Tesoro de Atreo
Tesoro de Atreo
El Tesoro de Atreo, también llamado Tumba de Atreo y Tumba de Agamenón, es la tumba abovedada, o tholos, más monumental que se conoce en Grecia se construyó en torno al 1250 a.C. Es la obra maestra de la arquitectura funeraria micénica.
Está en las afueras de Micenas, y en un principio se le atribuyó a Atreo, el padre del gran rey Agamenón, cabeza visible de la guerra de los aqueos contra Troya, puesto que suele datarse en el siglo XIII a. C.1
Esta tumba pertenece al arte creto–micénico. Sigue el modelo difundido por todo el Mediterráneo de tumba precedida por un corredor. En este caso, tiene dos cámaras, destacando la “falsa bóveda” de la más grande de ellas obtenida mediante la superposición de hiladas concéntricas de sillares que van reduciendo el espacio, por lo que sus presiones son verticales y no oblicuas, como en una verdadera bóveda.
Una parte del dintel de entrada al monumento fue sustraída por Thomas Bruce Elgin, entonces embajador británico ante el Imperio Otomano, y trasladada a Londres junto con esculturas del templo ateniense del Partenón (Mármoles de Elgin) y actualmente forman parte de la colección permanente expuesta en el Museo Británico.
Se cerraba con una doble puerta como indican los huecos de las bisagras conservados en el umbral. En su origen, la fachada estaba decorada: la puerta se enmarcaba entre dos semicolumnas de mármol verde decoradas en zigzag (algunos fragmentos están en el Museo Británico y en el Museo Arqueológico de Atenas.)
Sobre el dintel, el triángulo de descarga estaba flanqueado por dos semicolumnas y revestido con mármol polícromo adornado con bandas horizontales de espirales y rosetas. El tholos (la falsa cúpula) tiene un diámetro de 14,5 m y una altura de 13,2 m. Se construyó con 33 filas paralelas de sillares ortogonales con un estilo de construcción en el que en donde cada fila superior de piedras sobresale hacia el centro disminuyéndose así en cada una de ellas el diámetro del círculo.
El interior se hallaba decorado con piezas metálicas, fijadas con clavos, de los que aún pueden verse los agujeros que dejaron en la piedra. Una sala de menores dimensiones se sitúa en el lado norte de la cámara, cuyos muros estaban recubiertos originalmente con losas de piedra labrada. El Tesoro de Atreo fue en su época el mayor monumento arquitectónico del continente europeo. No debemos finalizar la visita a Micenas sin visitar este portentoso monumento, quizás el más impresionante de todo el yacimiento.
La visita de este colosal complejo sigue siendo hoy día uno de los momentos culminantes en un viaje a Micenas, a pesar de su desnudez, por estar desprovisto de todos los elementos que decoraban su fachada y el interior de la cámara. El dromos es extremadamente largo, unos 36 m por 6 m de ancho. En el punto de encuentro del dromos con la fachada, los muros del corredor alcanzan los 14 m de altura. El vano de la puerta, de forma trapezoidal, es también enorme: 5,4 x 2,6 m y da acceso al stomion o pasillo interior, cubierto por dos enormes dinteles de piedra, de 1 m de espesor y un peso aproximado de 120 toneladas el mayor de ellos. El bloque interior, de 8 x 5 m, presenta su cara lateral tallada siguiendo el contorno circular
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