Noraduz
Cementerio de Noraduz
Ubicación: Noraduz: Armenia
Coordenadas: 40°22′26″N 45°10′52″E
Tipo: Cementerio
El cementerio de Noraduz1 (en armenio: Նորատուսի գերեզմանատուն) es un cementerio medieval con un gran número de jachkares situadas en el pueblo de Noraduz, Gegharkunik marz cerca a Gavar y el lago Sevan, a 90 km al norte de Ereván en Armenia. El cementerio tiene la mayor concentración de jachkares en la República de Armenia. En la actualidad es el cementerio más grande que sobrevive con jachkares después de la destrucción de estos en la antigua Julfa, Najicheván por parte del gobierno de Azerbaiyán.
Los jachkar o jachtkar son unas piedras conmemorativas características del arte armenio con grabados en bajo relieve que combinan motivos religiosos con motivos ornamentales. Aunque los más antiguos tenían carácter funerario, erigidos para la salvación del alma del difunto, posteriormente se erigieron también para conmemorar victorias militares, la construcción de una iglesia o para prevenir catástrofes naturales. Hoy en día la tradición se ha revitalizado y vuelve a haber artesanos que los producen.
El cementerio está en su lugar desde tiempo inmemorial, las inscripciones más antiguas que contienen los jachkares son del siglo X, pero al igual que en el resto de Armenia, la edad dorada del jachkar se alcanza entre los siglos XVII y XVIII con maestros canteros que alcanzaron renombre. Hoy en día el cementerio no sólo está conformado por jachkares cubiertos de liquen, sino que también hay una zona del mismo en el que las tumbas tienen forma de ataud sobre pequeña pirámide escalonada, y muestras de ese hiperrealismo funerario que tanto nos llamó la atención en Armenia y que también se da en otras partes que pertenecieron a la Unión Soviética.
Muchos de estos khachkars se colocaban sobre unos cimientos especiales.
Durante el Renacimiento, cuando Armenia estaba bajo el yugo del Imperio Safávida las influencias orientales se filtraron en el arte armenio y se tallaron nuevos tipos de khachkars. Había tres maestros talladores de este período en Noraduz, el más notable de los cuales era Kiram Kazmogh (1551-1610), sus contemporáneos son Arakel y Meliset. El cementerio está diseminado por más de una hectárea y contiene casi mil khachkars cada uno de ellos con una ornamentación única. La mayoría de los khachkars están cubiertos por líquenes. Varias tumbas en el cementerio representan escenas de bodas y la vida rural. Al lado del cementerio antiguo está el cementerio moderno, separado de este último por una valla.
En algunas lápidas aparecen escenas laborales o celebraciones de boda. Hay quien cree que no sólo se trata de monumentos funerarios, sino también conmemorativos de otros acontecimientos importantes en la vida de los armenios de por aquel entonces.
Agogwe
Agogwe
El agogwe es descrito como un bípedo humanoide pequeño reportado en los bosques de África Oriental. Mide de 1 a 1.7 m (3.3 a 5.6ft) alto con brazos largos y un pelaje despeinado y se dice tiene piel rojiza debajo de su pelaje. También se lo describe teniendo pelaje negro o gris. Sus pies se dicen son de aproximadamente 12 cm (5in) con dedos oponibles. Se alega que es diferencias entre él y los simios conocidos incluyendo una frente redondeada, incisivos pequeños, su pelaje y color de piel.
Avistamientos
Los encuentros con estos homínido, supuestamente muy raros, proceden en su mayoría de la primera mitad del siglo XX, aunque ya, los pueblos nativos de África conocían a esta criatura
El primer avistamiento documentado fue en los 1900 por el Capitán William Hichens quién reporto su experiencia en el diciembre de 1937 en la edición de la revista de Discovery de la siguiente forma: “Hace algunos años fui enviado en un caza de leones oficial en esta área (los bosques Ussure y Simibit en el lado occidental de las llanuras Wembare) y, mientras esperaba en un claro por un come hombres, ví dos pequeñas, marrones y peludas criaturas venir del denso bosque a un lado del claro y desaparecieron entre los matorrales. Eran como hombres pequeños, de aproximadamente 4 pies de alto, caminando erguidos, pero revestidos de un pelaje rojizo. El cazador nativo que me acompañaba miraba fijamente en asombro y miedo mezclados. Eran, decía, agogwe, los pequeños hombres peludos que uno no ve nunca en su vida.”1 Después de lo sucedido, Hichens realizo varios esfuerzos por encontrarlos en aquel bosque impenetrable, pero todo este esfuerzo fue en vano.
Cuándo Hitchens fue criticado y ridiculizado, Cuthbert Burgoyne escribió una carta a la revista en 1938 relatando su avistamiento de manera similar en 1927 mientras navegaba por África Oriental portuguesa en un carguero japonés. Estaban bastante cerca de la orilla que podían ver la playa que usando un “lente de doce magnificaciones” miraron un grupo de mandriles que se alimentaban y… “mientras mirábamos, dos pequeños hombres marrones caminaban juntos fuera de un arbusto entre los mandriles. Eran ciertamente ningún mono conocido y aun así tenían que haber sido semejantes o los mandriles se habrían. Estaban demasiado lejos para ser vistos en gran detalle, pero estos pequeños animales humanoides eran entre cuatro y cinco pies de altura, bastante erguidos y de grácil figura. Para el momento estaba bastante emocionado pues no se parecían a ninguna bestia del cual había oído o leído. Más tarde un amigo y cazador me diji que estaba en la África Oriental Portuguesa con su mujer y tres cazadores, y vio una madre, padre y niño, aparentemente de la misma especie, paseando a través de un arbusto. Los indígenas ruidosamente le prohibieron disparar.” Sin la cita, un reporte del Señor Burgoyne fue hecho.2
Charles Cordier, un coleccionista de animales profesional quién trabajó para zoológicos y museos, siguió la pista de un agogwe en Zaire a finales de 1950 e inicios de 1960. Una vez, dijo Cordier, un agogwe estaba enredado en una trampa para aves. “Cayó de frente,” dicho Cordier, “giró, se sentó encima, tomó el nudo de sus pies, y camino fuera de la trampa antes de que un africano cercano pudiera hacer cualquier cosa”.3
La ilustracion muestra a un Agogwe en el extremo izquierdo. Las figuras centrales pertenecen al Kajundakari, en Zaire, junto al Tokoloshe, proveniente del folcklore Zulu, y por ultimo en el extremo derecho se muestra a un Kikomba.
Otros nombres
Es un bípedo, de aspecto pequeño y peludo, parecido a un ser humano, siendo visto en los bosques de África oriental, según dicen los testigos de sus avistamientos, estos críptidos poseen un pelaje de color castaño rojizo y una piel, aun visible detrás de su pelaje, de un color marrón rojizo, con una frente redondeada y dientes caninos pequeños, también se los han descrito teniendo pulgares ligeramente inclinado en cada pies, y presentando un tamaño no mas de 0,61 a 1,7 metros de alto. Hay que aclara que su aspecto, puede llegar a variar, ya que existen informes sobre sus avistamientos, en ellos estas criaturas son descritas con pelajes negros o grises. Tanto en Zimbabwe, como en la región del Congo, esta criatura se conoce con el nombre de Kakundakári y Kilomba, en Senegal, este ser lleva el nombre de Fating ‘ho, y en Costa de Marfil es llamado Sehité. En el suroeste asiático, específicamente en Sumatra, Indonesia, también llegan informes de un homínido bípedo semejante a los Agogwe, pero de nombre Orang Pendek. A pesar de que su es descrito como grotesco, se dice que es más malicioso que amenazador.”5
Teorías
Por supuesto que esta criatura, no esta exenta de teorías, algunas de ellas propuestas por el conocido criptozoólogo Bernard Heuvelmans (científico, explorador, investigador y escritor francés, mejor conocido como “el padre de la criptozoología”). Si el agogwe de hecho existe, puede ser una especie superviviente de Gracile australopithecine, un primate bípedo descubierto por la ciencia de hace aproximadamente 2.5-4.5 millones de años. Las huellas Australopithecine tenían un dedo un poco divergido (lejos de oponible), pero la altura global y el resto de la descripción encajan. De todas maneras, el Australopithecine el pie pudo haber cambiado hace varios millones de años.
Otro, improbable, teoría es la supervivencia de posibles de gibones en África. Los gibones son simios menores y pequeño, sin cola, con frentes redondeadas e incisivos pequeños. El problema más grande con esta teoría es que los gibones raramente andan en tierra sólida y principalmente se mueven con sus brazos. Aun así, son ciertamente capaces de andar la tierra, y, cuándo hacen tan, caminan en dos patas.
Otra posibilidad es que un chimpancé se ha adaptado al campo abierto y ha llenado el nicho parecido al del Australopithecine.6
Aun así otra posibilidad es que el agogwe son de hecho bonobos, criaturas parecida a los chimpancés que andan erguidos de correctos aproximadamente ¼ del tiempo.
Debido a la dificultad que presenta una expedición en las remotas selvas del este de África, ninguna expedición oficial en busca de esta rara criatura ha sido realizada en aquellas zonas tan remotas, en conclusión, debido a lo susodicho no ha sido posible la obtención de evidencia física la cual corrobore la existencia del Agogwe, por lo que el misterio entorno a estos críptidos continua.
Estatua de madera de origen desconocido y que supuestamente representa a un Agogwe.
Norsun Tepe
Norsun Tepe, Turquía
Norsun Tepe es un sitio arqueológico situado a 26 km al sureste de la provincia de Elazig, a 3 km al sur del pueblo de Alisam, Turquía.
Ubicación: 38°37’8.00″N, 39°28’11.62″E
El montículo de forma cónica bien definida ocupa en la actualidad un área de 150 x 130 metros. Mide 35 metros de alto y solía ser una de las colinas más altas de la región de Altinova.
En la actualidad, luego de la construcción de la represa de Keban en 1975, el montículo se ha convertido en una isla en el embalse rodeado por una llanura totalmente inundada.
Las excavaciones en Norsun Tepe comenzaron en 1968 por los arqueólogos del Instituto Arqueológico Alemán dirigidos por Harald Hauptmann, profesor en Heidelberg de Prehistoria e Historia Antigua, y tuvieron que terminarlas en 1974 por la obra del embalse Keban.
Dichas excavaciones evidenciaron una extensa estratigrafía, detectando unas 40 capas de asentamientos, desde el Calcolítico tardío (aprox. 5000 años AEC), atravesando todas las fases de la Edad de Bronce, hasta un asentamiento uartiano de la Edad de Hierro (aprox. 2000 AEC).
Vista aérea de Norsun Tepe
La llanura inundada de Norsun Tepe luego de la construcción del embalse
El Calcolítico (del griego “jalkós”=cobre; y “líthos”=piedra), también llamado la Edad del Cobre, es un período de la prehistoria ubicado entre el Neolítico (Nueva Edad de la Piedra) y la Edad del Bronce.
El cobre comenzó a ser fundido en el sur de Anatolia (actual Turquía) durante el VI milenio AEC mientras se seguían utilizando las mismas herramientas líticas del Neolítico. Las primeras evidencias de fundición de cobre proceden de Çatalhöyük.
Excavaciones en Norsun Tepe
Se han hallado artefactos de piedra, hueso y asta, así como artículos de arcilla, metal y vidrio (incluidos sellos y cilindros), de todos los periodos documentados en Norsuntepe.
Después de la Edad de Hierro, que suministró varias tumbas ricamente adornadas, el asentamiento fue abandonado y destruido por el fuego.
Vista aérea de Norsun Tepe
Su estructura matricial dentro de la forma cónica resulta sumamente llamativa. Parece un diseño futurista, más aún teniendo en cuenta que tiene unos 7.000 años de antigüedad.
Las excavaciones en Norsuntepe fueron conducidas entre 1968 y 1974 por los arqueólogos del Instituto Arqueológico Alemán encabezados por Harald Hauptmann, el profesor de Prehistoria y Historia Temprana de Heidelberg.
En las excavaciones de Norsuntepe, los arqueólogos realizaron investigaciones sobre la metalurgia extractiva del cobre, el arsénico y un metaloide gris brillante encontrado en la naturaleza y conocido como antimonio.
Rhey también analizó los productos de fundición excavados de la zona de Norsuntepe (Keban) en el Alto Eufrates.
En todas las regiones de Anatolia la mayoría de los artefactos de una fecha Chalcolithic tardía fueron hechos de cobre sin alear. Algunos también fueron hechos de arsénico de cobre con un bajo contenido de arsénico.
En Norsuntepe, un sitio que ahora está bajo las aguas de la presa de Keban, se han encontrado hornos de fundición, mineral de cobre, escorias, fragmentos de crisoles o moldes de arcilla y artefactos metálicos acabados dentro y en los patios de un grupo de edificios que probablemente Representó una cuarta parte del asentamiento habitado por trabajadores del metal.
Norsun Tepe cubierta de nieve
Norsuntepe era probablemente un sitio fortificado, con las casas del mudbrick acabadas con el yeso y en algunos casos tenía pinturas de la pared.
Norsuntepe fue uno de los sitios más importantes de este período.
Hasta este período, el único material que la humanidad había utilizado para fabricar sus armas era las piedras naturales.
Más tarde, aprendieron a procesar y dar forma a este cobre metálico para fabricar armas fuertes y también ornamentación. También se observa un aumento considerable en el número de pueblos dispersos por la zona.
Las nuevas ciudades de este período se construyeron generalmente en el agua o en ricos valles.
La gran diosa madre de Asia Menor era la deidad principal y han hecho muchas figuras de esta diosa que utilizaron en sus rituales religiosos. Los entierros que se encontraban dentro de las casas del período neolítico precedente tienen lugar ahora fuera de las ciudades.
Después de la Edad de Hierro, que también suministró varias tumbas ricamente amuebladas, el asentamiento fue abandonado y destruido por el fuego.
Wudewasa
Wudewasa
Wild man (Hombre salvaje) (Etimología de la expresión)
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Los hombres salvajes apoyan escudos de armas en los paneles laterales de un retrato de Albrecht Dürer, 1499 (Alte Pinakothek, Munich)
El hombre salvaje (también wildman , o “wildman of the woods”, woodwose o wodewose) es una figura mítica que aparece en la obra de arte y la literatura de la Europa medieval, comparable al sátiro o fauno en la mitología clásica y a Silvanus, el romano dios de los bosques.
La característica definitoria de la figura es su “salvajismo”; desde el siglo XII, se los representaba consistentemente como cubiertos de pelo. Aparecen imágenes de hombres salvajes en los techos de techos esculpidos y pintados donde se cruzan las bóvedas conopiales que se cruzan en la Catedral de Canterbury, en posiciones donde también es probable que se encuentre con el Hombre Verde vegetal. La imagen del hombre salvaje sobrevivió para aparecer como partidario de escudos de armas heráldicos , especialmente en Alemania, hasta bien entrado el siglo XVI. Los grabadores renacentistas en Alemania e Italia eran particularmente aficionados a los hombres salvajes, las mujeres salvajes y las familias salvajes, con ejemplos de Martin Schongauer (fallecido en 1491) y Albrecht Durero (1471-1528), entre otros.
Terminología
El primer elemento de woodwose generalmente se explica como wudu “madera”, “bosque”. El segundo elemento es menos claro. Se ha identificado como un nombre hipotético * wāsa “ser”, del verbo wesan, wosan “ser”, “estar vivo”.[1] La forma del inglés antiguo no está comprobada, pero habría sido * wudu-wāsa o * wude-wāsa. También puede significar una persona abandonada o abandonada, cognado con el alemán “Waise” y holandés “wees” que ambos significan “huérfano”.
Tapiz de finales de siglo 15 de Basilea, que muestra un woodwose siendo domesticado por una dama virtuosa
La terminología en la Edad Media fue más variada. En inglés medio, estaba el término woodwose (también deletreado wodewose, woodehouse, wudwas, etc.).[2][3] Wodwos[4] aparece en Sir Gawain y el Caballero Verde (alrededor de 1390).[5] La palabra del inglés medio se atestigua por primera vez en la década de 1340, en referencia a la obra de arte decorativa “salvaje” popular en ese momento, en una descripción latina de un bordado del Gran guardarropa de Eduardo III,[6] pero como una apellido se encuentra ya en 1251, de un Robert de Wudewuse. En referencia a una criatura legendaria o mitológica real, el término se encuentra en la década de 1380, en la Biblia de Wycliffe, traduciendo שעיר (LXX δαιμόνια, Latin pilosi) en Isaías 13:21[7] Las ocurrencias en Sir Gawain y el Caballero Verde datan de poco después de la Biblia de Wycliffe, hasta ca. 1390.[8]
La pelea en el bosque, dibujo de Hans Burgkmair, posiblemente de una escena del poema alemán de la Alta Escuela Media Sigenot, sobre Dietrich von Bern
El alemán antiguo alto tenía schrat, scrato o scrazo, que aparecen en glosas de obras latinas como traducciones de fauni, silvestres o pilosi, identificando a las criaturas como seres peludos de los bosques.[3] Algunos de los nombres locales sugieren conexiones con figuras de la mitología antigua. Común en Lombardía y las partes de habla italiana de los Alpes son los términos salvan y salvang, que se derivan del latín Silvanus, el nombre del dios tutelar romano de los jardines y el campo.[3] Del mismo modo, el folclore en el Tirol y en la Suiza de habla alemana hasta el siglo XX incluía a una mujer salvaje conocida como Fange o Fanke , que deriva de la fauna latina, la forma femenina del fauno.[3] Las fuentes alemanas medievales dan los nombres de la mujer salvaje lamia y holzmoia (o alguna variación);[9] el primero se refiere claramente al demonio de la naturaleza griega Lamia, mientras que el último deriva en última instancia de Maia, una diosa grecorromana de la tierra y la fertilidad que está identificada con la Fauna y que ejerció una amplia influencia sobre la sabiduría medieval del hombre salvaje.[3] Slavic tiene a leshy “hombre del bosque”.
Varios idiomas y tradiciones incluyen nombres que sugieren afinidades con Orcus, un dios de la muerte romano e itálico.[3] Durante muchos años la gente en Tirol llamó al hombre salvaje Orke, Lorke o Noerglein, mientras que en algunas partes de Italia era el orco o huorco.[10] El ogro francés tiene la misma derivación,[10] que los orcos literarios modernos.[11] Es importante destacar que Orcus está asociado con Maia en una danza celebrada lo suficientemente tarde como para ser condenada en un penitencial español de los siglos IX y X.[12]
El término fue generalmente reemplazado en la literatura del período inglés moderno temprano por equivalentes derivados clásicos, o “hombre salvaje”, pero sobrevive en la forma del apellido Wodehouse o Woodhouse (ver familia Wodehouse ). “Hombre salvaje” y sus cognados es el término común para la criatura en la mayoría de los idiomas modernos;[3] aparece en alemán como Mann más salvaje, en francés como homme sauvage y en italiano como uomo selvatico “hombre del bosque”.[13]
Las figuras similares al hombre salvaje europeo ocurren por todo el mundo de los tiempos muy tempranos. El primer ejemplo registrado del tipo es el personaje Enkidu en la antigua epopeya mesopotámica de Gilgamesh.[14]
La representación de Nabucodonosor II en el Libro de Daniel (siglo II aC) influyó mucho en los conceptos medievales europeos.[15] Daniel 4 representa a Dios humillando al rey de Babilonia por su jactancia; enloquecido y expulsado de la sociedad humana, crece pelo en su cuerpo y vive como una bestia. Esta imagen era popular en las representaciones medievales de Nabucodonosor. Del mismo modo, las leyendas tardías medievales de San Juan Crisóstomo (fallecido en 407) describen el ascetismo del santo como algo tan aislado y salvaje que los cazadores que lo capturan no pueden decir si es hombre o bestia.[dieciséis]
Pontus y su tren disfrazados de hombres salvajes en la boda de Genelet y Sidonia. Ilustración de un manuscrito de una versión alemana de Pontus y Sidonia (CPG 142, fol. 122r, ca. 1475)
El concepto medieval de hombre salvaje también se basó en la tradición de seres similares del mundo clásico como el fauno romano y Silvanus. Varias tradiciones populares sobre el hombre salvaje se corresponden con prácticas y creencias antiguas. En particular, los campesinos de los Grisones intentaron capturar al hombre salvaje emborrachándolo y atándolo con la esperanza de que les diera su sabiduría a cambio de la libertad.[17] Esto sugiere una conexión con una tradición antigua, registrada ya en Jenofonte (murió 354 aC) y apareciendo en las obras de Ovidio, Pausanias y Claudio Aquelino, en la que los pastores capturaron un ser forestal, aquí llamado Silenus o Fauno, de la misma manera y para el mismo propósito.[17]
Además de las influencias mitológicas, el saber medieval de los hombres salvajes también se basó en los escritos eruditos de los historiadores antiguos, aunque probablemente en menor grado.[18] Estos hombres salvajes antiguos están desnudos y a veces cubiertos de pelo, aunque de manera importante los textos generalmente los localizan en alguna tierra lejana,[18] distinguiéndolos del hombre salvaje medieval que se pensaba que existía justo en los límites de la civilización. El primer historiador en describir tales seres, Herodoto (c.448 aC – c.425 aC), los coloca en el oeste de Libia junto a los hombres sin cabeza con ojos en el pecho y criaturas con cara de perro.[19] Después de la aparición del ex médico de la corte persa Ctesias ‘ Indika (en la India), que registró las creencias persas sobre el subcontinente, y las conquistas de Alejandro Magno, la India se convirtió en el hogar principal de las criaturas fantásticas en la imaginación occidental, y los hombres salvajes fueron descritos con frecuencia como viviendo allí. [19] Megasthenes, Seleucus I El embajador de Nicator en Chandragupta Maurya, escribió acerca de dos tipos de hombres que se encuentran en la India y que describe explícitamente como salvajes: primero, una criatura llevada a la corte con los pies hacia atrás; segundo, una tribu de gente del bosque que no tenía bocas y que se sostenía con olores.[20] Tanto Quintus Curtius Rufus como Arrian se refieren a que el mismo Alexander se encontró con una tribu de salvajes pescadores de pescado durante su campaña en la India.[21]
Algunas de las primeras pruebas de la tradición del hombre salvaje aparecen en el penitencial español de los siglos IX o X antes mencionado.[12] Este libro, probablemente basado en una fuente franca anterior, describe un baile en el que los participantes se disfrazaron de las figuras Orcus, Maia y Pela, y atribuye una penitencia menor a aquellos que participan en lo que claramente fue un resurgimiento de una vieja costumbre pagana.[12] La identidad de Pela es desconocida, pero la diosa de la tierra Maia aparece como la mujer salvaje ( Holz-maia en los glosarios alemanes posteriores), y los nombres relacionados con Orcus estaban conectados al hombre salvaje durante la Edad Media, lo que indica que el baile fue una versión temprana de las festividades de hombres salvajes celebradas durante la Edad Media y que sobrevivieron en los bolsillos de Europa a través de los tiempos modernos.[12]
Gente salvaje, en los márgenes de una iluminación de finales del siglo XIV
Mitología celta
El cuento irlandés del siglo IX, Buile Shuibhne[22] ( La locura de Sweeney ) describe cómo Shuibhne o Sweeney, el rey pagano de Dál nAraidi en el Ulster, ataca al obispo cristiano Ronan Finn y, como resultado, recibe una maldición de locura. Empieza a crecer plumas y garras mientras la maldición sigue su curso completo, vuela como un pájaro y pasa muchos años viajando desnuda por el bosque, componiendo versos entre otros locos. Para ser perdonado por Dios, el Rey Buile Suibhne compone un bello poema de alabanza a Dios antes de morir. Hay más poemas e historias que narran la vida y la locura del rey Suibhne.[23] Los galeses contaron una historia similar sobre Myrddin Wyllt, el origen del Merlín del romance posterior. En estas historias, Myrddin es un guerrero al servicio del rey Gwenddoleu ap Ceidio en el momento de la Batalla de Arfderydd. Cuando matan a su señor en la batalla, Myrddin lleva al bosque de Caledonian en un ataque de la locura que lo dota de la capacidad de componer poesía profética; se le atribuyen varios poemas proféticos posteriores. [24] La vida de Saint Kentigern incluye casi la misma historia, aunque aquí el loco de Arfderydd se llama Lailoken , que puede ser el nombre original.[22] El fragmentario texto bretón del siglo XVI Un diálogo Etre Arzur Roe D’an Bretounet Ha Guynglaff ( Diálogo entre Arthur y Guynglaff ) habla de una reunión entre el Rey Arturo y el hombre salvaje Guynglaff, quien predice eventos que ocurrirán hasta el siglo 16.[25]
Geoffrey de Monmouth relata la leyenda de Myrddin Wyllt en su Latin Vita Merlini de alrededor de 1150, aunque aquí la figura ha sido rebautizada como “Merlín”. Según Geoffrey, después de que Merlín fue testigo de los horrores de la batalla:
… una extraña locura se apoderó de él. Se arrastró y huyó al bosque, no queriendo que nadie lo viera irse. En el bosque se fue, contento de yacer escondido bajo los fresnos. Observó a las criaturas salvajes pastando en el pasto de los claros. A veces los seguía, a veces los pasaba en su curso. Hizo uso de las raíces de las plantas y de los pastos, de las frutas de los árboles y de las moras en el matorral. Se convirtió en un Hombre de los Bosques, como si estuviera dedicado al bosque. Así que durante todo un verano permaneció escondido en el bosque, sin ser descubierto por nadie, olvidadizo de sí mismo y de los suyos, acechando como un ser salvaje.
Mitología eslava
Las personas salvajes (divi) son los personajes de la demonología popular eslava, criaturas del bosque mítico[26]. Los nombres se remontan a dos raíces praslavianas relacionadas * dik- y * div- , que combinan el significado de “salvaje” y “sorprendente, extraño, extraño”.
En las fuentes orientales eslavas referidas: Saratov dikar, dikiy, dikoy, dikenkiy muzhichok – leshy; un hombre bajo con una gran barba y cola; Lisovi lyudi ucraniano: hombres viejos con cabello crecido que dan plata a quienes se frotan la nariz; Kostroma dikiy chort; Vyatka dikonkiy espíritu impuro, enviando parálisis; Ucraniano lihiy div – espíritu del pantano, enviando fiebre; Dika Baba de los Cárpatos Ucranianos , una mujer atractiva con botas de siete leguas, sacrifica niños y bebe su sangre, seduce a los hombres[27]. Hay similitudes entre los informes eslavos orientales sobre personas salvajes y leyendas del libro sobre los pueblos divi (personas inusuales de la novela medieval “Alejandría”) y las representaciones míticas de los pueblos milagrosos. Por ejemplo, los rusos de Ural creen que los divnye lyudi son bajos, hermosos, tienen una voz agradable, viven en cuevas en las montañas, pueden predecir el futuro; entre los bielorrusos de Vawkavysk uyezd, los dzikie lyudzi – caníbales tuertos que viven en el extranjero, también beben sangre de cordero; entre los bielorrusos de Sokółka uyezd, los dzikij narod en el extranjero han cultivado lana, tienen una larga cola y orejas como un buey; ellos no hablan, sino solo chillan[28].
Speculum Regale
Un hombre salvaje se describe en Konungs skuggsjá (Speculum Regale o “El espejo del rey”), escrito en Noruega alrededor de 1250:
Una vez sucedió en ese país (y esto parece ciertamente extraño) que una criatura viviente fue atrapada en el bosque y que nadie podía decir definitivamente si era un hombre o algún otro animal; porque nadie podía obtener una palabra de eso o estar seguro de que entendía el habla humana. Tenía la forma humana, sin embargo, en cada detalle, tanto en manos, cara y pies; pero todo el cuerpo estaba cubierto de pelo como las bestias, y en la parte posterior tenía una larga melena áspera como la de un caballo, que caía a ambos lados y se arrastraba por el suelo cuando la criatura se detenía al caminar.
Concursos medievales tardíos
El rey Carlos VI de Francia y cinco de sus cortesanos vestidos como salvajes y encadenados para una mascarada en el trágico Bal des Sauvages que tuvo lugar en París en el Hôtel Saint-Pol, el 28 de enero de 1393. Estaban “en trajes de lino” paño cosido en sus cuerpos y empapado en cera resinosa o brea para mantener una cubierta de cáñamo agrietado, por lo que se veían peludos y peludos de pies a cabeza”.[29] En medio de las festividades, una chispa extraviada de una antorcha prendió fuego a sus trajes altamente inflamables, quemando vivos a varios cortesanos; la propia vida del rey se salvó gracias a la acción rápida de su tía, Joann, duquesa de Berry, que lo cubrió con su vestido.
Recepción post-medieval
“Hombre salvaje”, c. 1521/22, bronce de Paulus Vischer
El hombre salvaje fue utilizado como un símbolo de la minería en la Alemania tardía y renacentista. Aparece en este contexto en los escudos de armas de Naila y de Wildemann. La ciudad de Wildemann en el Alto Harz fue fundada en 1529 por mineros que, según la leyenda, se encontraron con un hombre y una esposa salvajes cuando se aventuraron en las tierras salvajes de la cordillera Harz.
Pedro Gonzalez
Petrus Gonsalvus (nacido en 1537) fue referido por Ulisse Aldrovandi como “el hombre del bosque” debido a su condición, hipertricosis. Algunos de sus hijos también estaban afligidos. Se cree que su matrimonio con la dama Catalina inspiró el cuento de hadas La Bella y la Bestia.
En El cuento de invierno (1611) de Shakespeare, la danza de los doce “Sátiros” en el rústico esquila de ovejas (IV.iv), preparada por el relato sin aliento de un criado:
Maestros, hay tres carreteros, tres pastores, tres rebaños limpios, tres manadas de cerdos, que se han hecho todos hombres de pelo, se llaman a sí mismos Saltiers,[30] y tienen un baile que las mujeres dicen que es un gallimaufrey[31] de gambols …
La cuenta combina hombres salvajes y sátiros. Shakespeare pudo haberse inspirado en el episodio de la máscara de Ben Jonson, Oberon, Faery Prince (interpretada el 1 de enero de 1611), donde los sátiros tienen “muñecas de tawnie” y “muslos lanudos”; “corren saltando y haciendo acciones antiguas”.[32]
El término madera-woses o simplemente Woses es utilizado por JRR Tolkien para describir una raza ficticia de hombres salvajes, que también se llaman Drúedain , en sus libros sobre la Tierra Media . De acuerdo con el legendario de Tolkien, otros hombres, incluidos los rohirrim, confundieron a los drúedain con duendes u otras criaturas de madera y los denominaron como hombres de Púkel (hombres trasgos). Él permite la posibilidad ficticia de que su Drúedain fuera el origen “real” de los hombres salvajes del folklore tradicional posterior.
El poeta británico Ted Hughes usó la forma wodwo como el título de un poema y un volumen de 1967 de sus obras completas.[33]
Interpretaciones
Las versiones distorsionadas de los simios pueden haber contribuido a la concepción antigua y medieval del hombre salvaje. En su Historia Natural, Plinio el Viejo describe una raza de salvajes , criaturas salvajes en la India que tenían cuerpos humanoides pero una capa de pelo, colmillos y sin capacidad para hablar, una descripción que se ajusta a los gibones indígenas de la zona.[20] El antiguo explorador cartaginés Hanno el Navegante (500 antes de Cristo) informó de un encuentro con una tribu de hombres salvajes y mujeres peludas en lo que pudo haber sido Sierra Leona; sus intérpretes los llamaron “Gorillae”, una historia que más tarde dio origen al nombre de las especies de gorilas y que, de hecho, podría haberse relacionado con un gran simio.[20] [34] Del mismo modo, el historiador griego Agatharchides describe lo que pudieron haber sido los chimpancés como tribus de ágiles, promiscuos “comedores de semillas” y “comedores de madera” que viven en Etiopía.[35]
Como su nombre lo indica, la característica clave del hombre salvaje es su salvajismo. Los ciudadanos “civilizados” consideraban a los hombres salvajes como seres del desierto, y como tal representan la antítesis de la civilización. La académica Dorothy Yamamoto ha notado que el “desierto” habitado por el hombre salvaje no indica realmente un lugar totalmente fuera del alcance humano, sino la zona liminal al borde de la civilización, el lugar habitado por cazadores, criminales, ermitaños, pastores, y otros que frecuentan los márgenes de la actividad humana.[36] Otras características desarrolladas o transmutadas en diferentes contextos. Desde los primeros tiempos, nuestras fuentes asociaban a los hombres salvajes con la vellosidad; en el siglo XII, casi invariablemente se describía que tenían una capa de pelo que les cubría el cuerpo entero, excepto las manos, los pies, las caras sobre sus largas barbas y los senos y las barbillas de las hembras.[37]
En Canzo ( Brianza, Lombardía, Italia), durante la fiesta de Giubiana (una fiesta medieval de enero), el personaje de Wildman ( Omm selvadegh ) también está presente como un hombre enmascarado de madera completamente cubierto por hojas de hiedra. Su boceto consiste en distribuir nueces a los niños y bailar con la Anguana (duende femenino acuático). Representa el equilibrio entre lo natural (por ejemplo, el personaje del Oso – Urtzu ) y el poder humano (por ejemplo, el personaje del Cazador – Kashadoor ) y una figura positiva opuesta a las Brujas ( Strii picitt ).
Es posible que el folclore popular del hombre salvaje tenga su origen en una memoria cultural de pueblos agrícolas que conviven con cazadores-recolectores en el Neolítico o más tarde, cuya evidencia fósil sugiere que fue de 2,000 años en el norte de Europa.[38] Tácito (57-117 dC) incluso describe a los fenni de Europa oriental como forrajeadores primitivos al final de su Germania , lo que indica que el estilo de vida todavía estaba activo en las partes más remotas de Europa durante el siglo I d. El folklore del hombre salvaje se encuentra ampliamente en el tiempo y la geografía en el norte y el este de Europa, y puede ser anterior a los primeros registros escritos considerablemente, como lo hacen muchas figuras tradicionales. Por ejemplo, las figuras de la mitología irlandesa precristiana continuaron en formas diminutas junto a la cultura cristiana, y las deidades griegas continuaron siendo utilizadas como íconos en la Gran Bretaña victoriana; de este modo, el woodwose podría ser la encarnación mitológica de las interacciones pasadas con las últimas sociedades de forrajeo de Europa.
Yowie
Yowie
La Misteriosa Leyenda del Bigfoot Australiano
16 Septiembre, 2015 – 22:26 Bryan Hilliard
Antiguas pinturas rupestres Aborígenes de los míticos Quinkins/Yowies. Laura, Australia. ( Public Domain )
En 1804, fue publicado el libro de John Pinkerton Geografía Moderna – Descripción de los Imperios, Reinos, Estados y Colonias: con sus Océanos, Mares e Islas: En todas Partes del Mundo. En él hay un comentario que se refiere a cierta población de Aborígenes que habitaba la Bahía de Sidney junto con otra tribu. Se les describe como de nariz chata con anchas fosas nasales; cejas espesas y ojos hundidos. Sus bocas eran de una ‘anchura prodigiosa’ con labios gruesos y mandíbulas prominentes. Los aborígenes se referían a ellos como a un pueblo completamente diferente: los Yahoos o Yowies, palabras que significan “gente peluda”.
Los Dos Grupos de Yowies de Australia
La tribu Kuku Yalanji del Norte Tropical de Queensland, al norte de Australia, cree en la existencia de esta criatura. Sus miembros afirman que coexistieron con el Yowie durante siglos, y conservan un largo y detallado historial de ataques de estos seres en sus leyendas. El Yowie es el equivalente de la criatura a la que los Nativos Americanos del Noroeste llaman Sasquatch.
Los relatos históricos nos hablan de dos tipos de Yowie australianos, siendo el más destacado el Gigantopithecus. Éste es el de mayor tamaño de los dos, y se dice de sus individuos que medían entre 1,80 y 3 metros de altura, llegando a pesar más de 400 Kg. Se le describe como un ser misterioso, que se asemejaría a un hombre-simio enorme cubierto de pelo, con garras en lugar de manos. Comparado con el Sasquatch norteamericano, se cree que el aspecto de su rostro y cabeza es más simiesco, aunque también caminaría erguido. Su temperamento ha sido descrito como más agresivo y peligroso respecto a los humanos. La otra especie de Yowie es descrita como más pequeña, entre 1,20 y 1,50 metros de altura. Aunque la mayor parte de la población es escéptica respecto a estos relatos, algunos creen que se trata de una antigua especie de homínido que escapó a la extinción. Estos homínidos aparecen dibujados en algunas pinturas rupestres de la zona como figuras altas y peludas, junto a otras figuras humanas más pequeñas que representan a los propios Aborígenes.
Estatua de un Yowie en Kilcoy, Queensland, Australia ( Wikimedia Commons )
Contactos con el Yowie: Avistamientos en el Transcurso de los Años
El contacto de los europeos con el Yowie se cree que comenzó con la llegada de la Primera Flota a la Ensenada de Sidney en 1788. A principios de la época colonial, los Aborígenes a menudo advertían a los colonos británicos de que tuvieran cuidado con criaturas simiescas que acechaban ocultas en las escarpadas montañas y los espesos bosques del continente. Un relato en particular, que llegó a Londres en una carta en 1820, hablaba de un encuentro con la criatura en 1789 por parte de varios presos y un grupo de marinos que había salido de caza. Los hombres habían matado un puñado de wallabies y estaban regresando a su asentamiento cuando, en lo alto de una colina cercana, avistaron un animal que les observaba oculto entre los árboles y que más tarde afirmaron que era el doble de alto que un hombre ordinario.
Bahía de Sidney, Primera Flota, 1788, Australia (NewStars)
El primer avistamiento del Yowie en el sur de Australia del que se tiene noticia tuvo lugar en la isla Philip, Victoria, en 1849. Durante este encuentro, varias personas observaron una criatura de la que dijeron que medía 6-7 pies de alto (1,80 – 2,10 metros), y que parecía un cruce entre un babuino y un humano. Según explicaron los testigos, en ese momento, la criatura estaba sentada sobre la orilla del lago, momento en el que le dispararon.
La misteriosa fotografía tomada por Rich Jones en Batlow, Nueva Gales del Sur. Según algunos, la oscura figura que parece estar sentada al fondo a la izquierda es un Yowie (1932) ( Youtube)
Probablemente uno de los más extraños y polémicos avistamientos llegó bajo la forma de una fotografía tomada en 1936. Es parte de una serie de imágenes captadas por Rich Jones cuando trabajaba en un aislado campamento de leñadores en Batlow, población situada en los montes Snowy de Nueva Gales del Sur, 450 kilómetros (279,6 millas) al sudoeste de Sidney. En la imagen se puede observar lo que parece ser una criatura de gran tamaño sentada, con las manos sobre su regazo, detrás de dos hombres que están sentados sobre un tronco. Análisis posteriores de esta foto supuestamente demuestran que lo que parece ser la cabeza de la criatura descansa cerca de su pecho y mira hacia abajo. Esta impresión se debe a una pareidolia provocada por la presencia de árboles, ramas y follaje del bosque que se observa al fondo.
Otro bien conocido incidente ocurrió en Diciembre de 1979, cuando una pareja del lugar, Leo y Patricia George, se aventuraron en el interior del bosque y se encontraron con el cadáver mutilado de un canguro. Más tarde aseguraron que el culpable se encontraba a solo unos cuarenta pies (unos doce metros) de distancia, y lo describieron como una criatura de unos diez pies (tres metros) de altura, cubierta de pelo, que se detuvo para mirarles fijamente poco antes de perderse en la espesura.
El Yowie no es la única criatura de la historia de Australia que se ha topado con el escepticismo académico acerca de su existencia. Cuando los colonos europeos enviaron por primera vez un ejemplar de ornitorrinco a Londres, los científicos quedaron desconcertados por su sorprendente (para un mamífero) capacidad para poner huevos, su pico de pato, su cola de castor y sus garras de nutria, por lo que llegaron a la conclusión de que se trataba de algún tipo de falsificación. Pero cuando fueron recibiendo más ejemplares, los científicos no tuvieron más remedio que aceptar que era real.
Pintura de un ornitorrinco, John Lewin, Nueva Gales del Sur, Australia (1808) (Wikimedia Commons)
A día de hoy, los avistamientos del Yowie parecen darse principalmente en las regiones costeras centrales y meridionales de Nueva Gales del Sur y en la Gold Coast de Queensland (la zona de las Montañas Azules justo a las afueras de Sidney es un lugar frecuente de avistamientos)
Un experto en el tema, Rex Gilroy, afirma haber investigado más de 3.000 casos y cree que el Yowie está relacionado con el Bigfoot norteamericano. En comparación, en Norteamérica ha habido miles de avistamientos en la historia moderna (3.313 en 92 años según una web). La investigación llevada a cabo por Gilroy para diversos periódicos y revistas en los años 70 dio a conocer a esta criatura al gran público. A pesar de los numerosos avistamientos y relatos de testigos, algunos investigadores han llegado a la conclusión de que las pruebas de la existencia del Yowie son tan escasas que este ser de leyenda probablemente sea un fraude.
En el año 2006, se publicó un libro con todo lo que hace falta saber sobre este tema titulado El Yowie: En Busca del Bigfoot Australiano obra de los autores Tony Healy y Paul Cropper. Healy y Cropper admiten que existen muy escasas pruebas que apoyen la existencia de una criatura así. No se han encontrado huesos, rara vez huellas, y se dispone de muy pocas fotografías o películas, tal y
Montículo del cocodrilo
Montículo del cocodrilo
Granville, Licking County
Lo que se ha llamado el “Alligator Mound” “Lizard Mound” e incluso el “Opossum montículo”.
Hay un gran número de montículos entre Newark Granville, algunos de ellos casi irreconocibles. Su posición sugiere un centro común, o conexión, con el Old Fort cerca de Newark.
Mapa temprano del montículo del cocodrilo. Puede haber sido algún otro tipo de reptil. Comparte una alineación con el gran círculo de Newark o henge, ya que ambos están alineados con el amanecer del 1 de mayo. El primero de mayo fue la aparición de ranas y otros reptiles y una señal de que la vida regresaba al paisaje.
El montículo Alligator está situado en la cumbre de una colina de casi doscientos pies de altura, a unos seis kilómetros al oeste de Newark, Cerca de Granville. La forma de este monstruo reptil está claramente presentada, de modo que todos admiten, al principio; Que, sin duda, pretendía representar al cocodrilo o al cocodrilo americano. Su larga longitud es de doscientos pies y diez pies. La anchura máxima de su cuerpo es de veinte pies, y su longitud entre las patas delanteras y las patas traseras es de cincuenta pies.
La longitud del Alligator de 210 pies es una buena idea de que este trabajo tenía una referencia solar. Los templos o henges del sol en el parque de estado de los montes y la ciudad de Cambridge, Indiana, Atenas Ohio, Chillicothe, Ohio eran todos de 210 pies en diámetro o 660 pies en circunferencia.
Dos henges del grupo de la ensambladura cerca de Chillicothe, Ohio con un diámetro de 210 pies.
Los miembros tienen cada uno veinticinco pies de largo. La cabeza, hombros y espalda tienen una elevación que varía de tres a seis pies, mientras que el resto del cuerpo promedios considerablemente menos. La cabeza, los miembros y la cola disminuyen gradualmente hasta su terminación. El erudito autor de “El hombre histórico” visitó esta efigie en 1876, justo antes de la edición de la tercera edición de su obra, y expresa la creencia de que “simboliza algún objeto de especial temor y veneración, así criado en uno de los principales Lugares altos de la nación, con su altar de acompañamiento, sobre el cual estos ancianos podían ser testigos de la celebración de los ritos de su culto, siendo su sitio obviamente seleccionado como la característica más prominente en un distrito populoso que abunda en el ámbito militar, Estructuras religiosas “. Es probable que esta efigie fuera un objeto de adoración, ya que los Constructores de Montículos eran ciertamente una raza supersticiosa e idólatra.
El cairn de piedra que estaba junto a la efigie es muy similar al que se encuentra en la Cruz de Tarleton.
La Cruz de Tarleton con un montículo de piedra adyacente. En el centro de la cruz hay una cuenca profunda donde se cree que se produjeron fuegos durante los eventos solares.
Probablemente pertenece a la misma clase de montículos que el “montículo de Eagle” en el “viejo fuerte”. La colina sobre la cual se encuentra el montículo de cocodrilo, es una “espuela” que sobresale en el fondo del nivel, y no lejos del pie de la colina, y al este de ella quizás un cuarto de milla, en el fondo del nivel, es El montículo con forma curiosa llamado “Crescent”. Es una “inmensa pila de tierra” que parece estar encima del suelo como si hubiera sido transportada desde una distancia, arrojada allí y formada en forma de media luna o media luna. Se compone en gran parte de grava y en su composición difiere en gran medida de la tierra oscura y franco alrededor de ella. Esta misteriosa pila en forma de media luna ha sido arada durante cincuenta años o más y, por supuesto, está muy reducida en altura, pero es probablemente de seis o siete pies de alto. Es grande y gruesa en el centro, y se estrecha en cualquier dirección a un punto. Se encuentra en el lote número ocho de la compra de Granville, ahora propiedad de D. M. Knapp.
El Ohio Valley Mound Builders y el Búfalo
El famoso montículo Alligator también se encuentra en Granville, Ohio. Esta efigie, junto con los huesos de búfalo que se encuentran en un montículo funerario cercano, arrojan evidencia sobre la importancia de los espíritus animales dentro de la religión constructora de montículos.
Hay pruebas, sin embargo, de que el búfalo era conocido por los constructores de montículos de Dakota. Desde un montículo en el fondo del río cerca de Corning, en la esquina noroeste de Missouri, a una profundidad de cinco o seis pies, cavé algunos dientes que fueron declarados por un anatomista de la Sociedad de Historia Natural de Cincinnati, los de un búfalo. “En un montículo muy grande, de forma cuadrada, trescientos pies por cada lado y treinta pies de alto [frente a San Luis], se encontraron, en contacto con un número de instrumentos de cobre y adornos, una serie de dientes de la Búfalos. * * * Lo más probable es que los hubieran usado como adornos. – McAdams, 35. Putnam encontró un “colgante hecho de cuerno de búfalo” en un altar en los montículos de Turner (véase página 386). “Todo el esqueleto de un bisonte fue encontrado por el profesor Appey en un gran túmulo [cerca de Granville, Ohio,] asociado con restos humanos”. – Moorehead, 19 años.
Este es el “reptil” montículo mirando hacia el suroeste. A lo lejos el Macizo de Jacksontown, el Gran Mound de Piedra, los Yost Works, el Macizo de Tippit, habrían sido visibles. El montículo fue construido en un eje de 66 grados al amanecer y puesta del sol del 1 de mayo. El 1 de mayo es el evento solar donde la Madre Tierra es venerada. Habría sido el momento en que las salamandras en esta área habrían surgido y un signo de la “vida” que es sinónimo de primavera.
Foto de “The Nephilim Chronicles: Una Guía de Viajes a las Ruinas Antiguas en el Valle de Ohio”.
Gran parte de estos “montículos”, se utilizan como datos y muestras de los antiguos Nephilim, “colonizadores” de la Tierra primitiva.
Numerology and Solar Alignments of the Mounds, Near Newark, Ohio
Achi, Vasitri y Kanimas
Achi, Vasitri y Kanimas
Vasitri – Encontrado en las selvas de Venezuela, estos humanoides salvajes y peludos se piensan para ser descendientes de seres humanos prehistóricos tales como erectus o neanderthalensis. Ellos son considerados como malvados y salvajes por las poblaciones locales de los humanos modernos, y se dice que hacen lanzas artesanales y otras armas primitivas con las que matan a sus presas. A veces se dice que comen carne humana y llevan a mujeres humanas para la cría.
De Loys Ape – Mono Grande Otro enigma criptozoológico muerde el polvo como el famoso Loys Ape resulta ser sólo un mono araña
by Davy Russell, Editor
29 JUNE 2001
Desconocidas criaturas hominoides han sido reportadas en numerosas ocasiones a través de las selvas de América del Sur. Las leyendas de los Didi, Vasitri, y el Mono Grande circulan en la región. Una evidencia que apoya la existencia de una versión sudamericana de bigfoot es la famosa fotografía de Loys Ape, fotografiada por un geólogo suizo, el doctor François de Loys en algún momento entre 1917 y 1920. Según De Loys, él y su expedición descansaban cerca del río Tarra en la frontera de Venezuela y Columbia. De repente, fueron atacados por dos criaturas parecidas a los simios de 5 pies de altura que agitaban las ramas amenazadoramente y arrojaban heces a los hombres. En la defensa, los hombres de Loys lucharon, disparando y matando a la hembra. El macho herido escapó de nuevo a la selva. El mono tenía extrañas características humanas, lo que llevó a De Loys a fotografiar a la criatura sentada en una caja, es el cadáver apoyado con un palo. Se dice que la criatura fue comida por los hombres hambrientos, destruyendo así todas las pruebas excepto la única fotografía controvertida.
Casi una década pasó antes de que la imagen se hiciera pública. Fascinado por la fotografía, un amigo de de Loys, el Dr. George Montandon publicó la imagen alegando que era un tipo de mono sudamericano que llamó “Ameranthropoides loysi”.
Los científicos se apresuraron a desmentir las afirmaciones del doctor Montandon. Un tal escéptico, sir Arthur Keith, proclamó que la fotografía era un engaño que representaba nada más que un mono de araña con su cola escondida detrás de la caja en la que se sentó. También señaló que la fotografía no tenía indicaciones del tamaño de la criatura. Muchos especularon que la caja era de 20 pulgadas de alto, y basado en ese cálculo, el mono sería casi 5 pies de altura. Sin embargo, la altura promedio para un mono araña es entre 15 y 27 pulgadas, su cola medir 20-35 pulgadas de largo.
Ivan T. Sanderson, respetado investigador de Fortean y autor de varios libros sobre el tema, también encuentra fallas en la afirmación de Montandon. Sanderson escribe en su libro Abominable Snowmen: Legend Come To Life, “… esta foto producida por el Dr. Francios de Loys es obviamente la de un mono araña…”. Después de calcular el tamaño real de las criaturas, continúa diciendo: “Así, este animal, con su cabeza empujada hasta un grado no natural por un palo, mide unas 27 pulgadas, es un mono araña de tamaño normal, pero ni siquiera grande. La fotografía original no es sólo un caso de identidad equivocada, es un engaño absoluto, y un desagradable en eso, siendo un engaño deliberado…”
A pesar del escepticismo que rodea a esta fotografía, otros sostienen que la criatura no es sólo un mono araña normal. El animalista Michael T. Shoemaker escribe: “El examen de la foto revela una mezcla extraña, pero lógica, de características de diferentes géneros. La nariz plana, con las fosas nasales muy separadas y abocinadas hacia fuera, es característica de los monos del Nuevo Mundo… Otras características que sugieren fuertemente un mono araña son las crestas redondas que rodean las órbitas de los ojos, el pelo largo, y los extremadamente largos dedos de las manos y los pies. Por otra parte, muchas de sus características contradicen tal identificación… Comparado con otros simios antropoides, el cuerpo de la criatura es como un gibón, pero sus miembros y pulgares reducidos son más parecidos a los de un orangután… Las características más extraordinarias se encuentran en la forma de la cabeza. Los monos araña tienen una cara distintivamente triangular, con un pronunciado prognatismo. La cara de la criatura es ovalada, con su mitad inferior mucho más pesada, y con mandíbulas más poderosas, que la de un mono araña. La criatura también tiene poco o ningún prognatismo… Aunque muchos monos del Nuevo Mundo tienden a tener una frente más prominente que los monos del Viejo Mundo, ninguno tiene una frente tan desarrollada como la frente de esta criatura.
Es interesante observar que el Dr. Montandon era un racista conocido y groseramente antisemita, y sostenía una creencia que las diversas razas evolucionaron de diversos monos. En una carta a la Anomalist Magazine publicada en el número de otoño de 1996, el criptozoólogo Loren Coleman escribe que el Dr. Montandon utilizó la fotografía para proporcionar evidencia de su hipótesis racista, sugiriendo que los indígenas descendían de Ameranthropoides loysi.
Por lo tanto, parece que un enigma criptozoológico más muerde el polvo. Aunque, como la fotografía de de Loys ha sido debunked a fondo, no permite que el caso de los monos del sur americanos sea cerrado oficialmente. Numerosos avistamientos del Mono Grande (o “mono grande”) han sido reportados en las selvas de Sudamérica. Los nativos hablan de una criatura parecida a un simio bipedal de 5 pies de altura que a menudo se dice que es peligrosa. Los testigos creíbles también reportaron encuentros con estas criaturas, el informe más reciente de Gary Samuels en 1987. Como un micólogo que trabajaba para el Jardín Botánico de Nueva York, estaba recolectando especímenes de hongos en Guyana. Después de escuchar pasos, Samuels levantó la vista para ver a un simio bipedal de 5 pies de altura cerca.
© Davy Russell, Editor XProject Magazine
Credit Source: Adam Wilder, Washington
Dragon Stones – Vishap
Dragon Stones – Vishap
Los Vishap (Arm. վիշապներ, Veshap, Azhdahak) – eran arcaicos seres mitológicos, que en tiempos antiguos se representaban en forma de grandes estatuas de piedra o menhires. Los Vishap eran comunes en la mitología armenia y en la de otros países colindantes de Oriente Próximo. Originalmente eran deidades o espíritus del agua y probablemente estaban relacionados con la cultura de Kura – Arax. En el II milenio AC o antes, los habitantes de la Meseta Armenia esculpían imágenes pétreas de los vishap y las instalaban cerca de las fuentes subterráneas de agua. Con el tiempo, la imagen tradicional de los vishap cambió, y en la mitología de los diferentes pueblos pasó a ser sinónimo de malos espíritus, dragones, etc, a menudo conservando el vínculo original con el agua. Las estatuas de los vishap llegaban hasta los cinco metros de altura, y generalmente tenían forma de peces, más raramente – en forma de piel de toro estirada sobre estacas. La palabra «vishap» es de origen irania.
Muchos de ellos tienen forma de pescado; tienen una piel de toro (completa con cabeza y pies) tallada en ellos; hay también una corriente de agua que fluye de la boca de la piel del toro y algunos vishaps tienen imágenes de las aves acuáticas talladas debajo de la cabeza del toro. Las primeras estelas višap “višap” estarían probablemente datadas entre los siglos XVIII y XVI antes de Cristo; una inscripción de Urartian en un višap de Garni atestigua que fueron creados en épocas pre-Urartian (antes del 8vo siglo AC).
Un número de teorías trata de interpretar el significado de estas piedras. Una teoría sostiene que estos monumentos representaban dragones mitológicos que guardaban las fuentes de las aguas (B. Piotrovski). Otros dos se remontan, respectivamente, a Astghik, la diosa de la fertilidad y del amor (M. Abeghian) y Ara Geghecik ‘Ara el guapo’, el “dios moribundo y ascendente” de la tradición armenia (G. Ghapantsyan). El autor presente tiene su propia interpretación de estas estalias, que pueden ser representadas de la siguiente manera.
Moray
Moray
Terrazas agrícolas de Moray. Muray
Coordenadas: 13°19′45″S 72°11′47″O
Moray Cusco, Andenes de Moray, Moray del Valle Sagrado
Este sitio se encuentra cerca del Cusco, en el Perú. A primera vista pareciera una especie de anfiteatro, conformado de varios andenes circulares, situado a 3.500 msnm.
Los restos arqueológicos de Moray se encuentran ubicados a 7 kilómetros de Maras, en el Valle Sagrado de los Incas, a 38 km al noroeste del Cusco. Es posible de llegar a Moray a través del camino que parte del pueblo o directamente desde un desvío de la carretera principal. Moray es palabra quechua y nombra a un sector ocupado por las comunidades campesinas de Misminay y kaccllarakay.
La palabra Moray tuvo algo que ver con la cosecha de maíz que se llamaba Aymoray, o con el mes de mayo, que también se llama Aymoray, e igualmente con la papa deshidratada que es la Moraya o Moray.
Fue reconocido en 1932 por la expedición de Shirppe Johnson, andenes a manera de anillos concéntricos. Cada círculo comprende una terraza que se superpone a otra, formando círculos que van ampliándose. Se puede acceder de uno a otro escalando piedras salientes (sarunas), enclavadas en la pared.
Para los estudiosos de este lugar, Moray era posiblemente un centro de investigación agrícola incaico donde se llevaron a cabo experimentos de cultivos a diferentes alturas, La disposición de sus andenes produce un gradiente de microclimas teniendo el centro de los andenes circulares concéntricos una temperatura más alta y reduciéndose gradualmente hacia el exterior a temperaturas más bajas, pudiendo de esta forma simular hasta 20 diferentes tipos de microclimas. Se cree que Moray pudo haber servido como modelo para el cálculo de la producción agrícola no solo del Valle del Urubamba sino también de diferentes partes del Tahuantinsuyo.
Sector II de Maras, menos conservado que el Sector I.
Los microclimas de las terrazas [andenes] que rodean el embudo más grande [Qechuyoq] se distribuyen en sectores de cuatro niveles contiguos, cada sector con características microclimáticas propias. Los cuatro andenes inferiores (1,2,3,4) [Sector I] son más húmedos y tienen temperaturas de suelo bajas debido a la mayor evapotranspiración del agua. Los suelos de los andenes del Sector II (niveles 5,6,7,8) tienen temperaturas anuales promedios de 2° o 3°C mayores. Los del Sector III (9,10,11,12) tienen temperaturas que pueden ser mayores o menores de acuerdo a la variación en la exposición solar en el curso de las estaciones del año. Los meses de mayor diferenciación microclimática son los de la estación seca (mayo, junio, julio) y la del sembrío (agosto, setiembre, octubre, noviembre).
Diversas teorías explican el uso de Moray en la época incaica. Según el historiador Edward Ranney, los incas utilizaron las terrazas de Moray como un lugar para agricultura especial, quizá para el desarrollo de su cultivo más preciado que fue la hoja de coca. John Earls sostiene haber descubierto piedras verticales en las terrazas, las mismas que marcarían los límites de las sombras del atardecer durante los equinoccios y solsticios. Los pobladores locales llaman a estas piedras “ñustas”. Earls concluye que cada terraza en Moray reproduce las condiciones climáticas de diferentes zonas ecológicas del imperio incaico.
Debido a su posición abrigada, cada uno de estos andenes representa aproximadamente mil metros de altitud en condiciones normales de labranza. En su totalidad, el complejo contendría veinte o más zonas ecológicas a escala. El sitio de Moray pudo además servir a los oficiales incas para calcular la producción anual en diferentes partes del Tahuantinsuyo.
Durante el mes de octubre, cientos de pobladores de las comunidades vecinas concurren a los andenes circulares de Moray para celebrar el Moray Raymi o Fiesta del Sol. Los festejos incluyen danzas folclóricas relacionadas con la tierra, los productos y el trabajo agropecuario.
Descubierto en 1932, Moray se presenta enigmático para quien la visite, sus impresionantes andenes circulares que parecen gigantescas huellas digitales, hace pensar en un gigantesco laboratorio agrícola, aunque muchas interpretaciones van por el lado de observatorio astronómico o el culto como sentido primordial.
La temperatura del suelo de cada andén determino que los incas lograran desarrollar unas veinte zonas ecológicas en miniatura donde producir granos como la quinua y la kiwicha, así como la calabaza y zapallo y claro múltiples variedades de papa.
Los andenes de Moray fueron una estación experimental formada por inmensas depresiones cónicas de 47 a 84 m, cortadas en la piedra caliza, donde se conseguía diferentes climas de acuerdo con la profundidad de los andenes.
Las andenerías de Moray que semejan un anfiteatro hundido, a manera de cráter artificial, fueron construidas sobre muros de contención rellenados con tierra fértil y regadas mediante complejos sistemas de irrigación. De esta forma, la variación térmica existente entre la superficie y el fondo de estos hoyos naturales fue aprovechada para que en cada terraza se adaptaran distintas variedades de plantas (más de 250 especies vegetales). Se especula que, a partir de su experiencia en esta especie de invernadero, los Incas organizaban la producción agrícola en todo el Tahuantinsuyo.
Otros estudios indican que el lugar fue empleado para la observación astronómica y monitorear los cambios climáticos que podrían presentarse, mediante el seguimiento de la luz solar y las sombras que generadas por las altas montañas de la zona.
A día de hoy, los expertos parecen estar de acuerdo en que Moray era un centro de investigación agrícola. La disposición gradual de sus terrazas forma diferentes microclimas, que por sus características de altitud, humedad y temperatura, permite la experimentación con los cultivos.
En estas terrazas, los antiguos habitantes del valle experimentaron con especies como la papa, el maíz o la coca, así como muchas otras plantas salvajes que adaptaron al consumo humano. Gracias a centros como el de Moray, los incas lograron increíbles avances en su agricultura; disciplina que, a la larga, sería fundamental para su desarrollo económico.
Ruedas de bronce en el Perú antiguo.
Ruedas de bronce en el Perú antiguo.
Descrito por el profesor Rafael Larco Hoyle en su libro “Perú”.
Se puede ver que son muy similares a las modernas.
MessageToEagle.com – lamentablemente, arqueología convencional se refiere a estas antiguas muy polémicas, ‘fuera de lugar artefactos’ como ‘objetos de ritual. No se sabe mucho sobre los engranajes de bronce misteriosos descubiertos en Perú, que también son conocidos como ruedas de bronce. Fueron descritos en el libro titulado ‘Perú’ escrito por el profesor Rafael Larco Hoyle (1901-1966), dueño del Museo Precolombino Larco en el Perú y el escritor de numerosos libros arqueológicos. Sin embargo, su libro no está disponible en inglés, y prácticamente es imposible encontrarlo. Aunque realmente se asemejan a los engranajes modernos, deben ser muy antiguos. Esto significa que los engranajes no habrían tenido que existir en el tiempo que lo hicieron.
En total hay seis discos en la foto y podemos ver claramente que cuatro de los seis en realidad tienen lo que se parece a los dientes del engranaje. Lo que es imposible decir de la foto es la profundidad real de los discos que le daría una indicación mucho más clara de su uso.
Los engranajes de bronce de Perú, mientras que muchos ven en los engranajes de bronce de Perú como posibles engranajes en una máquina mecánica más grande, el consenso general es que los engranajes son de hecho los discos sol. Los dos discos a la derecha de la foto parece mucho más tradicionalmente sol discos que guarda esta teoría hasta cierto punto.
Nombres alternativos para los engranajes de Perú mientras que conocemos aquí como los engranajes de bronce de Perú, estos antiguos artefactos también se mencionan como los discos del sol del Perú, y discos de bronce de la peruana.
Los ‘engranajes de bronce del antiguo Perú’, son considerados por muchos como uno de los más misteriosos artefactos descubiertos en América del Sur. Aunque no se sabe mucho sobre las enigmáticos ‘engranajes’, que son considerados por muchos como la prueba definitiva de que miles de años antes de los Inca, una civilización avanzada, florecieron en América del Sur. Hoy en día, cuando se habla de los “engranajes de bronce del Perú’ la mayoría de la gente estará de acuerdo en que están “fuera de lugar-tiempo”, mientras que los escépticos siguen confiando en que no son más que simples elementos decorativos utilizados por los pueblos antiguos que adoraban al sol.
Estas dos teorías han creado un debate en curso entre los creyentes y escépticos que han tratado de entender lo que son estos enigmáticos discos.
Los engranajes mecánicos del antiguo Perú, clave para la “Puerta de los Dioses”: Los antiguos engranajes del Perú se ajustan a la descripción de la ‘clave’ legendaria que abriría el acceso a la “Puerta de los Dioses ‘en Hayu Marca.
Descubrimientos similares se encontraron en el Mediterráneo cuando los buzos recuperaron el mecanismo de Antikythera, un equipo que se remonta miles de años, compuesta de numerosos engranajes que extrañamente se parecen a las que se encuentran en el Perú.
Es por esto que no podemos descartar el hecho de que el misterioso ‘engranaje de bronce de Perú’ podrían haber pertenecido a un dispositivo similar al mecanismo de Antikythera, a pesar de los escépticos estarán de acuerdo en que las “artes de bronce de Perú ‘ son discos solares.
El mecanismo de Antikythera consta de 37 diferentes tipos de engranajes y es tan complejo que muchos consideran que es el primer ordenador analógico hecha por el hombre. Descubierto en una caja de madera de 340 mm × 180 mm × 90 mm, el dispositivo es un mecanismo de relojería compleja compuesta de al menos 30 engranajes de bronce de mallas. Sus restos fueron encontrados en 82 fragmentos separados, de los cuales sólo siete contiene engranajes o inscripciones significativas. El engranaje más grande (claramente visible en el fragmento A de la derecha) es de aproximadamente 140 mm de diámetro y originalmente tenía 223 dientes.
Observe los numerosos engranajes dentro del mecanismo de Anticitera
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