Tzintzuntzan
Tzintzuntzan
Tzintzuntzan, “Lugar de los colibríes“.
Tzintzuntzan fue la sede del poderoso Señorío Purépecha. Fundada en el siglo XIV por Tariácuri, quien unió las tribus rivales que habitaban la región del lago de Pátzcuaro en una liga tripartita conformada por Tzintzuntzan, Ihuatzio y Pátzcuaro. Desde el lugar se administró el territorio que se extendía desde la parte meridional del estado de Guanajuato, hasta el curso inferior del río Balsas en el estado de Guerrero, y desde los altos de Toluca hasta la región del lago de Chapala en Jalisco.
Resistió diversos intentos de conquista por parte aztecas, estableciendo una frontera definida y controlada. Se calcula que en su época de mayor apogeo albergó una población de 40 mil habitantes.
La zona arqueológica comprende un centro ceremonial, edificado sobre una plataforma de unos 4000 m2, tiene una rampa de acceso en el centro. Sobre la plataforma fueron construidas cinco yácatas (plataformas escalonadas que combinan un cuerpo rectangular con otro circular), que eran la base de los templos dedicados a la adoración de los dioses principales del pueblo tarasco, entre ellos Curicaueri.
Tzintzuntzan conserva un sentido religioso hasta la actualidad, el 1º de noviembre miles de personas se concentran aquí para celebrar a sus parientes fallecidos, quienes se cree vuelven del más allá.
Se localiza a poco más de 17 kilómetros de Pátzcuaro y a 100 de Morelia, a la orilla del lago. Entre los años 1200 y 1521, este pueblo fue la capital política, cultural y económica de la cultura purépecha (y de Michoacán) por muchos años antes de la llegada de los españoles, con quienes establecieron alianzas para detener la expansión azteca.
La Zona Arqueológica de Tzintzuntzan está formada por construcciones llamadas Yácatas, construcciones piramidales redondeadas edificadas sobre una gran plataforma, en donde habitaron los purépechas y que aún se pueden visitar. Abarca una extensión de más de 6 kilómetros cuadrados.
Esta zona no era solamente de templos, sino que aquí también existían casas habitaciones, tanto para los sacerdotes como los pobladores. Aunque las ruinas se encuentran bastante deterioradas, aún quedan vestigios del conocimiento sobre escritura y arquitectura de los purépechas. Estas pirámides se pueden apreciar claramente a la salida del poblado.
El convento Franciscano construido alrededor de 1570 cuenta con bellos y bien cuidados jardines coronados por olivos, además de un arco triunfal una puerta original del siglo XVI. A un costado se encuentra una capilla abierta (en donde se celebraban misas en la época de la colonia) y otra de estilo barroco, la Capilla de la Soledad, además de que varias paredes del convento están decoradas con murales.
Las Yácatas son edificios tarascos originales por su forma, más no por su técnica o monumentalidad. Su disposición es extraña, componiéndose de un cuerpo de planta circular de volúmenes superpuestos en talud, sobre el cual probablemente estuvo el templo, y otro de planta rectangular, también de volúmenes superpuestos en talud, con las escalinatas; ambos cuerpos se unen por un pasillo angosto. Los edificios están construidos con piedras superpuestas y revestidos por bloques de piedra colocados en forma de mosaicos. El grupo de Yácatas está desplantado sobre una enorme plataforma rectangular cuyos muros de contención se orientan hacia el lago de Pátzcuaro.
Yácatas en Tzintzuntzan en Michoacán En su cima había templos de madera donde ardían fuegos perpetuos
Para saber más: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-12762006000200007
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