Dun Carloway
Dun Carloway
Dun Carloway, uno de los brochs mejor conservados de Escocia. A diferencia de la primera impresión que se pueda tener, está casi aceptado que no eran fortificaciones.
Localización
País: Reino Unido
Localidad: Carloway
Ubicación: Distrito de Carloway, Isla de Lewis, Hébridas Exteriores, Escocia (Reino Unido)
Coordenadas: 58°16′10″N 6°47′38″O
Ubicación: 1.5 millas al sur de Carloway, a unas 16 millas al noroeste de Stornoway, Lewis en la A858.
Información general
Usos: Probablemente, vivienda
Catalogación: Monumento planificado
Declaración: 18 de agosto de 1882
Fecha de construcción: c. siglo I a. C.
Destruido: c. 1300
Propietario: Historic Scotland
Altura: 9 metros (altura máxima que se conserva, debió tener más)
Dimensiones
Diámetro: 14 metros
Otras dimensiones: muros en la base de 3 metros de grosor
Detalles técnicos
Sistema estructural: Piedra seca
Dun Carloway (en gaélico escocés Dùn Chàrlabhaigh) es un broch situado en el distrito de Carloway, en la costa oeste de la isla de Lewis, Escocia. Se trata de un broch muy bien conservado, en las partes del lado este la pared alcanza los 9 metros de altura. En algunos puntos también hay reconstrucciones más modernas de la misma pared. Dun Carloway fue construido, probablemente, en algún momento del siglo I a. C., y la datación por radiocarbono de los restos encontrados en el broch evidencian que fue ocupada hasta alrededor del 1300. En la base el broch tiene entre 14 y 15 metros de diámetro y las paredes alrededor de 3 metros de espesor. Tiene planta circular y paredes paralelas que dejan un hueco practicable entre ambas y fue construida sin mortero.1 Probablemente tenía el suelo de madera, tabiques y techo de paja, necesarios para hacerla habitable, pero la única evidencia que queda de ello son los agujeros para los postes y vigas. Junto con el techo, el estrecho pasadizo presumiblemente asegurado por una puerta de madera, fueron los puntos más vulnerables de la construcción, sobre todo al fuego.
La única apertura hacia el exterior, la puerta de entrada, tiene unas dimensiones inferiores a 107 centímetros de alta por 91 de ancha, siendo el dintel la piedra más grande de toda la construcción.1
Escalera entre muros, comunica los niveles primero y segundo.
La doble pared se compone del muro interior, vertical, y del muro exterior con una inclinación que hace que los pasillos inferiores sean fácilmente practicables pero no así los superiores. En la construcción existían, algunas se conservan, aperturas o puertas que daban paso desde el interior a estos pasillos, que se llegan a unir entre plantas por medio de escalares. Tanto los pasillos como las escaleras están realizados con lajas de piedra que se apoyan en ambos muros. En la planta baja entre ambos muros se abren cuatro habitaciones, en una de las cuales se han encontrado restos de cerámica, la conocida como habitación A. Otra habitación, la D, se abre al pasillo de entrada al broch, por lo que se supone que aloja a quien lo guardaba.2
En los muros interiores se aprecia todavía el recrecimiento hecho a unos 2,1 metros para apoyar el suelo que conformaría el techo de la planta baja y piso de la superior.3
Historia
La mayoría de los brochs se construyeron en el período comprendido entre 100 aC y 100 dC Dun Carloway probablemente fue construido en el siglo I DC. [1] Probablemente obtuvo su nombre actual del nórdico Karlavagr (“Bahía de Karl”), una reliquia de su tiempo como parte del Reino de las Islas. A través de los siglos, Dun Carloway permaneció en uso hasta que el nivel del piso era demasiado alto debido a la acumulación de las capas de ocupación.[2]
El broch fue utilizado ocasionalmente en tiempos posteriores como fortaleza. Los Morrisons de Ness pusieron a Dun Carloway en uso en 1601. La historia cuenta que habían robado ganado de los MacAuleys de Uig. Los MacAuleys querían recuperar su ganado y encontraron a los Morrisons en el broch. Uno de ellos, Donald Cam MacAuley, trepó la pared exterior con dos dagas y logró expulsar a los habitantes arrojando brezo al broche y luego prendiéndole fuego.[3] [4] Los MacAuleys luego destruyeron el broch.[3]
Presumiblemente en el siglo 16 las paredes del broch todavía estaban en gran parte intactas. A mediados del siglo XIX, una gran parte de la parte superior del muro había desaparecido, y las piedras se reutilizaron en otros edificios.[5] La situación en 1861 se muestra en un dibujo publicado en 1890 por el Capitán Thomas.[6] Para evitar una mayor descomposición, Dun Carloway fue en 1882 uno de los primeros monumentos oficialmente protegidos en Escocia.[5] Cinco años después, el broch fue puesto bajo administración estatal. Desde entonces, la restauración se ha realizado en el broch. A principios del siglo XX y en la década de 1970 hubo excavaciones arqueológicas limitadas.[2]
Construcción
Dun Carloway está construido sobre una roca en una empinada ladera sur a una altura de 50 metros.[2] Es el broch mejor conservado en las Hébridas Exteriores.[4] [7] La pared del broch se eleva en el lado sur a 9,2 metros.[8] Solo Mousa Broch y Dun Telve tienen paredes que son más altas. La altura original de Dun Carloway es desconocida. El broch da a Loch Carloway.
El diámetro externo es de 14.3 metros; El diámetro interno del patio interior es de 7,4 metros.[2] El espesor de las paredes varía de 2,9 a 3,8 metros desde el sureste hasta el norte.[2] La entrada está en el lado noroeste.[9] La entrada mide 75 centímetros de ancho y 1 metro de alto. Las paredes en este lado del broch no exceden mucho la altura del capstone de entrada y no hay piedras encima del capstone grande.[10] En el lado sur del pasillo de entrada hay una llamada “celda de guardia”, una pequeña habitación lateral en el pasillo. La apertura a la “celda de guardia” es de 61 centímetros cuadrados.[6] En el interior del broch hay tres aberturas adicionales. La abertura en el lado este, frente a la entrada, conduce a las escaleras ubicadas entre las paredes del broche. La escalera corre a lo largo de un cuarto de la circunferencia del broch.[6] La abertura del noreste (a la izquierda de la abertura de la escalera) da acceso a una sala ovalada. Aquí hay rastros que muestran que hubo al menos tres hornos de turba a lo largo de los siglos.[2] La abertura oeste (derecha, después de entrar al broch) proporciona acceso a una habitación debajo de la escalera.[11]
En el muro suroriental son visibles dos grandes huecos en el muro. En el lado norte del interior sobresale la roca sobre la que se construyó el broche. Es probable que haya un piso de madera superior,[4] ya que la escasez (repisa) que podría sostener dicho piso es visible a 2 metros sobre el nivel del suelo.[9] Aunque el muro restante es superior a nueve metros, no se encontraron rastros de una escasez mayor.[12] Esto podría significar que solo había un piso, o que se usó un método diferente para pisos más altos.
Foto del broch
La excavación en la sala noreste encontró al menos tres hornos de turba utilizados en el período 400-700. En esta sala también había muchos restos de cerámica, así como un fragmento de una piedra quern y una colección de conchas de caracol. Las chimeneas no contenían huesos de animales, lo que hace que el uso doméstico (preparación de comidas) de los incendios parezca poco probable.[2] Una aplicación más industrial también es poco probable debido a la ausencia de herramientas que se utilizaron para hacer herrajes. Probablemente la habitación del noreste solo se usaba para la fabricación de ollas de barro [2]
Pasaje de entrada
Dun Carloway visto desde el camino de aproximación
Valla del Dingo
Valla del Dingo
El Cerco del Dingo (Dingo Fence), también conocido como Cerco del Perro (Dog Fence) es la valla más larga del mundo y se encuentra en Australia.
Se construyó como una verja de exclusión de plagas durante la década de 1880, culminándose en 1885. En un principio su objetivo era mantener a las poblaciones de conejos de Australia lejos de las fértiles tierras del Sur, pero al resultar inútil, pensaron que al menos serviría para mantener a raya a las poblaciones de canguros y emús. Sin embargo, en 1914 fue adaptada para ser a prueba de dingos.1
Sirve para mantener al dingo fuera de los lugares relativamente fértiles del Sur-Este del continente (donde fueron en gran parte exterminados) y protege a los rebaños de ovejas del Sur de Queensland. Mide 5614 kilómetros,2 más de la distancia entre Sevilla y Moscú,1 y va desde Jimbour hasta los acantilados de la llanura de Nullarbor.3 por encima de la Gran Bahía Australiana.4
- Fue un éxito parcial, aunque aún pueden encontrarse dingos en algunos estados del Sur. A pesar de que ha ayudado a reducir las pérdidas de ovejas por depredadores, esto se ha contrarrestado por los agujeros que se encontraban en la valla en la década de 1990 por los que ha pasado la descendencia del dingo y por la competencia en el pasto con canguros y conejos. Mayormente es una verja de 1,80 metros de alambre, pero algunos tramos en Australia del Sur son de cerca eléctrica. Algunas partes de la verja se encienden por la noche con lámparas de colores blanco y rojo.5 Existe también
Nada hay más definitorio de la historia de Australia que su relación con la propia isla de Australia. No hay estados extranjeros que hayan causado tantos quebraderos de cabeza a la ex-colonia como la fauna salvaje que los colonos europeos se toparon en el gigante trozo de tierra isleño allá por el siglo XVII.
El dingo: el perro que también odiaba Australia
En concreto, contra el dingo, el icónico perro no-domesticado que, se cree, desciende de sus parientes ya amaestrados en Europa y Asia.
El dingo es el principal predador de la isla de Australia. Pese a su alucinante cantidad de animales mortalmente peligrosos para el ser humano, la vida en Australia no es especialmente terrible para bichos como el koala, cuya existencia peluchil se antoja posible en un entorno carente de grandes felinos sedientos de sangre. Por tanto, los dingos, perros anaranjados de aspecto enclenque, tienen un rol vital en el país anglosajón.
Sin embargo, no desde el punto de vista económico. Presentes a lo largo y ancho de toda la isla, el dingo encontró en el ganado importado de Europa y exógeno a la tradicional fauna australiana un excelente caladero de manjares, dispuestos por obra y gracia del ser humano para su deleite. Fueron las ovejas las que se llevaron la peor parte: timoratas e indefensas, los dingos las cazaban con facilidad, especialmente si tenemos en cuenta la absurda cantidad de ellas que hay en Australia (más de 100 millones, ¡100!).
Al igual que en el caso de los emus, el gobierno australiano se topó a finales del siglo XIX con un montón de granjeros enfadados porque Dios había puesto en aquella isla que ellos habían decidido civilizar a toda costa perros indeseables. Y como sucedería varias décadas más tarde, Australia optó por la solución más tremendista y la más puramente australiana: una verja.
“The dog fence”. (Schutz/Wikipedia)
No hubo guerra como tal, pero sí un cuidadoso plan para apartar al dingo de los estados del sudeste australiano, allí donde se concentra la mayor parte de la población y las gigantescas poblaciones de ganado, una industria capital para el país. Las autoridades elaboraron entonces, a principios de 1880, la “Valla Dingo“, una larguísima concatenación de verjas con alambre de espino que habrían de mantener a la población de dingos lejos de las apetecibles ovejas. Fue terminada en 1885 y sigue ahí desde entonces.
La valla, que delimita la frontera de la Australia salvaje y de la Australia más adaptada al caprichoso ser humano, se extiende por 5.600 kilómetros, haciendo de ella la más larga e impresionante del planeta. No es inmune a los agujeros y a la ocasional invasión de dingos, pero ha mantenido al grueso de los estados poblados del país lejos de los dingos-puros. Hay dingos híbridos (mezclados con perros comunes) campando a sus anchas por la zona, pero en general son pocos y representan una preocupación menor.
El proyecto, que atraviesa Queensland, New South Wales y South Australia, ha tenido sus luces y sus sombras. Por un lado, es altamente disruptivo con la fauna local: compuesta por alambre de espino y con una altura de 180 centímetros, en ocasiones está electrificada y requiere de un continuado mantenimiento y vigilancia por parte de la administración. Por otro, ha permitido proteger al ganado. Sin embargo, ha provocado que los dingos se busquen la vida en otros lugares, comenzando a atacar a más emus y canguros.
¿Cómo de necesaria era? Para los ganaderos, bastante: hubo años, antes de la valla, que más de 11.000 ovejas perecían en las fauces de los dingos. En global son pocas, pero para algunas granjas pueden ser pérdidas definitivas.
Vilars de Arbeca
Vilars de Arbeca
Vista sudoeste de la fortaleza
Localización
País: España
Comunidad: Cataluña
Provincia: Lérida
Localidad; Arbeca
Coordenadas: 41°34′06″N 0°57′15″E
Datos generales
Declaración: 26 de mayo de 1998
Categoría: Zona arqueológica
Código: RI-55-0000549
Construcción: 750 a. C. – 325 a. C.
La fortaleza de los Vilars de Arbeca (775 a. C.-325 a. C.) está situada en una zona de llanura, a 4 km de la localidad de Arbeca en la comarca de Las Garrigas, en la provincia de Lérida en Cataluña (España). Fue construida hace 2800 años por una tribu de ilergetes que pertenecía al grupo cultural de los campos de urnas, llamado así por la costumbre de incinerar y enterrar en vasos cerámicos las cenizas de sus muertos, es única en el mundo íbero catalán. Constituye, especialmente por sus defensas, un conjunto arqueológico único en el panorama peninsular y europeo de la Primera Edad del Hierro y la Cultura Ibérica.
Se ubica en una zona inundable del río Corb y fue construida durante la Primera Edad del Hierro manteniéndose habitada ininterrumpidamente durante cuatrocientos años. De forma ovalada se estructura alrededor de una cisterna de agua que ocupa el centro de una plaza junto a la cual se van levantando las viviendas de forma rectangular. Todo el conjunto está rodeado de una muralla torreada de cinco metros de ancho y otros cinco de alto con 12 torres semicirculares y un foso inundable de 15 metros de anchura y 4 de profundidad en el que se abren dos puertas de acceso de pequeñas dimensiones. Rodeando el complejo había una barrera de piedras clavadas en el suelo, sistema defensivo denominado chevaux-de-frise, que impedían el paso de a pie o a caballo. Estas características defensivas la hacían casi inexpugnable.1
Con capacidad para albergar unas 100 personas fue habitada desde el siglo VIII a.C. hasta el año 325 a.C siendo abandonada de forma abrupta. Doscientos años después, en contacto con otras culturas mediterráneas, los habitantes de Els Vilars vivieron el proceso de iberización, convirtiéndose en el pueblo llamado por los escritores antiguos como los ilergetes. La fortificación fue edificada en el llano, despreciando los cerros de más fácil defensa, sobre el barranco de Aixaragall, controlando el agua y las tierras aluviales.
El descubrimiento de la fortaleza fue en 1975, pero la falta de recursos impidió que se hicieran excavaciones arqueológicas hasta que comenzaron una década después.2
Desde 1985, con el patrocinio del Servicio de Arqueología de Cataluña, la Diputación de Lleida y el Ayuntamiento de Arbeca, la Universidad de Lleida excava este conjunto arqueológico excepcional.
El recinto no fue destruido, sino simplemente desalojado. Una cosa parece segura: el espacio interior era muy reducido, la muralla, el foso y las defensas, que habían sido la razón de ser del asentamiento, siglos más tarde se convirtieron en un obstáculo para su crecimiento.
En el año 1998 fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional, en la categoría de Zona Arqueològica, por la Generalidad de Cataluña.
A escasos cuatro kilómetros de los restos del poblado ilergete el viajero llega hasta la localidad más próxima, Arbeca, que se sitúa alrededor de una colina, en cuya cima se ubican los restos del antiguo y poderoso castillo de los Duques de Cardona, que tiene su origen en una fortaleza árabe conquistada a mediados del siglo XII.
El poblado dejó de ser aldea para transmutarse en fortaleza.
Puerta Norte del yacimiento./CRPU Mascançà
Vista oeste de Els Vilars de Arbeca./CRPU Mascançà
La recreación mediante técnicas del siglo XXI del poblado de Vilars d’ Arberca nos transporta a un mundo íbero, sin duda, más avanzado tecnológicamente de lo que a veces podemos llegar a imaginar.
Para saber más: https://caminandoporlahistoria.com/vilars-darbeca/
Las murallas fue el primer elemento que se construyó en la ciudad, ya que las casas interiores aparecieron adosadas a esta. A dicho espacio amurallado se le añadió en primer término un campo frisio, es decir, se rodeó de piedra clavadas en el suelo de forma vertical, su utilidad retrasar y entorpecer la marcha de los posibles asaltantes. Este elemento pronto será sustituido por la gran balsa de agua que rodeaba todo el poblado, esta se consiguió tras una gran labor de impermeabilización del terreno, para aprovechar las aguas freáticas existentes en la zona. Debemos destacar que la balsa no era perpetua, sino que se podía inundar cuando fuese necesario, este aspecto dota a esta fortaleza íbera de características exclusivas, y nos revela las grandes dotes para la ingeniería de los íberos ilergetes.
La muralla se fue adecuando a los cambios del terreno durante los más de 400 años que duró el poblado, se han constatado hasta cuatro niveles constructivos diferentes: (Vilars I, II, III; IV) son los elegidos por los expertos para la explicación del yacimiento. El resultado fue una especie de anillos concéntricos, donde las primeras murallas servían por un lado de cimentación de las posteriores, cada vez más altas, y por otro de contención para la balsa exterior. Destacar que la muralla final contó con 12 torres, de las cuales solo la de la entrada principal parecía tener características defensivas, al hallase en su interior un espacio abierto para su inutilización como morada de los vigías y acceso a la parte superior, el resto parecen tener un carácter más estructural. Añadir que la muralla tenía tres puertas, solo una de ellas con acceso directo a la pasarela de entrada, todas tres de reducidas dimensiones que favorecía la defensa, al no pasar dos personas a la misma vez.
Una de las tres entradas a Vilars d’Arbeca
Restos de muralla donde se observa el campo frisio
Cisterna en el centro del poblado de Vilars d’Arbeca
El espacio inundable extramuros
La casa del herrero de Vilars d’Arbeca
Más restos amurallados con las piedras de la cantera del Médol
Restos de los ocho hornos públicos
Vilars d’Arbeca contaba incluso con cloacas para la extracción de agua del interior del poblado.
Por otro lado, destacar que Vilars d’Arbeca es el yacimiento íbero más impresionante de la Península ibérica, no por sus dimensiones, sino por encontrarnos ante un yacimiento solo habitado por pre-iberos e íberos, por lo que se convierte en un yacimiento prácticamente único para conocer el proceso de iberización.
Valla contra los conejos
Valla contra los conejos
Los conejos, exógenos en un ecosistema carente de grandes depredadores que terminaran con su población, comenzaron a reproducirse sin control y su población se disparó. Esto derivó en un progresivo problema para los agricultores, sí, pero también para cientos de especies de plantas endógenas que se perdieron para siempre, además de diversos inconvenientes relacionados con la erosión del suelo. Y en un estado de progresiva desesperación, Australia decidió construir otra valla, algo más corta, en el oeste.
La verja (que se ampliaría) recorre la isla de norte a sur, y ha sido, en términos generales, bastante inservible. La población de conejos nunca fue del todo controlada y los pequeños roedores lograron colarse en el interior de las zonas ganaderas y de cultivo. Ya desesperados, en los cincuenta el gobierno comenzó a introducir virus que pudieran diezmar a los conejos, con más éxito. Hoy siguen siendo millones (llegaron a ser 600, ya son menos de 200).
Conejos bebiendo de un estanque en Australia, en 1938.
Ambos proyectos, en cualquier caso, surgieron de verjas protectoras de la ganadería desarrolladas a menor escala. La valla conejil suma 3.200 kilómetros, lo que depara casi 9.000 kilómetros verjados en Australia a consecuencia de la introducción descontrolada de especies exógenas. Es la historia que define al país y a su relación tortuosa con su entorno: una lucha cerril contra los designios de la Naturaleza. Y muy, muy australiana.
Este es Thomas Austin un ingles de Somerset que se fue a vivir a Australia en 1831. Contaba entonces con 16 años y mientras su vida prosperaba en las granjas, decidió apuntarse a una “Sociedad de aclimatación”. Hay que ponerse en la mentalidad de la época y pensar que su concepto del medio ambiente estaba en mantillas, pero básicamente estas sociedades trababan de introducir especies locales europeas en las colonias de medio mundo, ya que pensaban que la fauna local era débil y poco desarrollada…
El bueno de Thomas Austin fue uno de los promotores en introducir muchos animales en Australia, entre ellos el Mirlo Negro euroasiático y se puede decir que fue un éxito viendo por donde esta desplegado este ave en el mundo…
Pero por lo que paso a la fama este en ingles fue por soltar 24 conejos en 1859 en su recién creada finca de 12.000 ha en Barwon Park, Victoria, a 110 km de Melbourne. Lo hizo con la intención de divertirse cazándolos como deporte, una forma de diversión habitual en la época. Si bien los conejos ya estaban en Australia desde 1790, no existían sueltos, sino en granjas y criaderos acotados.
Los conejos europeos nacen sin pelo, por lo que solo crían en verano y meses de temperaturas suaves. El problema es que en Australia eso del “invierno” como que no existe y una sola madre puede tener 40 camadas en un año… y claro, la fauna y flora local no estaba preparada para el desastre que vendría después.
Hay que tener en cuenta que en Australia existen animales venenosos pero también hay animales muy, muy pacíficos, tipo koala y demás:
Como la agricultura de extensiones gigantescas estaba a la orden del día, los conejos tenían muchos prados y pastos para corretear y crear una plaga de proporciones bíblicas. Para mas gracia, Thomas habia introducido dos especies diferentes de conejos que al juntarse, formaron una nueva especie mas fuerte, agresiva y resistente. Lo tenían todo de cara los jodios!!!
La barrera de conejos del oeste
Así pues nos plantamos 1889, 30 años después, con la InterColonial Rabbit Commission que pagaba 25.000 libras para quien demostrase un método efectivo para el control y exterminio del conejo. Como no había forma de eliminarlo una de las ideas de 1896 fue vallar el oeste australiano para mantenerlos fuera de esa área poblacional. La Rabbit Proof Fence No1 comenzó a construirse en 1901
Cuando estaban por la mitad de la construcción, se dieron cuenta que ciertos grupos de conejos ya habían pasado el área delimitada que aun no habían construido, por lo que planearon construir una segunda valla, la No2 y mas tarde la No3 para cerrar el norte y poner a salvo las ciudades del sur-oeste australiano, así como los campos de cultivo.
Estos fallos de previsión no dejaron indiferente al buen humor australiano de la época.
Lo operarios de mantener la valla tenían que viajar durante semanas solos y recorrer los cerca de 3.236 km que en total tienen las tres barreras del oeste australiano. Hoy en día se hace en 4×4.
Impacto y consecuencias
Conejos, dingos, camellos y otras especies invasoras destrozan el terreno y atacan las explotaciones agrícolas por una razón: agua y comida. En época de sequías pueden arrancar cañerías y destruir cultivos en busca del liquido elemento. Los perros salvajes pueden hacer agujeros profundos en su rutina de cazar conejos.
Otra de las consecuencias de la barrera es que el clima es diferente a un lado y a otro. Como las explotaciones agrícolas están dentro de la valla, se ha formado un microclima húmedo y fresco, pero al otro lado del a valla comienza el Outback australiano, desértico y caluroso, la nubes literalmente desaparecen.
Trampas para conejos cada ciertos de kilómetros.
En 1950 se introdujo la mixomatosis, una enfermedad vírica que mata a los conejos. En solo dos años los conejos pasaron de 600 millones a 100 millones. Cuando los conejos comenzaron a ser resistentes volvieron a aumentar a los 300 millones en 1990. En 1995 se volvió a introducir otra arma biológica, la llamada enfermedad hemorrágica del conejo, que de momento parece cumplir con efectividad su cometido.
Broch de Gurness
Broch de Gurness
El Broch of Gurness es un pueblo de broch de la Edad del Hierro en la costa noreste de Orkney continental en Escocia con vistas a Eynhallow Sound, a unas 15 millas al noroeste de Kirkwall. Una vez albergó una comunidad sustancial.
Broch de Gurness
Ubicación: Continental, Orkney
Región: Escocia
Coordenadas: 59.122 ° N 3.078 ° W
Tipo: Asentamiento de la edad de hierro
Períodos: Edad de Hierro
Nombre oficial:Aiker Ness, Broch of Gurness, broch y asentamiento
Designada:4 de mayo de 1994
Numero de referencia.:SM90157
Descripción
La construcción comenzó en algún momento entre 500 y 200 a.C.[1] En el centro del asentamiento hay una torre de piedra o broch, que una vez probablemente alcanzó una altura de unos 10 metros. Su interior está dividido en secciones por losas verticales. La torre presenta dos pieles de paredes de piedra seca, con galerías con pisos de piedra en el medio. A estos se accede por pasos. Las repisas de piedra sugieren que hubo una vez un piso superior con piso de madera. El techo habría sido cubierto con paja, rodeado por un camino de pared unido por escaleras a la planta baja. El broch cuenta con dos hogares y una cisterna subterránea de piedra con escalones que conducen a él (parecido a la configuración en Mine Howe). Se cree que tiene algún significado religioso, en relación con un culto de la Edad de Hierro del subsuelo.[1] [2] : 38
Los restos de la torre central tienen una altura de hasta 3,6 metros (11,8 pies) y los muros de piedra tienen un grosor de hasta 4,1 metros (13,5 pies).
El techo probablemente era cónico o ligeramente hiperbólico.[3]
La torre probablemente fue habitada por la familia principal o el clan de la zona, pero también sirvió como último recurso para la aldea en caso de un ataque.[1]
El broche continuó habitado mientras comenzó a colapsar y las estructuras originales fueron alteradas. Se llenó la cisterna y se repartió el interior. La ruina visible hoy refleja esta fase secundaria del uso del broch.[1]
El sitio está rodeado por tres zanjas cortadas de la roca con murallas de piedra, que rodean un área de alrededor de 45 metros de diámetro. Los restos de numerosas pequeñas viviendas de piedra con pequeños patios y cobertizos se pueden encontrar entre la zanja interior y la torre. Estos fueron construidos después de la torre, pero fueron parte de la concepción inicial del asentamiento. Una “calle principal” conecta la entrada exterior al broch.[2] El asentamiento es el mejor conservado de todos los pueblos de broch.[1]
Aquí se encontraron piezas de un ánfora romana que datan de antes del año 60 d. C., dando peso al registro que un “Rey de Orkney” presentó al emperador Claudio en Colchester en el año 43 d. C.[4]
En algún momento después del año 100 DC, el broch fue abandonado y las zanjas se rellenaron.[1] Se cree que el asentamiento en el broch continuó en el siglo V d. Para entonces, el broch ya no se usaba y algunas de sus piedras se reutilizaron para construir viviendas más pequeñas en la parte superior de los edificios anteriores.[2] Hasta aproximadamente el siglo VIII, el sitio era solo una granja.[1]
En el siglo IX, una mujer nórdica fue enterrada en el sitio en una tumba forrada de piedra con dos broches de bronce y una hoz y un cuchillo de hierro.[2] Otros hallazgos sugieren que los hombres nórdicos fueron enterrados aquí también.[1]
El broch está al cuidado de la Escocia histórica.[1]
Mapa de las Islas Orcadas, continente destacado
La isla Mainland es protagonista de uno de los mayores símbolos arqueológicos que se pueden visitar dentro de las Islas Orcadas. Se trata de Broch of Gurness (conocido también como Bahía Aikerness), un sitio de forma circular descubierto por los poetas Orcadian y Robert Rendall mientras dibujaban el Knowe.
En tanto a la construcción del lugar, se cree que fue realizado alrededor del 200 a.C., posiblemente donde antes se presentaba otro asentamiento.
Podéis observar que todo el espacio se encuentra rodeado por defensas exteriores, en conjunto con tres murallas y tres zanjas. Asimismo se visualizan unas cuarenta casas de piedra, donde en aquella época cada una de ellas contenía muebles de piedra, baño y un hogar de igual material.
A medida que fue pasando el tiempo, Broch f Gurness ha comenzado a perder su principal función, la cual era defenderse de los atacantes. Tal es así que en el año 100 d.C. fue abandonado y posteriormente, desmantelado (seguramente con el fin de poder realizar con las piedras nuevas casas en la zona).
Hoy en día, lo que queda por ver son restos de piedras, lo que incluye una increíble puerta de entrada, una chimenea rectangular y una cámara subterránea, similar a la descubierta en Minehowe durante el año 1946. Entre las más destacadas medidas, vale mencionar los restos de la torre principal de hasta 3,6 metros de altura, y las paredes de piedra de 4,1 metros de espesor.
Finalmente, el sitio es accesible para todo tipo de visitantes, tanto las personas en sillas de ruedas como los de movilidad reducida. Es posible evitar las escaleras y optar por las pistas de pastos verdes. Recuerden que podéis optar por una visita guiada todos los martes y jueves a las 14:00 horas.
Broch de Gurness es un lugar espectacular digno de ser conocido por cualquier turista que este de viaje por Escocia, tanto por su historia como por su nivel cultural.
Más información en: https://www.northlinkferries.co.uk/orkney-blog/the-broch-of-gurness/
Se cree que la torre fue habitada por la familia principal o el clan, pero también sirvió como último recurso para la aldea en caso de un ataque. Parece que se han llevado a cabo una serie de modificaciones en el interior del broch durante sus años de ocupación, sin embargo, hoy se puede ver el hogar rectangular original y una cámara subterránea que contiene un tanque de agua lleno de manantiales. La entrada a cada una de las viviendas circundantes conducía a una gran sala de estar y dormitorio, que eran habitaciones laterales más pequeñas. La habitación principal tenía un hogar, un gran tanque colocado en el piso, armarios y espacios para dormir. Algunas casas también tenían un patio abierto al cielo y un cobertizo. Eynhallow Sound, la vía marítima entre Orkney continental y la isla de Rousay, habría sido un recurso importante para los primeros habitantes. Hay evidencia de que el bacalao, las ballenas y las focas eran parte de la dieta, y también proporcionaban pieles y aceite.
Diez datos fascinantes sobre el Broch of Gurness
Uno de nuestros sitios arqueológicos favoritos en Orkney es el Broch of Gurness cerca de la playa de Aikerness en Evie. Situado a lo largo de la costa norte del oeste continental, el Broch of Gurness es un lugar especialmente bueno para visitar con niños que se divertirán explorando el sitio y jugando a las escondidas entre las ruinas circundantes. Hemos compilado una lista de diez hechos fascinantes sobre el broch.
- Alrededor del año 500 aC, los habitantes de Orkney de la Edad del Hierro comenzaron a construir casas circulares fuertes como viviendas principales para sus granjas. Algunos formaron los centros de pequeños pueblos agrícolas. El Broch of Gurness es uno de esos edificios, construido entre 500 y 200 AC y abandonado algún tiempo después de 100AD. Tenía ocho metros de altura con un diámetro interno de 20 metros. El Broch of Gurness estaba cubierto por un techo de madera cónico cubierto de paja, césped o algas. Estaba rodeado de numerosas viviendas que albergaban hasta 40 familias.
- El Broch of Gurness se encuentra a lo largo de la costa en una buena posición defensiva, rodeado en el lado de tierra con campos fértiles, sobre una hermosa playa para transportar botes y cerca de zonas de pesca. Hay evidencia de 11 brochs a lo largo de este tramo de costa entre el continente y la isla de Rousay . El área era una parte importante de Orkney durante la Edad del Hierro; El mar era vital para el transporte y la alimentación.
- Brochs son exclusivos de Escocia; Hay aproximadamente 500 brochs y la mayoría estaban solos. En Orkney, la mayoría de los brochs estaban rodeados por un pueblo.
Existe un debate sobre si el imponente Broch of Gurness fue un símbolo de estatus o un último recurso defensivo para los aldeanos. Sin embargo, no hay evidencia de combates o la destrucción violenta de brochs en ninguna parte de Escocia. Es posible que los brochs sirvan como elemento disuasorio, pero lo más probable es que fueran la residencia de la familia más importante de la comunidad. Brochs también pudo haber servido como lugar de reunión para actividades comunales.
- Las personas que vivían aquí eran agricultores prósperos en comunicación con otras partes de Escocia. Puede haber habido pequeñas disputas, pero en general se trataba de una sociedad establecida. Dicho esto, fue difícil entrar en el Broch of Gurness. Había dos puertas exteriores para acceder al asentamiento. Una vez dentro del asentamiento, había dos puertas de entrada al Broch of Gurness. Una piedra pivotante sobre la que se puede ver una puerta pesada abatida (en la foto de arriba). Hay agujeros cuadrados en la pared de paso de Broch para sostener una barra de madera robusta para la puerta.
- El Broch of Gurness tenía paredes gruesas, un hogar central, armarios de piedra y un pozo. Dicho esto, desde que encontraron Minehowe en Tankerness en 1999, los arqueólogos han reevaluado el pozo. ¿Era para recoger agua o era una estructura subterránea? Durante la vida del Broch of Gurness, hubo un colapso en sus paredes; Se agregó una nueva escalera y se cubrió el pozo. El interior del Broch se habría complementado con madera y podría haber tenido un piso elevado. Dentro del Broch of Gurness, se encontraron tesoros como herramientas para tejer, telares, una lámpara de aceite y un cuchillo de hierro.
Todas las viviendas circundantes tenían grandes salas de estar y un trastero. Contenían una chimenea, espacios para dormir, armarios y un gran tanque en el suelo.
- La vida en el Broch of Gurness habría estado ocupada y dura. Hubiera sido ruidoso y maloliente; tranquilo durante el verano, cuando la gente pasaba los largos días en los campos y en el mar, y claustrofóbico durante el invierno, mientras la gente trabajaba en el interior con herramientas de hueso, cuerdas de paja, pieles de animales, cerámica y metalurgia.
Para la alimentación, se cultivaron grandes cantidades de cebada. El ganado fue criado para carne, leche y cuero. El ganado también habría ayudado a arar los campos. También se mantuvieron ovejas, cabras, cerdos, gallinas y gansos, y otras fuentes de alimentos de la Edad del Hierro incluyeron plantas silvestres, mariscos, peces, focas y ballenas pequeñas.
- Nadie sabe por qué el Broch fue abandonado en 100AD. La evidencia indica que las personas tal vez se mostraron menos interesadas en vivir en sociedades comunales y comenzaron a establecer granjas individuales dispersas. Los arqueólogos han encontrado menos edificios de este período y han especulado que la población de Orkney disminuyó en los siglos anteriores a la llegada de los vikingos. Sin embargo, también es posible que los orcadianos durante este período comenzaron a construir con madera, por lo que sus viviendas no habrían sobrevivido hasta nuestros días.
- Un llamativo edificio pictórico llamado Shamrock House es visible al ingresar al sitio hoy. Originalmente, esto no se encontraba aquí, pero se trasladó desde un área al sur del broch para permitir la excavación de los niveles subyacentes. Fue construido mucho después de que el Broch of Gurness fuera abandonado, excavado en los escombros del asentamiento anterior. Era una casa pequeña con un hogar central, cuatro cámaras periféricas (dándole la forma de trébol) y un techo de paja bajo. Al lado de Shamrock House hay un edificio rectangular que posiblemente fue un byre para el ganado.
- Los vikingos se establecieron en Orkney después de 800AD y tendieron a utilizar sitios de asentamiento anteriores para sus entierros. Una mujer vikinga fue encontrada enterrada cerca del Broch de Gurness; llevaba una fina prenda de tela, un collar de hierro y un par de broches ovalados con dibujos (en la foto de arriba). También se encontró una hoz de hierro y un cuchillo con mango de madera en la tumba; bienes para acompañarla al próximo mundo. Otros artefactos vikingos también se encontraron cerca, lo que indica que el área contenía más de la tumba vikinga.
La entrada a la torre de broch Gurness, bordeada a ambos lados por los edificios que conformaban el pueblo.
- El Broch of Gurness fue descubierto en 1929. El poeta orcadiano Robert Rendall estaba dibujando en un montículo cubierto de hierba cuando una de las patas de su taburete se hundió en él. En una inspección adicional, Rendall encontró una escalera que conducía a la tierra. Luego fue excavado cuidadosamente.
Durante la excavación, el Broch fue llamado el Broch de Aikerness. ¿Podría el Broch of Gurness ser ese nombre pronunciado por una lengua orcadiana y mal entendido por un arqueólogo?
La estructura que queda hoy es, como máximo, 3.5 metros de altura, con una base sólida. La sección hueca de la pared, a ambos lados de la entrada principal, alberga celdas pequeñas.
Bodega subterránea
La torre de broch de los restos de la casa Pictish
Esta cámara, típica de un número encontrado en sitios a través de Orkney, es muy similar a la cámara subterránea descubierta en Minehowe en 1946.
Durante los años de su ocupación, se realizaron una serie de modificaciones en el interior del broch, pero el hogar rectangular original y una cámara subterránea que contiene un tanque de agua lleno de manantiales todavía son claramente visibles hoy.
La “Casa Shamrock”, como se la ha bautizado, tiene un diseño típicamente pictórico, y fue encontrada enterrada en los escombros en la parte sureste del sitio. Posteriormente fue movido, piedra por piedra, a la derecha de la entrada moderna.
Otros hallazgos Pictish de Gurness incluyen un mango de cuchillo de hueso con inscripción ogham y una piedra tallada con símbolos Pictish.
Los restos fragmentados de una piedra de símbolo Pictish fueron descubiertos en las arenas cercanas de Evie.
Puertas Caspias
Puertas Caspias
Derbent Caspian Gate
La garganta de Darial antes de 1906.
Las Puertas Caspias son una barrera o muralla existente desde la Antigüedad para contener a los bárbaros. Generalmente se consideran como tales la red de fortificaciones de Derbent, en Rusia, que llegó a tener 30 torres que miraban hacia el norte, y que solían extenderse a lo largo de 40 kilómetros entre el mar Caspio y las montañas del Cáucaso, bloqueando con efectividad el paso a través del Cáucaso.
Un muro de defensa y fortificación de Sasania similar al de Gorgan, se encuentra en el lado opuesto, al oeste, del Mar Caspio en el puerto de Derbent, en la República de Daguestán, Rusia. Allí, los restos de una línea de fortificaciones corren tierra adentro por unos 3 km (1.9 millas) desde la costa del mar Caspio (42.062643 °N 48.307185 °E) a lo que hoy es un fuerte sasánida extraordinariamente bien conservado en las primeras estribaciones de Las montañas del Cáucaso.
Derbent y sus puertas del Caspio se encuentran en la parte occidental de la región histórica de Hyrcania . Mientras que la fortificación y las paredes en el lado este del Mar Caspio seguían siendo desconocidas para los historiadores grecorromanos, la mitad occidental de las impresionantes “fortificaciones del norte” en el Cáucaso eran bien conocidas por los autores clásicos.
Derbent fue construido alrededor de la única fortaleza persa sasánida, que sirvió como una ubicación estratégica que protegía el imperio de ataques de los köktürks. Cuando estaba en uso, la inmensa muralla tenía hasta 20 metros de alto y un grosor de alrededor de 3 metros.
Normalmente se identifican estas Puertas Caspias con las «Puertas de Alejandro», una barrera legendaria supuestamente construida por Alejandro Magno en el Cáucaso para evitar que los incivilizados bárbaros del norte (asociados típicamente con Gog y Magog) invadieran la tierra del sur. Aunque las Puertas Caspias históricas no se construyeron hasta probablemente el reinado de Cosroes I en el siglo VI, mucho después del tiempo de Alejandro Magno, se le atribuyeron a él a lo largo de los siglos. Algunos eruditos defienden que podía haber existido una fortificación anterior construida durante el Imperio persa aqueménida (la región de hecho ha estado habitada durante 5.000 años). Si esto es cierto, agentes del Imperio de Alejandro bien podían haber visitado la zona o incluso haber fortalecido la estructura después de conquistar a los aqueménidas, aunque Alejandro personalmente nunca viajase tan al norte.
Las puertas de Alejandro fueron un tema popular en la literatura de viaje medieval, comenzando con el Romance de Alejandro en una versión de quizás el siglo VI. El muro de Alejandro también se ha confundido con el Paso de Dariel o Darial. Una teoría alternativa la une con el llamado «Muro de Alejandro» (el Gran muro de Gorgan) en la orilla suroriental del mar Caspio, del que aún se conservan hoy 180 km, aunque en penoso estado de conservación.1
El nombre de Puertas Caspias originariamente se aplicó a la estrecha región en la esquina sureste del mar Caspio, a través del cual Alejandro de hecho marchó en su persecución de Besos, aunque no se detuvo a fortificarlo. Fue transferido a los pasos a través del Cáucaso, en el otro lado del Caspio, por los «historiadores» más a la moda de Alejandro.
En el Romance de Alejandro, Alejandro persigue a sus enemigos para pasar entre dos picos en el Cáucaso conocidos como los «Pechos del Mundo». Decide hacer prisioneras a las «naciones sucias» del norte, que incluyen Gog y Magog, tras un enorme muro de hierro o adamantio. Con la ayuda de Dios, Alejandro y sus hombres cierran el estrecho paso, manteniendo a los poco civilizados Gog y Magog lejos del pillaje de las pacíficas tierras meridionales. La naturaleza del paso nunca está muy claro; algunas fuentes dicen que es un paso entre las montañas, mientras que otras dicen que es un paso entre los picos y el mar Caspio.
Una historia similar aparece en la azora al-Kahf (La cueva) 83-98 del Corán, donde el gran héroe Dhul-Qarnayn («El que tiene dos cuernos») construye un muro para proteger a la gente inocente a los pies de las montañas de Gog y Magog. Que esta historia aparezca en un relato de ficción antes de que se escribiera el Corán ha causado cierta controversia entre los eruditos islámicos, aunque algunos arguyen que «Dhul-Qarnayn» no se supone que sea Alejandro en modo alguno, sino más bien otro conquistador, anterior o posterior, normalmente Ciro el Grande.
Las Puertas Caspias en Derbent, Rusia, son a menudo identificadas con las Puertas de Alejandro.
Durante la Edad Media, la historia de las Puertas de Alejandro estaba incluido en la literatura de viaje como Los viajes de Marco Polo y los Viajes de Sir John Mandeville. Las identidades de las naciones atrapadas detrás de la muralla no son siempre coherentes, sin embargo; Mandeville señala que Gog y Magog son realmente las Diez Tribus Perdidas de Israel, que emergerán de su prisión durante el Fin de los Tiempos y unirse con sus compañeros judíos para atacar a los cristianos. Marco Polo habla de las Puertas de Hierro de Alejandro, pero dice que los cumanos son los que están atrapados detrás de ellas. Menciona a Gog y Magog, sin embargo, ubicándolos al norte de Catai. Algunos estudiosos han tomado esto como una referencia indirecta y confusa a la Gran Muralla China, que no menciona de ninguna otra forma. Las Puertas de Alejandro pueden representar un intento de los occidentales de explicar historias de China de un gran rey que construyó una gran muralla. El conocimiento de las innovaciones chinas tales como la brújula y el Carro que apunta al sur se sabe que se difundió (y se confundió) por todas las rutas comerciales euroasiáticas.
La leyensa alemana medieval de los judíos rojos se basó en parte en historias de las Puertas de Alejandro. La leyenda desaparece antes del siglo XVII.
Su objetivo era obstaculizar el paso hacia el sur a través del Cáucaso, manteniendo Anatolia y el Medio Oriente a salvo de los bárbaros del norte. No obstante, no se conoce exactamente la ubicación de las Puertas, por lo que existen dos lugares que tradicionalmente se cree pudieron albergarlas.
El primero es el Desfiladero de Darial, una garganta fluvial en la frontera entre Rusia y Georgia por la que discurre el río Terek entre Vladikavkaz y Tbilisi. Aquí existieron fortificaciones romanas y persas por lo menos desde 150 a.C. conocidas como Puertas de Iberia (por la región homónima), a las que Estrabón llamaba Porta Caucasica y Ptolomeo Fortes Sarmatica.
Se las identifica con las Puertas Caspias porque la tradición legendaria (también presente en el Corán y la Biblia con algunas variaciones) cuenta que Alejandro Magno construyó aquí unas puertas de hierro para contener al mítico pueblo de Gog y Magog, que Flavio Josefo identificó con los escitas. Ruinas de estas antiguas fortificaciones son aun visibles.
Este pueblo [los alanos] decidió en este tiempo invadir Media y territorios más lejanos para saquearlos; y con esta intención trataron con el rey de Hircania, porque él era el dueño de aquel paso que Alejandro [el Grande] cerró con puertas de hierro (Flavio Josefo, Las guerras de los judíos VII, 7–4)
El otro lugar es Derbent, una ciudad al sur de la República rusa de Daguestán y en la frontera con Azerbaiyán. Se la considera tradicionalmente como la ciudad más antigua de la Federación Rusa, con más de 5.000 años de historia.
Derbent / foto Shutterstock
Precisamente la ciudad cuenta con un sistema de murallas dobles con 30 torres, que van de las montañas hasta el mar, y una ciudadela fortificada que datan de época sasánida. Es más, Derbent significa literalmente puerta cerrada en persa. Los árabes la conocían como Bāb al Abwab (Puerta de las puertas), y para los turcos era Demirkapı (Puerta de hierro).
La fortaleza se empezó a construir a principios del siglo V d.C. por el emperador sasánida Cosroes I, y fue luego ampliada y mejorada por los sucesivos pueblos que la gobernaron, como árabes, mongoles, y rusos. Se trata de la fortaleza en uso continuo más antigua de la historia, con más de 1.000 años de utilización ininterrumpida. Sus murallas tienen 20 metros de altura y 3 de grosor.
La doble muralla de Derbent en una ilustración de Jacob Peeters (finales del siglo XVII) / foto dominio público
Además, su nombre persa comenzó a ser usado entre finales del siglo V y comienzos del VI, en época del reinado del sasánida Kavad I. El motivo de tal denominación es que se halla situada en una estrecha franja de tres kilómetros entre el Cáucaso y el mar Caspio, lo que la convertía en una posición estratégica que controlaba el paso entre las estepas euroasiáticas y el Medio Oriente. Y por tanto también en la candidata más adecuada para ser la localización de las legendarias puertas.
Las Puertas Caspias aparecen mencionadas también en El libro de las maravillas de Marco Polo, citando también al pueblo de Gog y Magog pero ubicándolos al norte de Catay (China). Esto lleva a pensar a algunos expertos que la leyenda de las puertas de Alejandro serían el intento de explicar, por occidentales, las historias que llegaban de China acerca de un gran rey construyendo una gran muralla.
En primer plano los restos de la doble muralla, y al fondo la fortaleza de Derbent / foto Шамиль Магомедов en Flickr
Como decíamos antes, el Corán también recoge la leyenda. En la sura 18 hace referencia a Dhul Qarnein, un personaje inspirado en Alejandro Magno, quien habría construido una muralla para detener a Gog y Magog, pueblo al que identifica como enemigo arquetípico del pueblo elegido. Y en la sura 21 dice que el día del Juicio Final ese muro será reducido a polvo, y entonces Gog y Magog reaparecerá para la última y apocalíptica batalla. Por suerte, el muro de Derbent sigue todavía ahí.
Muchas otras leyendas medievales tienen su origen en las puertas de Alejandro, como la de los judíos rojos. En este sentido incluso en Los Viajes de Juan de Mandeville, el singular best-seller del medievo que mezclaba y copiaba obras ajenas como las de Marco Polo, Odorico y Haitón de Coricos, se identifica a Gog y Magog con las Diez Tribus Perdidas de Israel. Pero eso ya es otra historia.
Fuentes: Alejandro Magno y el encierro de Gog y Magog (Gerardo Altamirano) / Tipología y caracterización del pensamiento apocalíptico en la literatura medieval inglesa (Juan Manuel Castro Carracedo) / Gog and Magog in Early Eastern Christian and Islamic Sources (Emeri J.van Donzei, ed.) / Las puertas caspias y los Judíos Rojos (Pedro Huergo Caso) / Wikipedia.
Muros Largos
Muros Largos
Muros Largos entre Atenas y El Pireo.
Los Muros Largos (en griego Μακρά Τείχη, Makrá Teíkhê), de la Grecia Antigua, eran murallas construidas desde la ciudad hasta su puerto, proporcionando una conexión segura hasta el mar incluso en la época de la cosecha. Aunque los muros largos fueron construidos en muchas localizaciones en Grecia, Corinto y Megara1 son dos de los mejores ejemplos conocidos.2 La frase «muros largos» generalmente se refiere a las murallas que unían Atenas con sus puertos de El Pireo y Falero. Estos muros se erigieron a mediados del siglo V a. C., fueron destruidos por los espartanos en 404 a. C. tras la derrota de Atenas en la guerra del Peloponeso, y reconstruidos otra vez con ayuda persa durante la Guerra corintia. Fueron un elemento clave en la estrategia ateniense, dado que proporcionaron a la ciudad una unión permanente con el mar y previnieron que fuera asediada por tierra.
Muros Largos entre Atenas y El Pireo durante la Guerra del Peloponeso. (431 a. C.)
Construcción
Los muros originales de Atenas habían sido destruidos por los persas durante las ocupaciones del Ática en 480 y 479 a. C., en la Segunda Guerra Médica. Tras la batalla de Platea, las fuerzas persas que habían invadido Grecia en 480 a. C. fueron desalojadas, y los atenienses fueron libres para reocupar su territorio y reconstruir su ciudad. Pronto, en el proceso de reconstrucción, se empezó por levantar nuevas murallas, alrededor de la propia ciudad. Este proyecto provocó la oposición de los espartanos y de sus aliados peloponesios, a los que alarmaba el aumento reciente del poder de Atenas. Enviados espartanos instaron a los atenienses a que no siguieran adelante con la construcción, argumentando que una Atenas amurallada sería una base útil para un ejército invasor, y que las defensas del istmo de Corinto proporcionarían un escudo suficiente contra los invasores. Los atenienses ignoraron estos argumentos, conscientes de que dejar desamurallada completamente su ciudad suponía ponerla a merced de los peloponesios;3 Tucídides, al relatar estos hechos, describe una serie de complejas maquinaciones de Temístocles con las que distrajo y retrasó a los espartanos hasta que los muros hubieron sido erigidos hasta una altura como para ser defendibles.4
A finales de la década del 460 a. C., comenzó una contienda entre Atenas y varios aliados peloponesios de Esparta, particularmente Corinto y Egina. En la mitad de este enfrentamiento, Atenas empezó la construcción de dos muros más, uno en dirección desde la ciudad hasta el puerto viejo de Falero, y el otro hasta el puerto más nuevo de El Pireo. En 457 a. C., un ejército espartano derrotó a un ejército ateniense en Tanagra mientras intentaban impedir la construcción, pero el trabajo en los muros continuó y fueron terminados poco después de la batalla.3 Estos nuevos muros, los Muros Largos, aseguraron que Atenas nunca estaría aislada de suministros mientras controlara el mar.
Con la construcción de los Muros Largos, Atenas se hizo una isla esencialmente dentro de tierra firme, en ese caso ninguna fuerza estrictamente terrestre podía esperar capturarla.6 (En la guerra griega antigua, era casi imposible tomar una ciudad amurallada de ninguna manera aparte del hambre y la rendición.) Así, Atenas podía confiar en su poderosa flota para ponerla a salvo en cualquier conflicto con otras ciudades del continente griego. Los muros fueron terminados en el periodo subsiguiente a la derrota ateniense en la batalla de Tanagra, en la que un ejército espartano derrotó a los atenienses en el campo, pero fueron incapaces de tomar la ciudad debido a la presencia de los muros de la ciudad. Tratando de asegurar su ciudad incluso contra el sitio, los atenienses terminaron los Muros Largos y, esperando impedir todas las invasiones del Ática, también se apoderaron de Beocia, que, cuando ya controlaban a Megara, puso todos los accesos al Ática en manos amigas.7 Durante la mayor parte de la Primera Guerra del Peloponeso, Atenas fue inatacable por tierra, pero las pérdidas de Megara y Beocia al final de ese conflicto forzó a los atenienses a recurrir a los Muros Largos como su fuente de defensa.
Los Muros de Atenas según Tucídides
Nombre | Longitud en estadios | Longitud en metros |
Muro de Falero | 35 estadios | 6094 m |
Recinto de Atenas (parte custodiada) | 43 estadios | 7487 m |
Muro Largo | 40 estadios | 7835 m |
Mitad circuito Pireo | 30 estadios | 5223 m |
Total | 148 estadios | 25770 m |
Estadio antigua medida de distancia griega (1 estadio = 174,125 metros)
En la guerra del Peloponeso
En el gran conflicto de Atenas con Esparta, la guerra del Peloponeso del 432 a. C. al 404 a. C., los muros tuvieron una importancia extrema. Pericles, el líder de los atenienses desde el principio de la guerra hasta su muerte en el 429 a. C., basó su estrategia en el conflicto alrededor de ellos. Sabiendo que los espartanos intentarían provocar a los atenienses en una batalla terrestre arrasando sus cultivos, como hicieron en la década del 440 a. C., ordenó que los atenienses se quedaran detrás de los muros y que dependieran de su flota para ganar la guerra. Por consiguiente, las campañas de los primeros años de la guerra siguieron un diseño consecuente: Los espartanos enviarían un ejército de tierra para arrasar el Ática, esperando provocar que los atenienses salieran. Los atenienses se quedarían detrás de sus murallas, y enviarían una flota para saquear ciudades y quemar cultivos mientras navegaban alrededor del Peloponeso. Los atenienses tuvieron éxito al evitar una derrota terrestre, pero sufrieron grandes pérdidas en las cosechas por las incursiones peloponesias, y su tesoro se debilitaba por los gastos de las expediciones navales y por la importación de grano. Además, la peste devastó la ciudad en 430 a. C. y 429 a. C., siendo empeorados sus efectos por el hecho de que la población entera de la ciudad estaba concentrada dentro de los muros.
Los atenienses continuaron usando los muros para protegerse en la primera fase de la guerra hasta la captura de rehenes espartanos durante la victoria ateniense en Pilos. Tras la batalla, los espartanos se vieron obligados a cesar en sus incursiones anuales, cuando los atenienses amenazaron con matar a los rehenes si una invasión era lanzada.
En la segunda fase de la guerra, los muros fueron de nuevo centrales para la estrategia de ambos bandos. Los espartanos ocuparon un fuerte en Decelia, en el Ática, en 413 a. C., y situaron allí una fuerza que constituía una amenaza durante todo el año para Atenas. Ante este ejército, los atenienses sólo podían abastecer a la ciudad por mar. Los Muros Largos y el acceso a un puerto que ellos proporcionaron, eran ya lo único que protegía a Atenas de la derrota. Dándose cuenta de que no podían vencer a los atenienses por tierra, los espartanos volvieron su atención a construir una marina, y desde el principio hasta la fase final de la guerra se dedicaron a tratar de vencer a los atenienses en el mar. Su triunfo final, en la victoria de la Egospótamos, cortó a los atenienses sus rutas de suministro y les forzó a rendirse. Uno de los términos más importantes de esta rendición era la destrucción de los muros largos, que fueron desmantelados en 404 a. C.
Reconstrucción de los Muros Largos
A continuación de su derrota en el 404 a. C., los atenienses rápidamente recuperaron algo de su poder y autonomía, y en el 403 a. C. derrocaron al gobierno que los espartanos les habían impuesto. En 395 a. C., los atenienses habían entrado con bastante fuerza en la guerra corintia como cobeligerantes con Argos, Corinto y Tebas. Para los atenienses, el hecho más significativo de esta guerra fue la reconstrucción de los Muros Largos. En 394 a. C., una flota persa bajo el almirante Conón derrotó decisivamente a la flota espartana en Cnidos, y, tras esta victoria, condujo su flota a Atenas, donde proporcionó ayuda y protección para que los Muros Largos fueran reconstruidos. Así, al final del conflicto, los atenienses habían recuperado la inmunidad frente a los asaltos desde tierra que los espartanos les hicieron al final de la guerra del Peloponeso.
Los Muros Largos en el siglo IV a. C.
Desde el final de la guerra corintia hasta la derrota final de la ciudad por Filipo II de Macedonia, los Muros Largos continuaron jugando un papel central en la estrategia ateniense. El Decreto de Aristóteles de 377 a. C. restableció una liga ateniense que contenía a muchos ex miembros de la Liga de Delos. A mediados del siglo IV a. C., Atenas tenía de nuevo el preeminente poder naval del mundo griego, y había restablecido las rutas de suministro que le permitieron resistir un asedio por tierra.
Murallas de Atenas
A lo largo de su historia, la ciudad de Atenas, la actual capital de Grecia, ha tenido diferentes conjuntos de murallas desde la Edad del Bronce hasta principios del siglo XIX. De entre estas destaca los Muros Largos y el muro de Temístocles construidos en época clásica.
- Las fortificaciones micénicas ciclópeas de la Acrópolis de Atenas.
- El muro de los pelasgos al pie de la Acrópolis
- el llamado “Muro Arcaico”, cuya existencia ubicación son tema de debate.1
- El muro de Temístocles, construida en 479 a. C.2 Fue la muralla principal de la ciudad durante la antigüedad, restaurada y reconstruida varias veces bajo Conón, Demóstenes, Demetrio Poliorketes, etc.)
- Los muros largos, construidos en los años 460 y 440 a. C., conectan Atenas con sus puertos en El Pireo y el Phaleron
- El Protocheisma, un segundo muro construido frente al Muro de Temístocles en 338 a. C. como defensa adicional contra los macedonios
- el Diateichisma, construido en los años 280 a. C. como una segunda línea de defensa, después de la batalla de Queronea
- El Muro de Valeriano, construido a. C. en parte a lo largo de las líneas de muros más antiguos, en parte como una nueva fortificación, para proteger la ciudad contra los ataques bárbaros
- El muro de los hérulos, un circuito mucho más pequeño construido c. 280 d. C. que encierra el centro de la ciudad antigua después de su saqueo de Atenas (267 d. C.) por los Hérulos en 267 d. C.
- El Rizokastro, construido en los siglos 11 y 12 alrededor de la Acrópolis.
- El Muro de Haseki, construido en 1778 por el gobernador otomano de Atenas, Hadji Ali Haseki
Las Murallas Largas de Atenas
Resulta difícil imaginarlo hoy pero Atenas estuvo fortificada durante una larga etapa de su historia, desde el período arcaico (s.VIII a. C. – 480 a. C.) hasta los años de la ocupación otomana (s.XV d. C.). De la primera fortificación en época arcaica no quedan más huellas que algunas referencias en los escritos del historiador Tucídides, quien habla de un recinto amurallado antes de la invasión persa. A pesar de no haber vestigios, su existencia no ha sido cuestionada por nadie. La ausencia de restos no sorprende ya que se sabe con certeza que los persas destruyeron completamente la fortificación arcaica y los pocos restos que quedaron fueron utilizados para la construcción de un nuevo muro perimetral.
En efecto, tras el rechazo definitivo de los persas de los territorios griegos, la defensa de la ciudad pasó a ser la principal prioridad para el político ateniense Temístocles. Mandó fortificar de nuevo la ciudad y la Acrópolis y al mismo tiempo puso en marcha la fortificación del puerto del Pireo (493 a. C.). La defensa del Pireo iniciada por Temístocles fue completada unos años más tarde por Cimón quien procedió a la construcción de dos murallas largas, el Muro de Falero y el Muro del Norte (459-456 a. C.), que aseguraban un corredor de comunicación y conexión segura de Atenas con sus dos puertos, el Pireo y Fáliro. En la misma época se fortificó, también, la hasta entonces desprotegida parte sur del Acrópolis (muralla de Cimón) y más tarde (446-443 a. C.) y por iniciativa de Pericles las Murallas Largas fueron completadas con la construcción de la Muralla Sur (entre la Muralla de Falero y la del Norte).
La parte mejor conservada de las Murallas Largas de los siglos V y IV a. C., de una longitud aproximada de 200 metros, se encuentra en el recinto arqueológico de Keramikós donde fueron descubiertas la puerta del Dípylon (doble entrada) y la puerta de la Vía Sagrada. Los numerosos fragmentos hallados durante las extensas excavaciones arqueológicas permitieron a los investigadores trazar con una exactitud razonable la totalidad de su trayecto hasta el mar. Por consiguiente, actualmente se dispone de una imagen completa y nítida de la extensión de la antigua ciudad de Atenas.
Otros vestigios -se han localizado 97 en total- se encuentran dispersos en la villa contemporánea, testimoniando el trayecto inicial de la fortificación de Atenas. Se pueden distinguir perfectamente muchos de ellos incrustados en los cimientos de edificios modernos, hoteles y garajes subterráneos, reclamando nuestra protección en vez de proteger ellos la ciudad como era su objetivo inicial. Durante los años de la dictadura (1967-1974) y como consecuencia de una política negligente de las autoridades de entonces y del frenesí constructor de la época, muchos edificios fueron construidos sobre los restos de las antiguas murallas enterrando para siempre sus huellas. No obstante, en algunos casos han sido protegidos y restaurados y actualmente son visitables.
Tales son los casos del sitio arqueológico subterráneo de la sede central del Banco Nacional de Grecia, donde el visitante puede caminar por encima de las antiguas murallas atenienses sobre un suelo de vidrio transparente, y del Nuevo Museo de la Acrópolis o del Museo de Arte Islámico. En las últimas décadas, los servicios arqueológicos griegos han impuesto una serie de condiciones muy estrictas para la protección de vestigios antiguos que se encuentran durante las obras de edificación; son inspeccionados por arqueólogos y se obliga a las constructoras a protegerlos y dejarlos descubiertos para que sean visibles. Por ello no es raro ver en la entrada de algunos inmuebles privados pasillos de vidrio a través de los cuales se vislumbran vestigios antiguos.
Durante el siglo de oro de la época clásica (s. V a. C.), la ciudad intramuros abarcaba la Acrópolis, el Ágora con sus prestigiosos edificios, los establecimientos comerciales y de los fabricantes, así como los domicilios de sus habitantes. Fuera del recinto amurallado se encontraban los cementerios, la Academia de Platón, el Liceo, la Escuela Filosófica fundada por Aristóteles y el famoso gimnasio de Cinosargo. El acceso al recinto fortificado se hacía por una quincena de entradas y por algunas aperturas secretas. Las dos puertas (Dípylon) descubiertas en Keramikós eran las más majestuosas y probablemente las mejor defendidas de la construcción. Desde el Dípylon salían las tres principales vías de Atenas: la que se dirigía a la Academia de Platón, la vía hacia el Pireo y la Vía Sagrada que conectaba a Atenas no solamente con Eleuisis y la llanura triásica sino con el Peloponeso y el resto de Grecia.
Vía Heraclea
Vía Heraclea
La Vía Heraclea, (Heraclea o Heraklea), Heraklean Camino (griego: Ηράκλεια οδός) fue un importante camino histórico que corría a lo largo de la Península Ibérica desde al menos el siglo VI antes de Cristo. Gran parte de su diseño es el antepasado directo de la romana Via Augusta. Se utiliza principalmente para el comercio entre las colonias griegas del Levante español y los territorios de Turdetania (Bética, Andalucía).
Trazado
La vía tenía su comienzo en los puertos helenos del este de Iberia: Akra Leuké (hoy Alicante), Alonis (Villajoyosa) y, Hemeroscopio (Denia). Desde allí, partía hacia la actual provincia de Albacete, bajando posteriormente hacia Sierra Morena y entrando en territorio Oretano (ya considerado Turdetano). Tartessos, que coincide en casi su totalidad con lo que posteriormente sería denominado Bética, comenzaba al sur de las actuales ciudades de Ciudad Real y Albacete, por lo que a pocas jornadas desde Albacete ya se entraba en el territorio comercial perteneciente al directorio de servicios de las minas del Guadalquivir y Guadiana. La vía heraclea seguía por sierra Morena, bien entrando por la capital Oretana, Castulo (cerca del actual Linares) o bien desde el este, por la ciudad de Obulco (actual Porcuna). Tras ello, seguía hacia el sur llegando a Kart Iuba (Córdoba) y Spalis (Sevilla).
Durante el invierno del año 75 a.c., Pompeyo recibió varios mensajes de sus aliados en el senado romano. Los senadores se habían jugado su prestigio ayudando a Pompeyo a ocupar un cargo que legalmente no le correspondía, y a menos que Pompeyo comenzara a lograr victorias en Hispania, los senadores iban a ser políticamente vulnerables a sus enemigos.
Para Pompeyo y Metelo Pio había dos objetivos estratégicos a cumplir en aquel año .El primero, expulsar a Sertorio de la costa este de la península, privándole del apoyo de los piratas y las provisiones que conseguía por esa vía, y el segundo, conseguir una línea de comunicaciones sólida entre Emporion al norte hasta Cartago Nova en el sur de la costa.
Esta línea (la vía Heraclea,en la parte que discurría entre Tarraco y Cartago Nova) permitiría a ambos líderes trasladarse con rapidez de un lugar a otro en caso de necesidad.
Vía Heraclea, mas tarde Vía Augusta.
Seguramente, el primer movimiento de Pompeyo fue marchar hacia el sur, mientras Metelo se dirigiría al norte. Los sertorianos de la costa mediterránea solo tenían dos opciones. O escapar, o ser atrapados entre los dos ejércitos romanos.
En la época de los iberos recibía el nombre de Vía Hercúlea o Vía Heráclea porque comunicaba con las míticas Columnas de Hércules en Cádiz y el estrecho de Gibraltar. También se llamó Camino de Aníbal, por la resonancia del paso de los cartagineses, y en último término Camino de los Romanos.
Vía Augusta
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La Vía Augusta es la calzada romana más larga de Hispania con una longitud aproximada de 1500 km que discurrían desde los Pirineos hasta Cádiz, bordeando el Mediterráneo.
Es una de las vías más estudiadas, más transitadas y mejor conocidas desde la Antigüedad, aparece en testimonios antiguos como los Vasos Apolinares y el Itinerario de Antonino. Comenzaba en Cádiz, pasaba por la actual localidad de La Junquera, donde se prolongaba con la Vía Domitia, que bordeaba la costa del sur de la Galia hasta Roma. Constituyó el eje principal de la red viaria en la Hispania romana. A lo largo de las épocas ha ido recibiendo diferentes nombres como Vía Hercúlea o Vía Heráclea, Camino de Aníbal, Vía Exterior, Camino de San Vicente Mártir y Ruta del Esparto. El emperador Augusto le daría nombre, a raíz de las reparaciones que se llevaron a cabo bajo su mandato, sobre los años 8 y 2 a. C., cuando se convirtió en una importante vía de comunicaciones y comercio entre las ciudades y provincias y los puertos del Mediterráneo. Actualmente las carreteras N-IV N-420, N-340 y la autopista del Mediterráneo (A-7, AP-7, A-70) siguen en muchos tramos el mismo itinerario que la Vía Augusta. De hecho, en algunos tramos de la actual N-340 se utilizó la calzada romana hasta principios del siglo XX, siendo asfaltados en los años 20, durante la Dictadura de Primo de Rivera.
Ciudades por las que pasaba la Vía Augusta
- Trazado de la Vía Augusta
- Ad Portus (Puerto Real)
- Portus Gaditanus (El Puerto de Santa María)
- Asta Regia (Mesas de Asta, Jerez de la Frontera)
- Ugia (Torre Alocaz, Utrera)
- Orippo (Dos Hermanas)
- Hispalis (Sevilla)
- Carmo (Carmona)
- Obucla u Obúlcula (La Monclova, Fuentes de Andalucía)
- Colonia Augusta Firma Astigi (Écija)
- Adaras (La Carlota)
- Corduba (Córdoba)
- Obulco (Porcuna)
- Iliturgi (Mengíbar, donde cruzaba el Río Betis (Guadalquivir)
- Isturgi (Andújar)
- Castulo (Linares)
- Mentesa Oretana (Villanueva de la Fuente)
- Saltigi (Chinchilla de Monte-Aragón)
- Libisosa (Lezuza)
- Ad Ello (Elda)
- Carthago Nova?? (Cartagena)
- Eliocroca?? (Lorca)
- Sucro (Albalat)
- Saetabis (Játiva)
- Valentia (Valencia)
- Saguntum (Sagunto)
- Intybilis (La Jana)
- Dertosa (Tortosa)
- Tarraco (Tarragona)
- Aquis Vocontis (Caldas de Malavella)
- Gerunda (Gerona)
- Narbonem (Narbona)
Nota: a ciudades como Barcino se accedía por vías secundarias, probablemente al igual que con Carthago Nova. Se duda si pasaba por Hispalis (Sevilla), o se accedía mediante un ramal.
Restos de la Vía Augusta
En el puente de la Alcantarilla, en el término municipal de Utrera (Sevilla), sobre la tajamar, una inscripción señala que por el mismo discurre la Vía Augusta, que enlazaba la Bética con el norte de Hispania.1
La vía cruzaba el río Betis (Guadalquivir) por el puente de Andújar, que aún conserva ocho de los arcos originales romanos.2
Varias ciudades conservan restos de su trazado, que sigue aproximadamente el de la actual autopista AP-7. Hay un tramo bastante largo y visible en el municipio de El Perelló, en la provincia de Tarragona. El Arco de Bará está situado sobre esta vía que pasaba por debajo (puede verse en Google maps [1]). En Barcelona lleva el mismo nombre una de las avenidas principales del distrito de Sarriá-San Gervasio, que une la avenida Diagonal con los túneles de Vallvidrera, pasando por la plaza Molina. Por su subsuelo transcurre gran parte de la línea 6 de los Ferrocarriles de la Generalitat.
En la provincia de Castellón, el Arco romano de Cabanes marca el paso de la Vía Augusta, la cual sigue una depresión interior en esta provincia. Actualmente, este arco se encuentra en una rotonda de la CV-157 que en este punto conserva cierto parecido con las vías romanas por las filas de árboles a ambos lados de la misma, aunque hay que aclarar que el trazado original de la Vía Augusta, que está hoy marcado en muchas partes como vía pecuaria, no coincide siempre con las carreteras actuales ([2]). Sin embargo, hay que aclarar que la carretera CV-157 no sigue la dirección norte sur (más bien noreste – suroeste) que sigue la Vía Augusta en casi todo su recorrido, sino oeste – este. La explicación de este hecho, como sucede en muchas otras partes (Barcelona, Cabanes, Tarragona, etc.) se debe a que la Vía Augusta recorre áreas poco pobladas, generalmente, a lo largo de valles del interior paralelos a la costa, por lo que a casi todas las ciudades romanas, sobre todo del lado de la costa, se llegaba a través de vías secundarias perpendiculares a la propia Vía Augusta.
En Valencia la Vía Augusta está documentada y referenciada en dos lugares céntricos de la ciudad, el primero se encuentra junto a la catedral, en el museo de la Almoina integrado por restos de las distintas épocas de la ciudad, y el segundo, junto al antiguo Palacio de los Borja (Borgia), hoy Cortes Valencianas. En la Almoina, además de unas decenas de metros del pavimento de la vía, podemos ver restos de las antiguas columnas del Templo de las Ninfas de la misma época, un pozo, o restos de casas visigodas y árabes. También existe un miliario en la calle de San Vicente (la salida de la ciudad hacia el sur) y en la Alameda.
La ciudad de Lorca (Murcia) cuenta con diversos vestigios relativos a la Vía Augusta, destacando las columnas miliarias romanas de los tiempos de Octavio Augusto conservados en el Museo Arqueológico Municipal (miliarios de San Vicente y de La Hoya); además del miliario de los tiempos de Diocleciano (miliario de La Parroquia). En febrero de 2013 apareció un tercer miliario de Augusto aguas arriba de Lorca, en el cauce del río Guadalentín (miliario de El Hornillo), que todavía se está estudiando.
Para el caso de la Bética romana, su trazado ha sido estudiado por P. Sillières3, principal autor actualmente para considerar la ruta que realmente seguía esta vía.
El llamado arco de Bará, un arco del triunfo ubicado en Roda de Bará, al norte de Tarragona, en la Vía Augusta. Esta sección del camino corresponde a la actual carretera N-340.
Organización de la Hispania romana
Torre de los Herberos, restos de Orippo.
Vasos de Vicarello
Ruta desde Gades hasta Roma por la Vía Augusta
Gran muralla verde (China)
Gran muralla verde (China)
La gran muralla verde de China es un proyecto lanzado a fines de los años 1970, que pretende forestar, hasta 2074, una longitud de 4480 km y una anchura, según las zonas, entre 236 y 537 m,1 para frenar el avance del desierto de Gobi. La especie predominante, dada su adaptabilidad, es el árbol Enterolobium cyclocarpum, y otras plantas de la familia de las fabáceas. Intentos con otros organismos o grupos de árboles han fracasado.
El proyecto avanzó desde que se realizó una reestructuración de este a finales de 1996, planteando la introducción de Enterolobium cyclocarpum.
Avance del desierto de Gobi
Caída de polvo en Pekín.
Durante los últimos años, China ha perdido anualmente unos 3200 km² de praderas como consecuencia del avance del desierto de Gobi.2
Cada año las tempestades de arena invaden 2300 km² de tierras agrícolas, y este proceso no cesa de acelerarse año a año. Las tormentas destruyen las tierras agrícolas y provocan serios inconvenientes en los centros poblados, incluso en Japón, Corea del Norte y Corea del Sur.3
El proyecto tiene por finalidad elevar la cobertura de bosques en el norte de China del 5 al 15 % y así reducir las zonas desertificadas.4 En 2018 la superficie forestal en el norte de China había aumentado al 12,4 %,5 y las tormentas de arena primaverales en Pekín se habían reducido en un 70 % de 2008 a 2018.5
Por su longitud, ya es denominada por algunos como “la obra de ingeniería ecológica más grande del mundo” y se está haciendo en el lado norte y noroeste del país. El cinturón verde, que tiene un ancho que variará en ciertos sectores entre los 236 y 537 metros, abarcará un 42 por ciento del territorio nacional, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Desde que se comenzó la plantación de la Gran Muralla Verde, las tormentas de arena han disminuido considerablemente, lo que fue más notorio entre 1981 y 1998. En tanto, los bosques que ya se han plantado en otras áreas como parte del plan de reforestación, han permitido absorber hasta 4 mil millones de toneladas de CO2 y otros gases desde 2003, una cifra que se estima que será mucho mayor cuando la Gran Muralla esté finalizada.
En China se construye la Gran Muralla Verde
El desierto de Gobi es el quinto mayor del planeta y abarca un área cercana a los 1,3 millones de kilómetros cuadrados, los cuales han ido creciendo paulatinamente en las últimas décadas debido a las débiles políticas medioambientales de China que han permitido una desertificación alarmante.
Sin embargo, desde la llegada de Xi Jinping al poder los temas de ecología han sido prioritarios y ahora lideran los esfuerzos globales contra el calentamiento global dado que China en la actualidad es el mayor emisor de dióxido de carbono y cuenta con 16 de las 20 ciudades más contaminadas del planeta.
Esas estadísticas llevaron a que Beijing decidiera cambiar su estrategia de crecimiento depredador del medio ambiente hacia una estrategia que busca darle una mayor calidad de vida a sus habitantes y de paso liderar los esfuerzos mundiales de lucha contra las emisiones de carbono, dado el débil liderazgo europeo en la materia y el poco interés que ha mostrado Estados Unidos.
La última iniciativa, ya puesta en práctica, es sembrar cien mil millones de árboles en un área de 4.500 kilómetros cuadrados bordeando la deshabitada zona del desierto de Gobi en el norte de China. Ya se sembraron 66.000 millones de arbustos de este proyecto conocido como la Gran Muralla Verde y del cual hacen parte familias de agricultores que reciben beneficios por plantar nuevos bosques.
Este plan nació con la finalidad de frenar la desertificación del norte de China, la cual ha perjudicado enormemente a la ciudad de Beijing debido a las cada vez mayores tormentas de arena que llegan del Gobi y también del desierto de Taklamakan, las cuales cubren a la capital china con un manto de polvo varias veces al año.
El incremento del tamaño de estos desiertos se debe en buena medida a la masiva deforestación causada a través de los años por el avance de la agricultura y la minería en la zona, las cuales han explotado sin ningún tipo de control vastas zonas del territorio chino.
En un intento por controlar la pérdida de pastizales en esa región, el gobierno inició en 1978 un proyecto denominado El Cinturón de Árboles Protectores, conocido ahora como la Gran Muralla Verde, y que se estima reforestará la zona hasta 2054.
Un estudio dirigido por Minghong Tan, del Instituto de Ciencias Geográficas e Investigación de Recursos Naturales en Beijing, aseguró que este proyecto está teniendo resultados positivos dado que la “vegetación ha mejorado y las tormentas de arena han disminuido significativamente en la región de la Gran Muralla Verde comparativamente con otras áreas”, dijo al magacín New Scientist.
Sin embargo, el plan también ha enfrentado críticas de diversos sectores como el experto Hong Jiang, de la Universidad de Hawái en Manoa, quien argumenta que el plan está destinado a fracasar porque China está plantando de manera apresurada y agresiva nuevos árboles y “en lugar de intentar controlar la naturaleza, debemos seguirla”, dijo a la misma revista.
Por su parte, David Shankman, de la Universidad de Alabama, cuestionó en la publicación el grado de sostenibilidad de las nuevas plantaciones en la Gran Muralla Verde: “¿Cuál es la tasa de mortalidad de los árboles plantados? ¿Qué ocurre cuando mueren? Y ¿Cómo estos árboles afectan a la hierba y a los arbustos nativos que en general son más resistentes a la sequía y más eficaces en el control de la erosión?”.
Cao Shixiong, de la Universidad de Silvicultura de Beijing, estima que solo el 15 por ciento de los árboles que se han plantado en la región desde 1949 están aún con vida, y la mayoría de estos sobrevivientes están próximos a morir por su edad.
A pesar de estas estadísticas y el pesimismo de algunos expertos, Minghong Tan está convencido de los beneficios del proyecto y pronostica que “en el norte de China, como conjunto, nosotros creemos que el medioambiente está mejorando” gracias a los árboles plantados en la Gran Muralla Verde.
Utilizando una nueva técnica para analizar fotos de satélite, los investigadores recientemente han observado y analizado exactamente cómo han evolucionado una gran cantidad de árboles y plantas en todo el mundo durante las últimas dos décadas. China es el único país en aumentar intencionadamente la vegetación a un nivel tan masivo. En otros países, también ha habido un crecimiento de la vegetación, pero por motivos naturales, sin intervención de ningún Gobierno, como pueden ser los casos de Australia y África a causa del aumento de la lluvia, o el caso de Rusia, debido a granjas abandonadas convertidas en bosques.
La cantidad de carbono almacenado en árboles y plantas en China ha aumentado alrededor de 0,7 billones de toneladas desde 2003, sobre todo gracias a la Gran Muralla Verde (bosques en todo el resto del país han estado disminuyendo). Sin embargo, los investigadores señalan que las emisiones de carbono, tanto en China como en el resto de los países, han subido enormemente.
“Durante el mismo tiempo, las emisiones de carbono a la atmósfera por la quema de combustibles fósiles y la producción de cemento se incrementaron en aproximadamente 60 billones de toneladas”, dice Yi Liu, autor principal del último artículo sobre la investigación, y científico del Centre of Excellence for Climate System Science at the University of New South Wales en Australia. “Los proyectos de plantación de árboles pueden ayudar a absorber algo de carbono de la atmósfera, pero esta cantidad es ciertamente diminuta en comparación con las emisiones de carbono.”
“La vegetación ha mejorado y las tormentas de arena han decrecido significativamente en la región de la Gran Muralla Verde, comparado con otras áreas”, dijo al semanario británico New Scientist, Minghong Tan, del Institute of Geographic Sciences and Natural Resources Research of China en Beijing. Según la Administración Forestal Estatal de China, la cobertura forestal en las áreas amenazadas pasó de 5,05% en 1977 a 12,4% a fines de 2012.
Críticas negativas
Los críticos del proyecto sostienen que las plantaciones de árboles en zonas áridas pueden agravar la desertificación al reducir las aguas subterráneas y matar las hierbas que unen el suelo. Es lo que denuncia Zhao Wenju, agricultor de la aldea Zhangjia, cercana a Beijing, que dijo a The Economist que hace 10 años podía sacar agua de un pozo de nueve metros de profundidad, pero ahora el agua se ha retraído a unos 60 metros bajo el nivel del suelo. A Hou Yuanzhao, de la Academia China de Silvicultura, le preocupa que los álamos que están muriendo en esta zona, que es menos seca que muchas otras del proyecto, sean el inicio de un marchitamiento generalizado.
http://www.china.org.cn/spanish/xi-jk/1603.htm
Tanto en la velocidad como en la escala de la reforestación artificial, China ocupa el primer lugar en el mundo. En los últimos 20 años, en todo el país los voluntarios han plantado 35.000 millones de árboles. La repoblación forestal se ha acelerado evidentemente. La superficie sembrada por avión con éxito suma 8.680.000 de hectáreas; el área acumulada del acordonamiento de las laderas para facilitar la reforestación llega a 34.000.000 de hectáreas; la cobertura de bosques es de 16,55%, lo que significa un aumento de la superficie y la reserva forestales.
Ahora en China casi no existen en 12 provincias y regiones montañas peladas y terrenos baldíos utilizables para la reforestación.
Al norte de la Gran Muralla hay una “muralla verde” paralela, cinturón forestal del norte, nordeste y noroeste. Este, llamado por funcionarios de protección medio-ambiental de la ONU como “la mayor del ecosistema mundial”, nace del distrito de Binxian, provincia de Heilongjiang y termina en el Paso Uzbel, región autónoma uigur de Xinjiang. Tiene 4.480 kilómetros de largo del este al oeste y atraviesa 13 provincias, municipios y regiones autónomas. Construida en los años 70 del siglo XX, la franja, luego de 20 años de esfuerzos, tiene ahora más de 20 millones de hectáreas de bosques, y controla eficientemente la velocidad de expansión de arenal en el norte de China. Otro proyecto nuevo se refiere a la conservación de bosques naturales, emprendido en los últimos años. Este exige a suspender la tala de árboles naturales en el ámbito nacional. En muchos lugares, los que trabajaban como taladores en el pasado se convierten ahora en protectores de bosques.
Para saber más: https://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/2017/04/la-gran-muralla-verde-la-lucha-contra-la-desertificacion-en-china
Vía Augusta
Vía Augusta
La Vía Augusta es la calzada romana más larga de Hispania con una longitud aproximada de 1500 km que discurrían desde los Pirineos hasta Cádiz, bordeando el Mediterráneo.
Es una de las vías más estudiadas, más transitadas y mejor conocidas desde la Antigüedad, aparece en testimonios antiguos como los Vasos Apolinares y el Itinerario de Antonino. Comenzaba en Cádiz, pasaba por la actual localidad de La Junquera, donde se prolongaba con la Vía Domitia, que bordeaba la costa del sur de la Galia hasta Roma. Constituyó el eje principal de la red viaria en la Hispania romana. A lo largo de las épocas ha ido recibiendo diferentes nombres como Vía Hercúlea o Vía Heráclea, Camino de Aníbal, Vía Exterior, Camino de San Vicente Mártir y Ruta del Esparto. El emperador Augusto le daría nombre, a raíz de las reparaciones que se llevaron a cabo bajo su mandato, sobre los años 8 y 2 a. C., cuando se convirtió en una importante vía de comunicaciones y comercio entre las ciudades y provincias y los puertos del Mediterráneo. Actualmente las carreteras N-IV N-420, N-340 y la autopista del Mediterráneo (A-7, AP-7, A-70) siguen en muchos tramos el mismo itinerario que la Vía Augusta. De hecho, en algunos tramos de la actual N-340 se utilizó la calzada romana hasta principios del siglo XX, siendo asfaltados en los años 20, durante la Dictadura de Primo de Rivera.
Ciudades por las que pasaba la Vía Augusta
- Gades (Cádiz)
- Ad Portus (Puerto Real)
- Portus Gaditanus (El Puerto de Santa María)
- Asta Regia (Mesas de Asta, Jerez de la Frontera)
- Ugia (Torre Alocaz, Utrera)
- Orippo (Dos Hermanas)
- Hispalis (Sevilla)
- Carmo (Carmona)
- Obucla u Obúlcula (La Monclova, Fuentes de Andalucía)
- Colonia Augusta Firma Astigi (Écija)
- Adaras (La Carlota)
- Corduba (Córdoba)
- Obulco (Porcuna)
- Iliturgi (Mengíbar, donde cruzaba el Río Betis (Guadalquivir)
- Isturgi (Andújar)
- Castulo (Linares)
- Mentesa Oretana (Villanueva de la Fuente)
- Saltigi (Chinchilla de Monte-Aragón)
- Libisosa (Lezuza)
- Ad Ello (Elda)
- Carthago Nova?? (Cartagena)
- Eliocroca?? (Lorca)
- Sucro (Albalat)
- Saetabis (Játiva)
- Valentia (Valencia)
- Saguntum (Sagunto)
- Intybilis (La Jana)
- Dertosa (Tortosa)
- Tarraco (Tarragona)
- Aquis Vocontis (Caldas de Malavella)
- Gerunda (Gerona)
- Narbonem (Narbona)
Nota: a ciudades como Barcino se accedía por vías secundarias, probablemente al igual que con Carthago Nova. Se duda si pasaba por Hispalis (Sevilla), o se accedía mediante un ramal.
Restos de la Vía Augusta
Trozo de la Vía Augusta en Portus Gaditanus.
En el puente de la Alcantarilla, en el término municipal de Utrera (Sevilla), sobre la tajamar, una inscripción señala que por el mismo discurre la Vía Augusta, que enlazaba la Bética con el norte de Hispania.1
La vía cruzaba el río Betis (Guadalquivir) por el puente de Andújar, que aún conserva ocho de los arcos originales romanos.2
Varias ciudades conservan restos de su trazado, que sigue aproximadamente el de la actual autopista AP-7. Hay un tramo bastante largo y visible en el municipio de El Perelló, en la provincia de Tarragona. El Arco de Bará está situado sobre esta vía que pasaba por debajo (puede verse en Google maps [1]). En Barcelona lleva el mismo nombre una de las avenidas principales del distrito de Sarriá-San Gervasio, que une la avenida Diagonal con los túneles de Vallvidrera, pasando por la plaza Molina. Por su subsuelo transcurre gran parte de la línea 6 de los Ferrocarriles de la Generalitat.
En la provincia de Castellón, el Arco romano de Cabanes marca el paso de la Vía Augusta, la cual sigue una depresión interior en esta provincia. Actualmente, este arco se encuentra en una rotonda de la CV-157 que en este punto conserva cierto parecido con las vías romanas por las filas de árboles a ambos lados de la misma, aunque hay que aclarar que el trazado original de la Vía Augusta, que está hoy marcado en muchas partes como vía pecuaria, no coincide siempre con las carreteras actuales ([2]). Sin embargo, hay que aclarar que la carretera CV-157 no sigue la dirección norte sur (más bien noreste – suroeste) que sigue la Vía Augusta en casi todo su recorrido, sino oeste – este. La explicación de este hecho, como sucede en muchas otras partes (Barcelona, Cabanes, Tarragona, etc.) se debe a que la Vía Augusta recorre áreas poco pobladas, generalmente, a lo largo de valles del interior paralelos a la costa, por lo que a casi todas las ciudades romanas, sobre todo del lado de la costa, se llegaba a través de vías secundarias perpendiculares a la propia Vía Augusta.
En Valencia la Vía Augusta está documentada y referenciada en dos lugares céntricos de la ciudad, el primero se encuentra junto a la catedral, en el museo de la Almoina integrado por restos de las distintas épocas de la ciudad, y el segundo, junto al antiguo Palacio de los Borja (Borgia), hoy Cortes Valencianas. En la Almoina, además de unas decenas de metros del pavimento de la vía, podemos ver restos de las antiguas columnas del Templo de las Ninfas de la misma época, un pozo, o restos de casas visigodas y árabes. También existe un miliario en la calle de San Vicente (la salida de la ciudad hacia el sur) y en la Alameda.
La ciudad de Lorca (Murcia) cuenta con diversos vestigios relativos a la Vía Augusta, destacando las columnas miliarias romanas de los tiempos de Octavio Augusto conservados en el Museo Arqueológico Municipal (miliarios de San Vicente y de La Hoya); además del miliario de los tiempos de Diocleciano (miliario de La Parroquia). En febrero de 2013 apareció un tercer miliario de Augusto aguas arriba de Lorca, en el cauce del río Guadalentín (miliario de El Hornillo), que todavía se está estudiando.
Para el caso de la Bética romana, su trazado ha sido estudiado por P. Sillières3, principal autor actualmente para considerar la ruta que realmente seguía esta vía.
Mapa de la Vía Augusta, de:
De Via_Augusta_map-fr.svg: Sémhurderivative work: Arnaugir – Este archivo deriva de: Via Augusta map-fr.svg:, CC BY-SA 3.0,
https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=20604633
El llamado arco de Bará, un arco del triunfo ubicado en Roda de Bará, al norte de Tarragona, en la Vía Augusta. Esta sección del camino corresponde a la actual carretera N-340.
Organización de la Hispania romana
Torre de los Herberos, restos de Orippo.
Vasos de Vicarello, ruta desde Gades hasta Roma por la Vía Augusta
Ampliación de datos, sobre la Vía Augusta, de algunos de sus tramos.
Cataluña
La Generalitat de Catalunya, en colaboración con 134 municipios catalanes, ha iniciado un proyecto para recuperar la antigua Vía Augusta de la época romana con el propósito de convertirla en un sendero verde de promoción cultural, según ha explicado ayer en Premiá de Mar el conseller de Medio Ambiente, Ramon Espadaler. Esta iniciativa, que se enmarca dentro del proyecto europeo “Las vías romanas en el Mediterráneo”, convertirá el antiguo trazado romano en una ruta turística, practicable a pie o en bicicleta, que recorrerá de norte a sur, los principales monumentos arqueológicos romanos de Cataluña. Este proyecto tiene como objetivos ofrecer un nuevo producto de turismo cultural, dinamizar los territorios por donde pasa esta vía, sensibilizar a la población sobre la importancia de su pasado histórico y promover iniciativas conjuntas entre diferentes sectores sociales. El tramo del paso de la Vía Agusta por tierras catalanas es de 696 kilómetros, teniendo en cuenta sus ramales, longitud que ha sido dividida en recorridos menores, para informar mejor a los senderistas. En total, el departamento de Medio Ambiente de la Generalitat ha dividido la ruta en 38 etapas, todas ellas de entre cinco y treinta kilómetros, y de cada una elaborará una ficha completa indicando el recorrido, su dificultad, los lugares de interés y otras informaciones generales. En total, participaran de este proyecto 134 municipios catalanes y 16 comarcas, desde el Montsiá hasta el Alt Empordá, pasando por el Baix Ebre, el Baix Camp, el Tarragonés, el Baix Penedés, el Baix Ebre, el Baix Llobregat, el Barcelonés, el Gironés, el Maresme, el Vallés Occidental, el Vallés Oriental, la Selva, el Pla de l’Estany y l’Alt Penedés.
El paso de la vía augusta por el Vallès Oriental
La Vía Augusta fue una de las principales vías de comunicación del Imperio Romano y la vía más larga de la Península Ibérica con 1500 km de recorrido, que conectaba los Pirineos con Cádiz. Esta gran vía romana transcurre a lo largo de 16 comarcas catalanas entre las que se encuentra el Vallès Oriental.
Por Vallès Oriental esta vía pasaba por poblaciones como Granollers, Montornès del Vallès, Montmeló, Caldes de Montbui o Llinars del Vallès. A pesar de ser una vía romana, en el transcurso de los años esta vía ha sido usada por muchos otros poblados. Esto lo conocemos debido a las características arquitectónicas que presentan los castillos y otros vestigios que se encuentran alrededor de la vía Augusta.
La Vía Augusta para la ciudad de Granollers tuvo mucha importancia, ya que Granollers se encontraba en el cruce de la Vía augusta con el camino que unía Mataró con Caldes de Montbui y también Barcelona con Vic. Actualmente es una de las capitales comerciales más importantes de Cataluña gracias a que se han establecido diferentes centros de ocio para la población del municipio. Pero ya en la época romana, esta ciudad, situada junto al río Congost era un gran centro comercial en el que se intercambiaban mercancías, lo que lo convirtió en un lugar muy dinámico en la antigüedad. También hay que destacar que un hallazgo importante en la ciudad fue la Necrópolis de Can Trullàs que era el cementerio de la antigua ciudad llamada Semproniana.
Otra población que se encuentra en el recorrido de la vía Augusta es la ciudad de Montornès del Vallès, donde se encontraron restos arqueológicos. Encontramos lugares y rasgos del paso romano como el Terminus Augustalis que tenía la función de señalar la vía pública en la época romana. Está fechada del año I aC y se puede encontrar en la Galería Municipal de Can Xerracan. Aparte de estos lugares de interés también se pueden encontrar vestigios de villas romanas en los alrededores del tramo de vía en Montornès del Vallès.
Muy cerca de esta zona encontramos el término municipal de Montmeló donde se inauguró el año 2012 el observatorio de la Vía Augusta en un yacimiento arqueológico situado en Can Tacó donde había una fortaleza militar, un tipo de edificación muy poco frecuente y que permitía a los soldados romanos tener una visión completa sobre lo que sucedía en la vía.
En la población de Caldes de Montbui encontramos las termas romanas, ya que como sabemos, a los romanos les gustaba mucho los baños públicos y Caldes de Montbui era un lugar en el que podemos encontrar agua termal. Estas son una de las fuentes más calientes de Europa. Los romanos ya aprovechar esta agua y construyeron allí un balneario que en parte se ha conservado hasta nuestros días. Estos términos son considerados las termas romanas mejor conservadas de la península.
El Vallès Oriental es un buen destino para los apasionados de la historia y la cultura antigua. Pueden recorrer y conocer la época romana realizando una actividad sana y lúdica. Y a vosotros qué os parecería adentrarse en la historia en esta parte de la vía Augusta?
Comunidad de Valencia
La Vía Augusta
La Vía Augusta es la calzada romana más importante de la Comunidad Valenciana, constituyendo una de las rutas de mayor longitud, tanto a nivel nacional como autonómico, para la práctica del cicloturismo, el senderismo y las rutas ecuestres.
Desde el punto de vista histórico, su recuperación con fines recreativos, turísticos y culturales se presenta como una actuación que suscita gran interés, ya que ha sido uno de los principales ejes de comunicación a lo largo de diferentes épocas históricas: los romanos la trazaron aprovechando un camino íbero ya existente.
En su paso por el Parc Natural de l’Albufera recorre diferentes tramos:
La Via Augusta es la calzada romana más larga de toda la Península Ibérica, con un recorrido total aproximado de 1.500 kilómetros desde los Pirineos hasta Cádiz, atravesando la Comunidad Valenciana a lo largo de unos 425 Km.
Reúne uno de los conjuntos de miliarios más importantes de toda la Hispania, con al menos 96 monumentos, 20 de los cuales se tiene referencia que estaban distribuidos por todo el territorio valenciano.
Además pueden observarse aún hoy algunos restos de la propia calzada y vestigios de mansiones, puentes, centuriaciones, villas, arcos monumentales, toponimia etc., lo que añade un excepcional interés histórico, cultural e incluso religioso, al ya inherente interés recreativo y turístico que presenta.
La Vía Augusta fue el eje principal de la red viaria en la época de los romanos, y la que ha ido vertebrando la Comunidad Valenciana a lo largo de la historia.
Ha recibido diferentes denominaciones según las épocas: Vía Hercúlea, Vía Heráclea, Camino de Anibal, Vía exterior, Camino de San Vicente Mártir y Ruta del Esparto, pero es comúnmente conocida por Vía Augusta, debido, con toda seguridad, a las rectificaciones y reparaciones que el emperador Augusto efectuó en la misma entre los años 8 y 2 a.C.
Más información sobre la Vía Augusta gracias al Museo Arqueológico de Alicante (MARQ) pinchando AQUÍ
La Vía Augusta constituye el primer gran eje vertebrador de la Península Ibérica, con un trazado desde Cádiz a los Pirineos, continuando en Francia con el nombre de Vía Domitia, y por Italia como Vía Flamínia y Vía Aurelia hasta enlazar con Roma. Desde los albores de nuestra era, hace más de 2000 años nos ha hecho partícipes de primer orden en la formación del denominado mundo mediterráneo. Fue el emperador Augusto el impulsor de la unificación, rectificación y reparación de los primigenios caminos iberos, helénicos y cartagineses para crear una verdadera vía de comunicación de gran alcance, con Roma como polo central de difusión de cultura, comercio y poder. Es la calzada romana más larga del territorio peninsular con un recorrido total aproximado de 1.500 km. y es el elemento romano de mayor importancia dentro del Patrimonio Viario, incluida en la lista indicativa del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
La Vía Augusta es el precedente histórico del corredor mediterráneo de transporte actual, ofreciendo la modalidad complementaria de transporte no motorizado. Sin duda la elección de su trazado a través de nuestra comunidad se debe a sus condiciones geográficas y los recursos del territorio, que aun hoy se mantienen y se han diversificado. Para estudiarla, potenciarla en su totalidad y reunificar las actuaciones que aisladamente se han realizado sobre la calzada, la Generalitat redactó en 2010 el “Plan Director de Recuperación de la Vía Augusta en la Comunitat Valenciana”, con objeto de identificar su trazado, salvaguardar esta infraestructura histórica y disponerla al disfrute de los ciudadanos, planificando la restauración de su infraestructura, su armonización paisajística y la dotación de servicios para el transeúnte. La recuperación de la Vía Augusta tiene como principales objetivos:
- Recuperar y difundir el milenario itinerario romano a lo largo de la Comunidad Valenciana.
- Promover la pacífica cooperación entre los pueblos y sus culturas.
- Recuperar y promover la red de itinerarios a Roma, a Santiago y Vicentino.
- Sumarse a similares actuaciones iniciadas por el resto de países y regiones del Mediterráneo.
- Posibilitar un gran recorrido eco-turístico y cultural, de tránsito libre y sostenible, con continuidad en toda la Comunidad Valenciana. Reservado sólo a peatones, ciclistas y vehículos sólo de tracción animal (salvo vehículos agrícolas, vehículos de conservación y mantenimiento y vehículos de emergencias).
- Contribuir a potenciar el conocimiento, disfrute y desarrollo del territorio no litoral de la Comunidad Valenciana.
- Crear un eje dinamizador de actuaciones complementarias y compatibles, atractivo para dotaciones de servicios y recreo.
El proyecto contempla también los trazados romanos de la vía a Cartagena y la vía Dianium, itinerarios asociados a la Vía Augusta y al transporte marítimo y que completan el recorrido en tierras alicantinas.
Las calzadas romanas tienen consideración de yacimiento arqueológico, por lo que es de aplicación el artículo 62 de la Ley 4/1998 del Patrimonio Histórico Valenciano, en cuanto a las cautelas a seguir en las actuaciones sobre ellas. Para la legislación urbanística valenciana son elementos de la ordenación estructural de territorio. De los estudios históricos y arqueológicos realizados se ha confeccionado el trazado básico, que se irá confirmando con la ejecución de la recuperación de las calzadas romanas Vía Augusta, calzada a Cartagena y Vía Dianium.
El juego de archivos de planos que se acompaña pretende divulgar y compartir este patrimonio cultural y ambiental para su reconocimiento, disfrute y puesta en valor.
CALZADA | PROVINCIA | RECORRIDO | Nº NÚCLEOS URBANOS ATRAVESADAS |
LONGITUD (KM.) | TOTAL KM | |
ORIGEN | FINAL | |||||
VÍA AUGUSTA | CASTELLÓN | Traiguera | Almenara | 11, entre ellos destacan Sant Mateu y Nules |
124 | 450 |
VALENCIA | Benavites | La Font de la Figuera |
24, entre ellos destacan por su importancia Sagunto, Valencia y Xátiva |
156 | ||
RAMAL ALICANTE | ALICANTE | Villena | Pilar de la
Horadada |
12, entre ellos destacan Villena, alicante y Elche |
170 | |
DIANIUM | VALENCIA y ALICANTE |
Albalat de la Ribera |
Alicante | 15, entre ellos destacan Oliva, Denia, Altea, Benidorm, Villajoyosa y Alicante |
180 | 180 |
TOTAL ACTUACIÓN | 630 |
Albacete
Los restos de la Vía Hercúlea o Augusta a su paso por Albacete
Recorriendo la llamada Cañada Real de Andalucía desde el límite del término municipal de Balazote y hasta el término de Chinchilla podemos encontrar diversos tramos del camino en los que es posible llegar a distinguir los restos de una antigua calzada empedrada.
Tuvimos la oportunidad, hace ya algunos años, de poder documentar algunos de estos tramos con ocasión de la realización de un Estudio de Impacto sobre el Patrimonio relacionado con la construcción de una Planta Solar en las cercanías de la pedanía de Santa Ana.
En concreto, los restos de antiguos empedrados o de alineaciones de bloques pudimos observarlos en tres tramos que describimos a continuación.
El primer tramo, el mejor conservado
Presenta un pavimento enlosado a base de grandes lajas de piedra con una anchura total de unos 7 metros y una longitud aproximada de 70 metros lineales.
Vista del Tramo 1 de la Calzada Romana.
En él se pueden distinguir tanto las alineaciones de piedras que delimitaban la calzada como algunas de las lajas que formaban la base de la misma.
El segundo, poco visible
El segundo tramo sólo conserva visible una alineación de bloques, visualizable unos 30 metros, en el margen derecho de la Cañada en dirección Oeste – Este, que posiblemente formara parte de la faja longitudinal que delimitaba estas calzadas. Se localiza en la confluencia con un camino que parte desde la cañada hacia la Casa Riachuelos.
El tercer tramo, irregular y distingible
El tercer tramo, más irregular y distinguible a lo largo de unos 100 metros de longitud, sólo conserva en algunas zonas, al igual que en el segundo, una alineación de bloques en el margen derecho de la Cañada en dirección Oeste – Este que posiblemente formara parte de la faja longitudinal que delimitaba estas calzadas, mientras que en otras zonas parecen distinguirse tanto las fajas longitudinales de la calzada como un relleno interno de grava y piedras de mediano tamaño.
Vista Tramo 3 Calzada romana
La cronología
En cuanto a la cronología de estos restos, sin pretender llegar a conclusiones definitivas sin un estudio en profundidad, debemos tener en cuenta que esta cañada ha sido relacionada por algunos autores con la Vía Hercúlea o Augusta (conocida también como Camino de Aníbal) que unía Gades con Roma, y que fue la calzada romana más larga de la Hispania romana con una longitud aproximada dentro de la Península Ibérica de 1.500 km que discurrían desde los Pirineos hasta Cádiz, bordeando el Mediterráneo; así lo recuerdan Ñacle y Velasco (2001) en su publicación sobre las Vías Pecuarias de Albacete en la que señalan que desde el término de Balazote hacia el este, la Cañada Real de Andalucía coincide con la antigua calzada romana.
Corroborando este hecho, en sus inmediaciones se han documentado diversos asentamientos de época ibérica o romana como los catalogados en las cercanías de Casa del Alcaide, Casa de Los Paredazos (probable Parietinis romana) o el yacimiento de Los Llanos, todos ellos en el término municipal de Albacete.
Se trata de un tramo de vía que enlazaba Castulo (Linares) con Saetabi (Xátiva), que en este sector uniría las poblaciones de Libisosa (Lezuza) y Saltigi (Chinchilla de Montearagón). A partir de esta última población la vía seguiría, según algunos autores, hacia el sureste por Corral-Rubio, Montealegre, Llano de la Consolación, Cerro de Los Santos (antigua Ad Palem), continuando por Mariparza y Tobarilla y siguiendo posteriormente hacia el noreste por Casas de Albalat, Fuente la Higuera y Mogente, hasta Saetabi.
Recorrido de la Cañada Real de Andalucía a su paso por el término de Albacete
Andalucía
La Vía Augusta de Cádiz a Sevilla
http://www.turispain.com/blog/de-cadiz-a-sevilla-por-la-via-augusta/
Plano de la Vía Augusta desde Cádiz a Sevilla (Antonio Blázquez, 1913)
La Vía Augusta desde Cádiz a Sevilla es la gran desconocida de las rutas de la provincia de Cádiz.
La Vía Augusta a lo largo de la provincia de Cádiz permanece en gran parte oculta bajo la antigua N-IV. En muchas ocasiones no es fácil determinar por donde pasaba la antigua calzada ya que ni los vasos de Vicarello ni el Itinerario Antonino que recogen el recorrido de la Vía Augusta desde Cádiz hasta Roma se ponen de acuerdo con las distancias descritas. En el caso de Cádiz esto es un problema menor ya que exceptuando la mansión de Ugia (las mansiones eran inicio o final de etapa) ninguna de los restantes puntos mansionarios ofrecían dificultad de localización. Desde Cádiz hasta Sevilla el Itinerario Antonino determina las siguientes mansiones: Gades, Ad Pontem, Portu Gaditano, Hasta, Ugia, Orippo e Hispalis. Los historiados han determinado que dichas estaciones corresponden en la actualidad a la siguientes localizaciones geográficas: Cádiz, el Puente Zuazo (San Fernando) Mesas de Asta (Jerez de la Frontera), Torre Alócaz (Utrera), la Torre de los Herberos (Dos Hermanas) y Sevilla.
La Vía Augusta desde Cádiz a Sevilla (trazado original):
- Gades (Cádiz) – Ad Portum (Puente Zuazo-San Fernando)
- Ad Portum – Portu Gaditano (Puerto Real-El Puerto Santa María)
- Portu Gaditano – Hasta Regia (Mesas de Asta)
- Hasta Regia – Ugia (Torre Alócaz, Utrera)
- Ugia – Orippo/Torre de los Herberos (Dos Hermanas)
- Orippo/Torre de los Herberos – Hispalis (Sevilla)
Como ya hemos dicho anteriormente, la antigua Vía Augusta permanece oculta bajo el antiguo arrecife (camino en árabe) de Sevilla a Cádiz. La Vía Augusta se conservaba en toda su longitud cuando se construyó la carretera de Andalucía (Madrid – Cádiz) en tiempos de Carlos III, como lo demuestra un álbum dibujado a mano por orden de Floridablanca que existe en el Biblioteca del Palacio Real, en el cual sólo desaparece en los trozos en que la carretera se superpuso al antiguo empedrado.
Desde Cádiz la calzada romana iba próxima a la actual carretera. La Vía Augusta en estos primeros kilómetros compartía trazado con otra importante calzada, la Vía Heraclea que bordeaba toda la costa desde Gades (Cádiz) hasta la Punta del Boquerón (Sancti Petri) En cambio la Vía Augusta a la altura del río Arillo se bifurcaba en dirección al Puente Zuazo o Ad Pontem buscando las mansiones anteriormente mencionadas hasta Sevilla.
Desde el puente romano (actual Puente Zuazo) que a la vez de lugar de paso era sitio de descanso continuaba por donde se estableció la carretera en el siglo XVIII (la actual N-IV a su paso por Tres Camino) hasta el Portu Gaditano (se desconoce con exactitud su localización exacta: Barrio Jarana, El Puerto Santa María…) y desde aquí hasta la mansión de Hasta Regia (actual Mesas de Asta, pedanía jerezana)
De Mesas de Asta a Ugia (Torre Alócaz) la calzada es una gran recta. Está, como ocurre desde el Puente Zuazo hasta El Puerto Santa María vuelve a quedar oculta bajo la antigua carretera de Cádiz. A unos 5 Km. de la antigua ciudad de Torre Alócaz, la antigua carretera de Cádiz se desvía a la izquierda mientras la Vía Augusta sigue todo recto hasta encontrarse con el puente de la Alcantarilla de Alócaz Un puente de dos ojos donde una inscripción que figuraba hasta finales del siglo XX encima del tajamar del mismo, indicaba que por aquí discurría la Vía Augusta.
La siguiente mansión (o estación de descanso) era Orippo, una antigua ciudad romana próxima a Dos Hermanas (Sevilla). Se han realizado excavaciones habiéndose encontrado hornos de alfarería y otros restos. Sobre la antigua ciudad de Orippo se levantó la Torre de los Herberos, construida en el siglo XIV con restos de la antigua ciudad romana. Está era la última mansión antes de llegar a Híspalis (Sevilla). Desde aquí la Vía Augusta seguía camino de Roma cruzando toda la Bética hasta el Mediterraneo por Carmona, Écija o Córdoba. Ya en la costa, la calzada bordeaba toda la costa mediterránea hasta Roma.
Todo esto ha sido la teoría. Ahora toca ponerse manos a la obra e intentar reinventarla buscando nuevos trazados y aprovechando vías pecuarias y caminos agrícolas intentando unir las antiguas mansiones para disfrute de la ruta a pie o bicicleta. Eso será lo próximo. No lo tenemos fácil pero se intentará como ya hemos hecho con otras rutas. Tal vez nos encontremos con alguna sorpresa. Un saludo. José Manuel.
Fuentes/para saber más:
- La Vía Augusta de Cádiz a Sevilla por Antonio Blázquez (1913) Instituto Cervantes.
- Torre de los Herberos Castillos.net
- Itinerario de Antonino
- La Vía Augusta y la Via Heraclea
- Torre Alocaz Wikimapia.
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