Piedra filosofal
La piedra filosofal es una sustancia que, según los alquimistas, está dotada de propiedades extraordinarias, como capacidad de transmutar los metales vulgares en oro. Existirían dos tipos de piedra filosofal:
• Roja, supuestamente capaz de transmutar metales innobles en oro. Se obtendría empleando la vía seca.
• Blanca, cuyo uso transformaría dichos metales innobles en plata. Se lograría por vía húmeda.
En ambos casos la substancia de partida sería la pirita de hierro (bisulfuro de hierro): FeS2.
A esta propiedad se le adicionaban dos atributos:
• Provisión de un elixir de larga vida a tal grado de conferir inmortalidad, mediante la panacea universal para aniquilar cualquier enfermedad.
• Dotación de omnisciencia: conocimiento absoluto del pasado y del futuro, del bien y del mal, lo cual explicaría también el adjetivo filosofal. Hasta el siglo XVIII, a los científicos se les denominaba filósofos.
Sus orígenes parecen estar en una antigua teoría alquímica en la cual se proponía analizar los elementos aristotélicos atendiendo a sus cuatro «cualidades básicas»: calor, frío, sequedad y humedad. El fuego sería caliente y seco; la tierra, fría y seca; el agua, fría y húmeda; el aire, caliente y húmedo. En la teoría se supone que cada metal es combinación de los cuatro principios. Se debe resaltar que posteriormente se concluyó que los elementos eran azufre, plomo y oro.
De ella se desprende el fenómeno de transmutación; es decir, cambio de la naturaleza de un elemento mediante alteración de sus cualidades.
Debido a las virtudes maravillosas que se atribuían a la piedra filosofal y al elixir de la vida, ansiosamente se les buscaba y codiciaba. No sólo la de obtener oro, sino también las de sanar de algunas enfermedades y otorgar la inmortalidad.
Para la fabricación de oro se buscaba un material que facilitase la mezcla de mercurio y azufre, porque teóricamente ése era el camino acertado.
La función transmutadora y la de otorgar vida eterna están relacionadas: una característica del oro es que se oxida más lentamente que otros metales. Es decir, el oro es «inmortal». Por lo tanto, si se descubría un método para producir este preciado metal a partir de otros elementos, aspiraban a la factibilidad de hacer inmortal el cuerpo humano.
Las supuestas características físicas de la piedra filosofal también varían según diversas fuentes. Generalmente se le representa como materiales minerales «amorfos» (de forma irregular) o cristalinos de diversos colores. Incluso en obras relativamente modernas, como en El retorno de los brujos, se menciona la posibilidad de que la piedra filosofal en sí misma sea un gas, nube de electrones, plasma o cuerpo similar no sólido, con propiedad de penetrar el vidrio u otros cuerpos cristalinos y quedar almacenada allí.
Vertientes más místicas de la alquimia aducen que, en realidad, la obra y la piedra filosofal no son realidades físicas, sino metáforas del perfeccionamiento espiritual.
Por otra parte se afirma que el lapis philosophorum (locución latina equivalente a piedra de los filósofos) era simple y llanamente el conocimiento: lo que se pretendía era realmente la ciencia pura.
Además de buscar con fruición el elixir de la vida, los alquimistas buscaban también un remedio que se pudiera preparar en el laboratorio, capaz de aliviar todas las enfermedades (véase panacea universal).
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