Terremoto de Valparaíso de 1730
Terremoto de Valparaíso de 1730
9.11 en potencia de Magnitud de Momento (MW)
Fecha y hora: 8 de julio de 1730
Consecuencias
Zonas afectadas: Zona centro de Chile
Víctimas: 3000 muertos
El Terremoto de Valparaíso de 1730 fue un movimiento sísmico ocurrido a las 04:45 (hora local) del 8 de julio de 1730, con epicentro en el puerto de Valparaíso, Chile. Fue percibido desde Iquique hasta Osorno, y dañó la infraestructura de las ciudades de Valparaíso, Santiago, La Serena y Concepción, las cuatro más pobladas del país. El Sismo provocó un maremoto muy destructivo en toda la zona central de Chile.12 Se trató de un evento que de haber sido medido se ubicaría como el segundo más grande después del terremoto de Valdivia de 1960, pero del que solo se sabe a través de registros históricos.
Efectos en la infraestructura
En Santiago, el sismo afectó a gran parte de las edificaciones. Las iglesias de Santo Domingo y de la Merced se derrumbaron por completo; la Compañía, la Catedral, San Francisco y San Agustín perdieron sus torres; más de la mitad de las casas cayeron, quedando inhabitables. Para colmo, dos días después se descargó una lluvia que duró veinticuatro horas, amenazando con desbordar el río Mapocho.3
El gran terremoto afectó a la zona comprendida entre La Serena y Valdivia. De nuevo Santiago es destruida, tras el terremoto de 1647, aunque con menos víctimas que antes. En la costa, los estragos fueron mayores por el subsecuente maremoto. Las edificaciones rurales quedaron en el suelo y lo que no fue aplastado se malogró por las lluvias torrenciales del invierno que ya se había iniciado. Como en otras ocasiones, la peste y la viruela que se presentan en 1731 matan a muchos que se habían salvado en el terremoto.
Las autoridades pusieron su empeño en la reconstrucción de las ciudades, requiriéndose el adelanto del Real Situado desde Lima y se eximieron los impuestos por tres años. Entonces la población era en su mayoría rural, radicada en las haciendas, caseríos o a orillas de los pocos caminos. El gobernador José Antonio Manso de Velasco estimó oportuno establecer otros pueblos entre Santiago y Chillán, considerando la recuperación del país. A partir de 1740 se fundaron las villas de San Felipe, Los Ángeles, Cauquenes, Talca, San Fernando, Melipilla, Rancagua, Curicó y Copiapó en el norte, obra que se realizó con el aporte de los propios vecinos.4
Maremoto
Se generó un maremoto que afectó desde Callao (Perú) por el norte hasta Valdivia por el sur.5 Al llegar a la bahía de Concepción desde el norte, el fenómeno se manifestó de manera similar a los anteriores: el mar se retiró aproximadamente un kilómetro de la playa y cuatro olas gigantescas seguidas destruyeron los 2/3 de Concepción, arrastrando los objetos al mar. Se registraron olas de hasta 8 metros sobre el nivel del mar, con una inundación horizontal de tres cuadras.6 En Valparaíso, sólo inundó las partes bajas y arrasó las bodegas más inmediatas a la playa,7 aunque estudios más recientes indican que en la Ciudad Puerto, el mar subió unos 7 M, alcanzando el templo de los padres de San Agustín y la iglesia de los Mercedarios.6 en El Almendral todas las casas, fortificaciones y bodegas fueron destruidas por la inundación. Este es el primer registro de un tsunami destructivo en Valparaíso.8 Además, geológicamente se ha reconocido que en la zona de Campiche, en el extremo norte de la bahía de Quintero, el tsunami habría penetrado unos 2 km tierra adentro.6
A las costas de Japón, las olas llegaron aproximadamente un día después del terremoto y se informó en al menos seis lugares a lo largo de la costa noreste de Honshu de un aumento del nivel medio del mar de hasta dos metros. Este tsunami también causó daños en campos de arroz en Japón.6
¿Cómo lo estimaron? El geógrafo Marco Cisternas, explica que realizaron una revisión histórica de textos escritos de primera fuente (personas que vivieron en el terremoto y tsunami) y midieron la altura de los puntos hasta los que de acuerdo a los testigos y señas llegaron las olas.
Entre los escritos de la época que revisaron, destacan documentos que están en los Archivos de la Nación en Perú, el Archivo de Indias en España, registros de mareas que se encuentran en Japón y los registros de los religiosos franciscanos y mercedarios, congregaciones que entonces estaban instaladas en el puerto de Valparaíso.
“Encontramos textos que dicen que se cayeron tejas, lo que ya indica que fue superior en intensidad los 7 grados. También nos fijamos en la altura del tsunami porque hay una relación directo entre tamaño del terremoto y el nivel tsunami”, señala el geógrafo.
Todos estos datos fueron parte de un modelamiento matemático que permitió estimar la ruptura de las placas entre 600 y 800 kilómetros y la magnitud del terremoto, la que situaron entre los 9,1 y 9,3. “Toda la información que obtenemos se ingresa a un modelo matemático en el que vamos reproduciendo lo que tiene que pasar en la ruptura para que ocurra todo lo que hemos encontrado en los registros históricos. Cuando tenemos una ruptura con todas las condiciones, nos quedamos con ese tamaño de ruptura y determinamos la magnitud del terremoto, es decir la energía liberada”, dice Cisternas.
Según el modelo al que llegaron los investigadores, en Valparaíso el mar ingresó hasta la iglesia de la Merced la que resultó completamente destruida (donde actualmente se ubica el Colegio Pedro Nolasco) y también a la Iglesia de la Matriz, el lugar donde está actualmente el Palacio de Tribunales. En el puerto, a la altura del ingreso a la Iglesia La Matriz, tuvo una altura aproximada de once metros, provocando la muerte de al menos tres mil personas.
Incluso se registraron también daños severos en edificios al otro lado de Los Andes, en Mendoza, señala la publicación. “Fue un terremoto más grande de lo que pensábamos. Como entonces Valparaíso no estaba tan ocupado como ahora la destrucción no fue mayor y fue principalmente material. En 1730 habían bodegas, no era una ciudad propiamente sino más bien un lugar donde estaban las bodegas de los comerciantes que vivían en Santiago. Viña del Mar prácticamente no existía”.
Los registros dicen que se perdieron 80 mil sacos de trigo que estaban listos para irse a Perú”, detalla el investigador.
Así se veía Valparaíso en 1712, casi veinte años del gran terremoto. CREDITO: Memoria Chilena (Frezier/ Edmund Halley)[/caption]
Energía acumulada tras 300 años
Hoy la tarea de Cisternas y sus colegas es llamar la atención sobre este evento porque han pasado casi 300 años sin un evento de estas características y las rupturas que han ocurrido desde entonces no han alcanzado a liberar la energía que se acumula desde entonces. “Se ha creado una especie de inmunidad en la mente de las personas que creen que ante un gran sismo no ocurrirá un tsunami en la región, pero eso no es real. Desde la ciencia sabemos que ocurrirá un evento como ese, lo que no sabemos es cuándo. Si hoy se repitiera el terremoto de 1730, en Viña del Mar las olas llegarían a la antigua población Vergara, hasta la base del cerro Sausalito y el agua ingresaría primero por el estero Marga Marga. Esa es una zona de gran vulnerabilidad. Para que ocurra un tsunami destructivo es una cuestión de tiempo. En Valparaíso, el agua llegó hasta donde se inicia la subida Santos Ossa, no hay que olvidar que la Avenida Argentina es un canal cubierto. Toda esa zona, el Congreso, el sector el Almendral, también está en riesgo”, dice Cisternas.
Como parte del recordatorio de este evento la Onemi, CYCLOS, Universidad Santa María y Proyecta Memoria, han organizado una serie de charla, talleres y presentaciones a colegios y la población general.
Particularidades del terremoto
Una opinión similar entregó Patricio Winckler, colega de Reyes en el plantel superior y coautor del artículo científico The 1730 Great Metropolitan Chile Earthquake and Tsunami Commemoration: Joint Efforts to Increase the Country’s Awareness.
“El sismo de 1730 es uno de los más grandes desde que llegaron los españoles a Chile. Hay poco registro, pero mucha crónica histórica que muestra los efectos, por ejemplo, en algunas iglesias, como las de La Matriz y Los Agustinos y el monasterio de los Mercedarios”, partió el académico.
“Durante estos 290 años han ocurrido otros terremotos, como el 1906 o 1922, pero fueron profundos y en vez de desplazar la ruptura más cerca del agua fueron más interiores, con mucho levantamiento de la costa; pero si el terremoto es más cerca del mar es más bajo, como el de 1730, que probablemente rompió toda la zona interplaca”, explicó.
“En la zona baja de la placa, más cercana al mar, no se movió mucho con los sismos de 1096 y 1922, por eso se especula que aún estaría acoplada y sería esperable que esa zona tenga un movimiento similar y cuando eso pase va a generar tsunami probablemente grande“, adelantó.
“Cada año la placa de Nazca se acerca 10 centímetros a la Placa Sudamericana, por lo que en casi 300 años ya habrían cerca de 30 metros de desplazamiento relativo acumulándose. Ha habido terremotos, pero no han sido suficientemente fuertes para destrabar la zona superficial de la interplaca”, alertó.
Sobre los posibles efectos de un tsunami de esas características, Winckler agregó que “inundaría todo plan de Valparaíso y Viña del Mar y el tema es cómo se evacúa a la gente”.
En la opinión de Winckler, el plan de la Ciudad Jardín es muy grande, por lo tanto sería necesario implementar la evacuación vertical en edificios públicos y “que exista una ordenanza de urbanismo y construcciones para que los privados abran las puertas”.
“En Valparaíso se está más cercano el pie de cerro, pero existe el concepto de micro vulnerabilidad, que significa que los edificios se van a venir abajo”, avizoró.
Por Rodolfo Follegati Pollmann.
Valparaíso en esos tiempos apenas era un conjunto de bodegas y chozas, un par de iglesias con su cofradía de frailes y alguna fortaleza militar que difícilmente cumplía las funciones defensivas de lo que se consideraba el puerto de Santiago. Su población era escasa e inestable, se componía de unos pocos religiosos y militares y algunos residentes que cuidaban las mercaderías almacenadas en rudimentarias bodegas a la espera de ser embarcadas al puerto del Callao en Perú. Los pocos datos de población hablan de unos 300 habitantes en 1710, según un informe del Obispo de Santiago, y de 478 vivientes en 1744, según las autoridades locales. Entre estas cifras podemos imaginar la escasa población de Valparaíso en 1730, la que además no residía en el puerto de manera permanente.
Imagen: Valparaíso hacia 1730, apenas unas casas y bodegas. Fuente: Pierre Montier, Nouveau voyage du monde par M. Le Gentil, Amsterdam, 1728.
La poca población se agrupaba en torno a la iglesia de la Matriz, que ocupaba la misma ubicación actual, es decir la primera terraza sobre las costas que bañaban la actual plaza Echaurren. El único terreno plano, entre la playa y el pie de los cerros, lo constituía una calle irregular donde estaban las bodegas que almacenaban los productos antes de ser embarcados. En lo que hoy conocemos como el barrio Almendral se destaca el convento y la iglesia de los mercedarios, en medio de un extenso arenal y playa, en un terreno prácticamente deshabitado, considerado como los extra muros del poblado.
Decíamos en el título que el terremoto de 1730 es el olvidado, el desconocido e ignorado. Lo poco que se sabía de él es que habría destruido algunas bodegas, iglesias y algunas instalaciones del castillo del gobernador. La población habría resistido por encontrarse a una altura suficiente para que no fuera inundada por la ola producida por el tsunami que acompañó al terremoto. En general se consideraba que los daños fueron menores, pero no por lo menor que haya sido el terremoto, sino por lo poco que destruyó, pues en el Valparaíso de 1730 era muy poco lo había edificado y muy poco lo que hubiera de lamentar.
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