en el lago Sasyk por Tatarbunar. El Escudo de Armas del distrito de Cahul de Besarabia, Imperio ruso, incorporó el Muro de Trajano. Algunos académicos como Dorel Bondoc y Costin Croitoru piensan que fue hecho por los romanos, porque, para hacerlo, requería mucho conocimiento y mano de obra que los bárbaros como Athanaric no tenían.[5] [6]
Se cree que el Muro de Trajano Superior fue construido en el siglo IV por Greuthungi Goths para defender la frontera contra los hunos.[7] Se extiende 120 km desde el río Dniester por Chiţcani en el distrito de Teleneşti hasta el río Prut y se extiende hasta Tiganesti Sendreni en Rumania.
Fragmentos del muro de Trajano también son encontrados por Leova.
Antiguo mapa ruso que muestra claramente el Muro de Trajano Inferior (en color verde)
El Muro de Trajano Inferior (Muro de Athanaric en el mapa) estaba ubicado justo al norte del delta del Danubio
Murallas romanas en Rumanía (el “Muro de Greuthungi”, llamado incluso “Muro Alto de Trajano”, está en verde oscuro)
Foel Drygarn
Foel Drygarn
Foel Drygarn (también llamado Foel Trigarn o Foel Drigarn) es una colina en una cumbre de las colinas de Presili al oeste de Crymych en Pembrokeshire en Gales.
Tipo de sitio Hillfort
Defensa de clase amplia
En la cima hay un asentamiento en la colina de la Edad del Hierro, con vestigios de casas y tres mojones de la Edad del Bronce que dieron nombre a la montaña (Moel Drygarn en alemán “tres mojones”). El Hillfort de 1.2 hectáreas consta de un muro en forma de D y una fortificación inferior adicional en el lado norte y oeste. Consiste en una presa hecha de piedras y tierra sin zanja. Se supone que el sistema fue construido en múltiples fases. Se encontraron fragmentos de cerámica y perlas desde la Edad del Hierro hasta el período romano.
Son los restos de una gran colina de la Edad del Hierro que cubre casi 4 hectáreas, con tres recintos defendidos y tres grandes montículos cada uno de tres metros de altura. Los historiadores afirman que es probable que haya sido una aldea fortificada muy poblada que se construyó en algún momento entre 650 AC y 100 DC.
Foel Drygarn es un monumento programado.
Descripción del lugar
Fotografiado con frecuencia y uno de los picos de la Edad del Hierro más dramáticamente ubicados y visualmente impactantes en Gales, Foel Trigarn ocupa la cresta más oriental de Mynydd Preseli, su silueta característica domina gran parte del horizonte este de Pembrokeshire.
Se pueden rastrear tres recintos principales, definidos por paredes de piedra o bancos revestidos de piedra, con rastros de una zanja alrededor de la muralla interior. Probablemente, el primero fue probablemente en la misma cumbre, un fuerte ovalado frente a los acantilados naturales en su lado sur, que abarca 1,2 hectáreas y con puertas principales en los lados este, oeste y sur. Adjunto a este primer recinto, y probablemente representando períodos posteriores de expansión, hay un segundo recinto en el lado norte y este que refleja las murallas exteriores del primero, y un tercer anexo exterior al este.
La característica más llamativa de Foel Trigarn es su interior con marcas de viruela, los sitios de al menos 227 plataformas de casas niveladas donde alguna vez estuvieron las casas de la Edad del Hierro. También hay rastros más débiles de otras 42 plataformas inciertas que acercan el total a 270 sitios de viviendas.
Es altamente improbable que todos estos sitios de casas estuvieran ocupados al mismo tiempo. Probablemente, todo el monte fue ocupado y ampliado durante muchos siglos, en lugar de ser utilizado por un solo líder o grupo de personas.
Estamos viendo efectivamente los restos de una aldea prehistórica compleja y duradera, con todas sus fases de ocupación en exhibición.
Las primeras excavaciones en 1899 por S Baring Gould desenterraron la Edad de Hierro y la cerámica y artefactos romanos que incluían espirales, finas cuentas de vidrio y un anillo de chorro de algunas de las plataformas de la casa. También se encontraron piedras de honda en ‘… grandes números … algunos en pilas …’ (Baring Gould et. Al., 1900, 210). Una nueva encuesta realizada por la Comisión Real e investigadores del Politécnico de Portsmouth (en 1988) proporcionó el primer plan detallado.
En la cumbre se encuentran tres macizos mojones de piedra que llevan el nombre de la colina. Estos se interpretan como mojones funerarios de la Edad de Bronce, monumentos comunales masivos que cubren los huesos, o cenizas, de uno o varios individuos especiales.
Se pueden ver ejemplos similares de mojones preexistentes que sobreviven en fortalezas de piedra posteriores en Carn Goch en Carmarthenshire, Pen Dinas, Aberystwyth en Ceredigion y en Tre’r Ceiri en la península de Llyn, Gwynedd. Como estos mojones nunca fueron saqueados por su piedra, a pesar de estar rodeados por cientos de casas, debemos concluir que los ocupantes veneraban a sus ancestros distantes, al mismo tiempo que obtenían poder y estatus social de la adquisición de un lugar tan prominente y sagrado, cima de la colina.
El tamaño y la complejidad de Foel Trigarn, una de las mayores colinas del norte de Pembrokeshire junto con Carn-ingli, Garn Fawr y St David’s Head, sugiere un papel y una función distintos de las numerosas colinas más pequeñas como Castell Henllys. Es probable que este fuera un importante centro de población en su tiempo, su diseño y construcción iniciados y supervisados por un poderoso líder regional. Si, como lo indica una interpretación del lugar mencionado por Ptolomeo, la tribu Octapitai ocupó la cabeza de San David, quizás un grupo similar cuyo nombre nunca fue registrado por los romanos ubicaron aquí su ‘capital tribal’, al mando de las tierras de la Edad del Hierro.
Fuentes: Baring-Gould y otros en Archaeological Cambrensis 5th series 17 (1900), 189-211
Limes Sarmatiae
Limes Sarmatiae
Las “Limes Sarmatiae“, “Devil’s Dyke” o “Devil’s Ditch” en la llanura de Panonia oriental, un grupo de líneas de fortificaciones romanas realizadas por Constantino I.
En Inglaterra existen otros “Devil’s Dyke” o Diques del Diablo.
Son varios los nombres con que se conocen. Los Limes Panonio o Los Diques del Diablo (en húngaro: Ördög árok), también conocidos como Csörsz árka (“Csörsz Ditch”) o Limes Sarmatiae (en latín, “frontera sármata”), son varias líneas de fortificaciones romanas construidas principalmente durante el reinado de Constantino I (312–337), que se extiende entre la actual Hungría, Rumania y Serbia.
Aunque son distintos, se suelen confundir, por su proximidad y el territorio que ocuparon. Los L. Panonio se encuentran más al oeste y contienen más fortificaciones. Los Sarmatas se encuentran al este y son más sencillos: zanjas, empalizadas, etc.
Historia
Las fortificaciones consistían en una serie de terraplenes y zanjas defensivas de tierra que rodeaban la llanura del río Tisia (Tisza). Se extendían desde Aquincum (dentro de la moderna Budapest) hacia el este a lo largo de la línea de las montañas del norte de los Cárpatos hasta las proximidades de Debrecen, y luego hacia el sur hasta Viminacium (cerca de la moderna Stari Kostolac). [1]
Los Sármatas en la zona de la cuenca del Danubio. El Limes está indicado por las líneas negras que indican murallas. El límite iba desde Aquincum, hoy Budapest, hasta el este de Singidunum, ahora Belgrado. Vindobonum (arriba a la izquierda) es hoy Viena. (15)
Probablemente fueron diseñados para proteger a los Iazyges, una tribu sármata que habitaba la llanura de Tisza y había sido reducida a estado tributario por Constantino, de las incursiones de los godos y gépidos circundantes.[2]
Algunos elementos de las fortificaciones, sin embargo, datan del siglo II d.C. y probablemente constituyeron una línea defensiva anterior construida por el emperador Marco Aurelio (gobernado por 161-80) en el momento de las Guerras Marcomanas, la ocasión anterior en la que la llanura de Tisza fue ocupada por los romanos.
El “Limes Sarmatiae” tenía la intención de expandir el Limes romano, y fue construido al mismo tiempo que el Muro de Constantino en Valaquia (conectado con el Limes Moesiae). Sin embargo, fue destruida después de unos años, a finales del siglo IV.
De hecho, en 374 d. C., los Quadi, una tribu germánica en lo que ahora es Moravia y Eslovaquia, resintieron la construcción de fuertes romanos de las “Limes Sarmatiae” al norte y este del Danubio en lo que consideraban su territorio, y más exasperado por el asesinato traicionero de su rey, Gabinio, cruzó el río y arrasó la provincia de Panonia.
En 375 EC, el emperador Valentiniano I retomó Panonia con varias legiones. Después de una corta campaña que derrotó rápidamente a los Quadi, se repararon las fortificaciones de las “Limes Sarmatiae”. Sin embargo, durante una audiencia con una embajada del Quadi en Brigetio en el río Danubio (ahora Szőny en Hungría), la actitud de los enviados enfureció tanto a Valentiniano que sufrió un derrame cerebral mientras les gritaba enojado, lo que lo llevó a la muerte el 17 de noviembre.[3]
Tras su muerte, las luchas políticas internas y la falta de un buen liderazgo en el Imperio Romano llevaron a que las “Limes Sarmatiae” fueran invadidas y destruidas.
Localización
Las barreras consisten en varias filas de muros de tierra y zanjas escalonadas una detrás de otra, que se suponía que protegían el área de las grandes tierras bajas húngaras alrededor del río Tisia (Tisza = Tisza) de los enemigos. Una vez se extendieron desde la curva del Danubio hasta Aquincum, hoy Budapest, hacia el este a lo largo de las elevaciones de los Cárpatos del norte hasta las cercanías de la ciudad de Debrecen, y se encontraron de nuevo en el sur, en el sitio de la legión Viminacium (cerca de la actual Stari Kostolac) en el Limas del Danubio.
Fortificaciones en el Limes Danubio
El sistema de murallas del norte comenzó en la curva del Danubio, cerca de la cabeza de puente romana Verőcemaros-Dunamező, esta sección del Limes estaba particularmente bien asegurada por los romanos. A esta distancia también se creó, posiblemente Constantino II, el almacenamiento de Visegrád (Pone Navata).[3] La construcción del campamento vecino de Pilismarot (Castra ad Herculem) también puede haber tenido lugar en este momento.
Durante el primer reinado de Valentiniano I (364-375), a. también construyó la fortaleza de Hideglelöskereszt.[4] Entre Visegrád y Esztergom, se construyeron hasta 24 nuevas torres de vigilancia y pequeños fuertes en una distancia de aproximadamente 20 km solamente. Su construcción estaba estrechamente relacionada con el relleno de las murallas de Limes Sarmatiae, ya que estaban destinadas a dirigir las cuñas de atacar a los pueblos bárbaros específicamente sobre esta parte de Limes. Una segunda línea tan densa de fortificaciones estaba nuevamente solo en el bajo Danubio (Moesia), entre Viminiacum y Drobeta, en el extremo sur de los sistemas de murallas sármatas.
Fortificaciones al este del Danubio
En este contexto, no debemos olvidar las numerosas cabezas de puente de la Antigüedad tardía como la B. el Burgus Tahitótfalu-Balhavár y el Burgus Szentendre-Dera. Las principales tareas de sus tripulaciones fueron probablemente el seguimiento y la señalización. Eran sistemas de vertederos más pequeños, arquitectónicamente en gran parte uniformes, para los que una gran estructura central central, en su mayoría apoyada en dos pilares y muros alados que se extendían hasta las orillas del Danubio con torres más pequeñas en los extremos, era característica (Ländeburgus). A través de ellos, las islas más grandes del Danubio (isla Szentendre), z. B. estacionando botes patrulleros estar seguro en cada burgus. En caso de crisis, servían como lugares de desembarco seguros para los cruces fluviales del ejército romano, pero también para controlar a los aliados sármatas. Debido a la gran cantidad de grano quemado que se encontraba esporádicamente en ellos, también podrían haber sido utilizados como almacenes de suministros. El comercio minorista y nacional también podría haber jugado un cierto papel, ya que apareció un peso de bronce en una de las torres.[5]
Además de este perno de bloqueo de prueba, los romanos también construyeron a lo largo de la muralla puestos avanzados avanzados, como exactamente dos días a pie al este del Danubio, en Barbaricum ubicado burgus Hatvan-Gombospuszta [6] y se aplicaron en la época de Valentiniano, pero nunca se completó la gran fortaleza. de Göd-Bócsaújtelep, que a menudo se conoce como la contraparte del fuerte del Danubio Constantia, que se construyó en territorio imperial romano, pero en realidad debe considerarse como la guarnición fronteriza más occidental de las Limes Sarmatiae.[7] Su tarea puede estar relacionada con el final de Limes Sarmatiae poco después de la muerte de Valentiniano.
Citas e importancia estratégica
Algunas partes de los muros de tierra datan de finales del siglo II y probablemente fueron creadas como un cerrojo bajo el emperador Mark Aurel (161-180). Después de las Guerras Marcomanas, las tropas romanas se establecieron en el territorio de los Jazygens derrotados para privarlos de su sustento y evitar que huyeran. Para este propósito, algunas secciones a lo largo de las fronteras del asentamiento de Yazygian podrían haberse asegurado con muros de tierra. El hecho de que Marco Aurelio tuviera la intención de establecer dos nuevas provincias, Marcomannia y Sarmatia, como lo describieron posteriormente los historiadores antiguos, sigue siendo controvertido hasta el día de hoy.[15] En una investigación cerca de Mezökövesd y Kötegyán, el arqueólogo se convirtió en Sándor Soproni (1926–1995) debajo de los terraplenes algunos hoyos del siglo II al III y un sepulcro sármata (cerca de Tarnazsadany), que fue creado hacia 220–300. Los estudios estratigráficos mostraron claramente que las primeras murallas se levantaron en la segunda mitad del siglo III.
La construcción de tales muros no era infrecuente en el Imperio Romano. Se utilizaron para marcar la frontera imperial en regiones donde no era claramente reconocible a partir de características topográficas como ríos o cadenas montañosas. Entonces z. B. en Germania, Gran Bretaña o Dacia. Las limas germánicas-réticas superiores, en particular, muestran grandes similitudes con las limas sarmatias . La construcción del sistema de murallas sármatas también muestra que su construcción fue planificada y dirigida por ingenieros romanos.
El tipo de construcción de las presas de tierra sugiere que se pretendía hacer más difícil para los pueblos ecuestres nómadas del Período de Migración, que viajaban en su mayoría a caballo y en carro, para penetrar las áreas rodeadas por las murallas, pero probablemente no lo fueron. un serio obstáculo.[16] Los movimientos de tierra también se levantaron para proteger a los Jazygens, un afluente tributario de los sármatas, que también se establecieron en la llanura de Tisza y se suponía que debían proteger a Panonia de antemano contra las incursiones de los godos y los gépidos que vivían en la parte superior de Tisza. El Limes Sarmatiae sirvió principalmente como zona de amortiguamiento y para aliviar el Danube Limes, así como el llamado Muro de Constantino en la actual Valaquia, que a su vez se unió a Limes en Moesia. Sin embargo, el Muro de Constantino fue invadido a finales del siglo IV y abandonado por los romanos.
Ver también
Mapa de Zheng He
Mapa de Zheng He
Hipótesis de 1421
Controvertido mapa de 1763 supuestamente copiado de uno del siglo XV, el cual estaría atribuido a Zheng He y en el que aparecen América y Oceanía unos setenta años antes de la llegada de Cristóbal Colón.
La Hipótesis de 1421 es una reciente y controvertida teoría elaborada por el marino británico retirado Gavin Menzies la cual afirma que Zheng He circunnavegó el globo y descubrió América a principios del siglo XV, antes que Cristóbal Colón y Fernando de Magallanes.
Características
Menzies sostiene que en el siglo XV la arquitectura naval china era la más avanzada del mundo. Los juncos eran mucho más grandes y resistentes que los barcos europeos y contaban con avances técnicos desconocidos en Occidente, como el timón fenestrado y los mamparos para impedir los hundimientos.
Entre las pruebas que aporta Menzies se encuentran una escultura de la dinastía Ming encontrada en Kenia, y ejemplares de porcelana china encontrados en lugares como Perú y California.
Las bitácoras escritas por Zheng He detallan las distancias recorridas por la flota en los siguientes términos:
…navegamos más de 100 000 Lis (medición china) de vastos mares […] a lo lejos hemos visto regiones bárbaras. Zheng He1
Teniendo en cuenta que 100 000 Lis son aproximadamente 48 000 km, la distancia referida en las bitácoras de Zhenh He equivalen a ir y volver desde el puerto de Nankín al continente americano.
Gavin Menzies aporta otros argumentos para apoyar su hipótesis de un viaje de tal magnitud, como que muchos pueblos a lo largo del mundo recuerdan una visita de “hombres amarillos” o que los animales endémicos de Asia que habitan hoy en día en América. Sostiene también que varios cartógrafos europeos tomaron contacto con un mapa chino traído por muchas manos hasta Europa e incluso pudo ser en lo que se basó Cristóbal Colón para emprender y lograr su viaje al nuevo mundo.
Quienes defienden esta hipótesis argumentan que China ya era una potencia marítima en el siglo XV, posiblemente con la mejor industria naval de su época. Muestra de ello son las notables y extraordinarias exploraciones navales que llegó a realizar el almirante Zheng He, de quien se acepta por consenso que exploró la península arábiga y África oriental, pero también se discute la posibilidad de que hubiera llegado hasta Australia.23
Otro punto de argumento de esta hipótesis es que en el siglo XV China estaba más avanzada tecnológicamente que Europa. La investigadora Rita Feodrippe dice sobre esto: “Tecnológicamente hablando, China estaba en condiciones de llegar a América u otras tierras, y ni siquiera podemos descartar que esto haya sucedido”. Otro punto a considerar sería que los chinos, por lo dicho, tuvieran más experiencia en la navegación que los europeos.2
En 2006 un abogado de nombre Liu Gang exhibió a la prensa un mapa con los cinco continentes fechado de 1763, pero con una anotación que decía reproducir a uno de 1418. Según algunos académicos, varias dinastías chinas estuvieron interesadas en la exploración del mundo por fines de comercio, y contaban con los medios y recursos para hacerlo.2
En 2015 el investigador John Ruskamp afirmó el hallazgo de petroglifos y pictogramas asiáticos en el estado de Nuevo México, con datación de 2,500 años (Siglo 1300 a.C.), aunque solo la mitad de ellos podrían identificarse como escritura china, de la época de la dinastía Shang. El trabajo de Ruskamp ha sido respaldado por otros investigadores como Dennis Stanford y David Keightley, experto en civilización china neolítica de la Universidad de California.4
Controversia
Esta hipótesis de 1421 ha encontrado poco apoyo entre los historiadores académicos. La mayor parte de la comunidad académica occidental considera que las afirmaciones de Menzies son puramente especulativas y no se basan en hecho alguno.56 Se considera por ende que Zheng He solo exploró el océano Índico, llegando hasta lugares tan lejanos como África Oriental, e incluso hasta el canal de Mozambique.768
Los historiadores occidentales aceptan que los documentos escritos demuestran sin lugar a dudas que Zheng He con la Flota del Tesoro llegó hasta África, pero sostienen que no hay mención explícita de un viaje más largo. Aducen que los registros chinos en esa época eran exhaustivos y que la omisión sería poco probable.
Sobre los barcos chinos de la llamada Flota del Tesoro, los historiadores occidentales aceptan que eran mucho más grandes que los europeos, pero sostienen que eran muy lentos y poco maniobrables, que navegaban cerca de la costa y que su funcionalidad en el océano a miles de kilómetros de la costa con fuertes oleajes es dudosa.
Entre los historiadores occidentales que consideran que Menzies probó la llegada de los chinos a América antes de que lo hicieran los europeos, se encuentra el historiador argentino-mexicano Enrique Dussel.9
Del artículo de Javier Sanz — 9 abril 2015.
Zheng He nació en 1372, en la aldea de Hedai, en la provincia montañosa de Yunnan, y no siempre fue conocido con ese nombre, su verdadero nombre era Ma He. En esa época, el poder de los mongoles había comenzado a decrecer y a ser reemplazado por los Ming. La familia de Zheng He había luchado junto a los mongoles y pertenecía a una casta foránea, concretamente a los hui (aquellos que se expresan en chino y son musulmanes). Siendo un niño, había sido capturado por los Ming y posteriormente castrado. Ya como un eunuco, fue enviado a Beijing para servir en la corte del príncipe Zhu Di (futuro emperador Yongle), donde juntos, Zheng He y Zhu Di, conspiraron para derrocar a Jianwen, emperador por aquel entonces de China y sobrino del mismísimo Zhu Di. Tras los enfrentamientos, tomaron la capital, Nanjing, y en 1402 el príncipe Zhu Di fue coronado como emperador Yongle. El emperador Yongle es considerado por muchos como el «Pedro el Grande chino«, debido a que los territorios de China crecieron más y más. Como recompensa por sus acciones durante la rebelión contra el emperador Jianwen, Zheng He fue nombrado almirante. Tras alcanzar el poder, una de las prioridades del emperador Yongle fue impulsar el comercio marítimo como importante y provechosa fuente de ingresos (actividad mal vista hasta su llegada).
Zheng He, ya como almirante, se le encomendó la difícil tarea de construir una poderosa flota para navegar y comerciar por los mares de Oriente. Con unos mapas viejos y desfasados, unos pocos barcos y apenas tripulación, se puso manos a la obra. Ordenó construir gigantescos astilleros en la rivera del río Yangtze, a las afueras de Nanjing, que entre 1403 y 1407 fueron capaces de fabricar alrededor de 1600 barcos. Esta flota no fue creada únicamente para fines económicos, también para combatir la piratería, establecer nuevas relaciones diplomáticas, la búsqueda de animales exóticos, plantas medicinales… La flota de Zheng He era una auténtica ciudad flotante compuesta por todo tipo de barcos, entre los que destacaban los llamados «Barcos del Tesoro«. Se desconocen sus verdaderas dimensiones, ya que no se ha conservado ni uno, pero se calcula que eran de 120 metros de largo, 50 metros de ancho y con más de 5 mástiles… toda una fortaleza flotante que poco o nada tenía que ver con otros navíos de la época en Europa.
La imponente flota del almirante Zheng He realizó hasta siete viajes por los mares y costas de Oriente. Pese a que había soldados en los navíos, Zheng He no los utilizó con fines expansionistas o colonialistas, más bien como fuerzas disuasorios o como tropas de refuerzo para defender los intereses de los aliados de China. Para hacernos una idea de los beneficios obtenidos de estos viajes, en 1412 se financió la construcción de una torre de 80 metros de alto en Nanjing, la Torre de la Porcelana, destruida en 1856 por los Taiping. China, durante el reinado del emperador Yongle, vivió un esplendor sin precedentes: se edificaron importantes obras arquitectónicas como la citada Torre, la Ciudad Prohibida, se retomaron obras de reparación y construcción de nuevos tramos en la Gran Muralla, prosperó el comercio…
El primer viaje del almirante fue en 1405, con cerca de 320 barcos y 28.000 hombres. Durante los más de dos años que duró la expedición, visitaron Sumatra y Sri Lanka, se enfrentaron a los piratas cerca de Malaca (Malasia) y llevaron a China a varios embajadores extranjeros. En el segundo viaje, la flota y tripulación fue mucho más pequeña que en el primero (unos 70 barcos), ya que el objetivo era devolver a su hogar a los embajadores extranjeros que habían traído a China. En el tercer viaje, en 1409, el número de barcos y de hombres fue incluso más modesto, apenas 50 barcos, pero aún así visitaron Vietnam, Temasek (actualmente Singapur) y nuevamente Malaca. Estos primeros viajes mejoraron las relaciones comerciales con el sudeste asiático, pero el emperador Yongle fijó a Zheng He una nueva misión: la exploración de Arabia y África, lugares que no eran del todo desconocidos por los chinos.
En el cuarto viaje, Zheng He partió de China el año 1414 con unos 63 navíos y llegó hasta la India y las Maldivas. En este viaje, como curiosidad, Zheng He llegó a China con el rey de Bengala como invitado y éste obsequió al emperador Yongle con un «qilin» (un animal mitológico similar al unicornio que aparecía cuando los gobernantes eran justos, aunque en realidad era simplemente una jirafa). Sea como fuere, muchos felicitaron al emperador por ese símbolo de buen augurio. En el quinto viaje, ya en 1416, Zheng He visitó los puertos habituales del sudeste asiático y esta vez sí que llegó hasta la península Arábiga y Somalia. En el sexto viaje, la flota repitió los destinos habituales y Zheng He fue invitado a la inauguración de la Ciudad Prohibida.
Las cosas comenzaron a torcerse en el que sería ya el séptimo y último viaje de la flota imperial china. Los confucionistas, partidarios del aislacionismo, comenzaron de nuevo a ganar terrero e importancia en la corte del emperador Yongle, la construcción de nuevos barcos comenzó a decaer tras la remodelación del Gran Canal en 1411 (dicho canal ofrecía una ruta mucho más rápida y segura que la marítima), comenzaron también los problemas internos: hambrunas, epidemias, déficit, inflación, guerra con los rebeldes vietnamitas del norte del país… y la muerte del principal valedor de Zheng He en 1424, el emperador Yongle. El hijo de Yongle, el emperador Hongxi, pese a que solo reinó durante 9 meses, se mostró partidario de cancelar las expediciones navales. Xuande, el sucesor de Hongxi, ante la crisis que se cernía sobre China, ordenó iniciar los preparativos del que sería el último viaje de Zheng He. En 1430 zarpó desde China una flota similar a la del primer viaje con más de 300 barcos. Esta gran flota se dividió en dos: una marchó por África (llegando hasta Kenia y Mozambique) y la otra, con Zheng He al mando, puso rumbo al Golfo Pérsico. Zheng He falleció antes de llegar a su destino y pese a que tiene una tumba en China, está vacía. Como buen lobo de mar, fue enterrado en el océano. La flota regresó a China sin su almirante pero con nuevos productos, embajadores y hasta varios «qilin» más. La situación se desmoronó con la muerte del Xuande. Su sucesor, Jungtong, de tan solo 7 años de edad, fue capturado por los mongoles en 1449. Los confucionistas, con una fuerte presencia en la corte, una gran influencia en China y mucho más conservadores que anteriores emperadores, prohibieron la construcción de barcos con más de dos mástiles y la navegación marítima mediante el edicto Hai Jin. Para evitar futuros despilfarros, parte de los viajes de Zheng He fueron «borrados» por los funcionarios del nuevo emperador Ming. Los mongoles volvían a ser una seria amenaza en el norte de China y se necesitaban soldados para defender las fronteras, cosa que hizo insostenible el elevado gasto que requería mantener las flotas del tesoro.
Sea como fuere, las expediciones de la flota imperial china terminaron de forma tajante y ello favoreció en gran medida la navegación y la exploración europeas. De haber seguido con sus expediciones, lo más probable es que hoy al sur de EEUU se hablase chino y no castellano. Como todos sabemos, unos años más tarde y desde otro lugar del mundo, un tal Cristóbal Colón ponía rumbo a…
Colaboración de Pedro Sanmartín
Los supuestos viajes a América del almirante Zheng He.
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