Valla Hungría-Croacia
Valla Hungría-Croacia
Hungría empezó a construir valla en la frontera con Croacia
18/09/2015
Hungría comenzó a levantar una valla de alambrada en su frontera con Croacia, después de haber terminado otra similar a lo largo de los 175 kilómetros de su límite con Serbia informó hoy el primer ministro Viktor Orban.
“Anoche se empezó la construcción de la valla en la frontera croata”, dijo el jefe del gobierno húngaro. “Han sido enviados a una zona limítrofe de 41 kilómetros 600 soldados y el fin de semana llegarán otros 1.000”. En total ambos países comparten 355 kilómetros de frontera.
“Tendremos que hacer lo mismo que hemos hecho en la frontera serbio-húngara”, explicó Orbán, aludiendo a la valla de unos 175 kilómetros construida en ese lugar.
El primer ministro argumentó que son las mafias quienes deciden las rutas, no los refugiados, por lo que frente a los controles instaurados en el centro de Europa es previsible que los inmigrantes busquen nuevos caminos (por ejemplo, a través de Croacia) para llegar a su destino: Alemania y Escandinavia, donde les ofrecen mejores condiciones de asilo.
Además, aclaró que no está ‘satisfecho’ con la construcción de vallas fronterizas porque no han logrado el objetivo, que es frenar la llegada masiva de personas procedentes de los conflictos en Oriente Próximo y el Norte de África.
También confió en que la nueva legislación húngara, que ha entrado en vigor esta semana y que impone penas de hasta cinco años de cárcel para quienes entren ilegalmente en el país, sirva a este fin. “Con esto debería quedar claro que los migrantes pueden pedir asilo pero tienen que cumplir las normas”, afirmó.
Orban, sin embargo, dijo ser consciente de que la crisis migratoria debe solucionarse en su origen: la guerra civil en Siria, que ha desbordado a los países vecinos con más de cuatro millones de refugiados que ahora buscan alternativas en Europa.
“Pero Occidente ha apoyado a una oposición que no parece existir y ha demonizado a (Bashar al) Assad”, lamentó en una entrevista con un diario austriaco, recordando las consecuencias de la “destrucción” de Irak y pidiendo que no ocurra lo mismo con Siria.
Expulsiones en lugar de cárcel
Anoche, 453 refugiados entraron en Hungría desde Croacia de forma ilegal, informó la policía, en las cercanías del punto de encuentro de las fronteras húngaro-croata-serbia. Según la reciente ley de inmigración, el cruce ilegal de la frontera es un delito en Hungría, con penas de hasta tres años de cárcel, aunque hasta el momento los tribunales han optado por dictar expulsiones de los inmigrantes interceptados.
Respecto a la violenta intervención policial contra un grupo de refugiados en el cruce fronterizo de Horgos, Orbán repitió que inmigrantes “armados” atacaron el país. “Sabemos quienes han organizado el ataque contra el Estado húngaro desde territorio serbio”, aseguró el primer ministro, agregando que las autoridades magiares han interceptado un supuesto terrorista, aunque no dio más detalles.
Hungría selló el pasado 15 de septiembre su frontera con Serbia, por lo que miles de refugiados han decidido modificar su ruta vía Europa Occidental, para pasar por Croacia y Eslovenia.
Cientos de refugiados esperan poder cruzar la frontera de Serbia hacia Croacia.
Cierre de pasos fronterizos croatas
Ante la llegada de más de 11.000 refugiados en menos de 48 horas, Croacia cerró esta madrugada siete de sus ocho pasos fronterizos con la vecina Serbia, confirmó el Ministerio del Interior croata. La medida, sin embargo, no ha detenido del hoy la llegada de los refugiados que siguen entrando en territorio croata por campos y caminos al margen de los puestos oficiales.
Por su parte, el ministro serbio de Trabajo, Aleksandar Vulin, advirtió anoche que su país podría pedir protección ante tribunales internacionales por un cierre de la frontera.
Vulin recordó que por Serbia han pasado 140.000 refugiados en los meses pasados, y aseguró que su país estaría dispuesto a ayudar a Croacia a afrontar la crisis. “Lamento que el humanismo y la solidaridad croatas hayan durado sólo dos días”, concluyó Vulin.
Soldados checos ayudan a levantar en Hungría barrera fronteriza con Croacia
15/10/2015
Praga, 15 oct (EFE).- Un contingente de 25 soldados checos opera desde hoy en la frontera de Hungría con Croacia para ayudar a levantar la barrera que impida la entrada de refugiados a través de esta frontera exterior de la zona Schengen.
Esta operación, que se realiza cerca de la ciudad de Kaposvár, al suroeste de Hungría, está enmarcada en unos ejercicios conjuntos y tendrán una duración de dos meses, informa hoy la prensa local.
Además de los soldados, la República Checa ha puesto a disposición diez cocinas de campaña, cinco camiones para transporte y una máquina perforadora para la construcción de la barrera.
Praga ha ofrecido a Budapest otros 50 efectivos policiales y 100 soldados para asegurar la frontera exterior de Schengen.
Por su parte, Eslovaquia aprobó ayer el envío de 50 policías para vigilar la frontera entre Hungría y Serbia.
Hungría, la República Checa y Eslovaquia se oponen con vehemencia a un sistema de cuotas obligatorias para el reparto de refugiados a través de los países miembros de la Unión Europea (UE).
Más de 350.000 refugiados de Oriente Medio han pasado por territorio húngaro en lo que va de año en su camino a Europa occidental, sobre todo Alemania, Suecia y Austria.
En la República Checa y Eslovaquia apenas hay unos pocos cientos de refugiados, igual que en Hungría, donde las autoridades han aceptado este año solo decenas de solicitudes de asilo.
Solo en las últimas 36 horas han entrado a Austria unos 9.000 refugiados de Oriente Medio, según informó hoy la policía del estado federado de Burgenland, fronterizo con Hungría.
CROACIA CIERRA SU FRONTERA
El primer ministro croata, Zoran Milutinovic, ha advertido este viernes de que su país no puede controlar el flujo de inmigrantes y refugiados que están llegando desde Serbia y que no seguirá aceptando esta carga. En este sentido, ha señalado que ha llegado el momento de que el país balcánico afronte de otra manera el problema y ha indicado que el plan B es no seguir registrando a todos aquellos que llegan y dándoles alojamiento.
Por su parte, el ministro del Interior, Ranko Ostojic, ha indicado a la cadena N1 Televisión que es “cuestión de tiempo” que el país se vea obligado a interrumpir todo el tráfico fronterizo.
La Policía de Croacia anunció a última hora del jueves el cierre de siete pasos fronterizos con Serbia, incluido el de Tovarnik, por donde más de 11.000 refugiados han entrado al país en apenas dos días como parte de su intento desesperado por alcanzar el centro de Europa.
Croacia ha cumplido parcialmente la amenaza formulada por su ministro de Interior, Ranko Ostojic, que había adelantado que cerrarían las fronteras si el flujo migratorio seguía aumentando, esgrimiendo que la capacidad de recepción del país está desbordada.
La masiva llegada de refugiados a Croacia se debe a la construcción de una valla en la frontera de Hungría con Serbia, lo que ha desviado a los inmigrantes a territorio croata, desde donde esperan dar el salto a Eslovenia para alcanzar Austria y Alemania.
Pero a pesar de las restricciones fronterizas, los refugiados han seguido su camino por el viejo continente. A lo largo de la noche han atravesado a pie los campos que separan Hungría de Croacia, sin apenas controles.
Según la viceprimera ministra, Vesna Pusic, hasta este viernes han cruzado la frontera desde Serbia 13.500 inmigrantes y refugiados, de los que solo una mujer y sus hijos han pedido asilo e Croacia, según informa la agencia estatal Hina.
Hungría cierra paso de migrantes por la frontera con Croacia
Slovenia suspendió este viernes el tráfico ferroviario con Croacia, anticipando la llegada masiva de migrantes en los trenes provenientes de ese país, después de que Hungría anunciara el cierre de la frontera con Zagreb.
Zákány, Hungría.- Hungría cerró poco antes de la 1:00 am del sábado, tal como anunció, un importante punto de paso de migrantes en su frontera con Croacia, cerca de Zákány, bloqueado ahora por una imponente valla de alambre de púas, constataron periodistas.
Después del paso de un último grupo de cientos de migrantes, las últimas aperturas de esta cerca levantada en pleno campo, al sur de Hungría, fueron obstruidas herméticamente por los policías húngaros en aplicación de la decisión anunciada el viernes por el Gobierno de Viktor Orban.
A su vez, Eslovenia suspendió este viernes el tráfico ferroviario con Croacia, anticipando la llegada masiva de migrantes en los trenes provenientes de ese país, después de que Hungría anunciara el cierre de la frontera con Zagreb.
“Debido a las circunstancias excepcionales, el tráfico de pasajeros entre Croacia y Eslovenia fue suspendido”, indicó la empresa nacional de transportes en su página web, en un comunicado en el que señaló que esta decisión fue tomada “coordinadamente” con los poderes públicos.
La frontera entre Hungría y Croacia se ha convertido en un punto de tránsito para decenas de miles de inmigrantes rumbo a Europa occidental.
“Croacia transportará a los inmigrantes a Cakovec, en el norte, y de ahí cruzarán hacia Eslovenia a través de tres puntos fronterizos”, indicó Ostojic.
El ministro de Interior esloveno, Vesna Gyorkos Znidar explicó por su parte que estaba en conversaciones con Croacia para crear “uno o dos” puntos de cruce para esos inmigrantes.
“En base a ese (número de puntos de cruce) planearemos las capacidades de acogida” añadió.
El gobierno esloveno ha mandado refuerzos policiales a la frontera.
A mediados de septiembre, Hungría cerró su frontera con Serbia, hasta ese momento el principal punto de cruce de los inmigrantes que quieren llegar a Europa del norte para escapar de los conflictos y la pobreza en sus países.
Desde entonces unas 185.000 personas han cruzado Croacia, en su mayoría rumbo a Hungría a bordo de autobuses y trenes.
Hungría se parapeta ante el flujo humano desde Croacia
El Gobierno ha levantado vallas en el sureste del país desde 2015 para evitar el paso de los refugiados
A finales del verano de 2015, cuando la crisis migratoria estaba en su apogeo, los países balcánicos por los que refugiados e inmigrantes transitaban en su camino hacia el norte de Europa o Alemania, empezaron, como cuando cae una ficha de dominó, a cerrar sus fronteras. Fue entonces cuando Hungría, gobernada por el nacionalista, xenófobo y eurófobo Víktor Orbán, tomó la decisión de construir una valla para blindarse de los que llegaban.
Primero con Serbia, después con Croacia y, en previsión, también con Rumanía. Desde entonces, este país del Este de Europa, miembro de la UE desde 2004 y acérrimo opositor a la política migratoria común, no ha dejado de alzar barreras. Hace unas semanas comenzó a construir una segunda alambrada, para tapar los resquicios por los que todavía pasan algunos migrantes —Orbán nunca usa la palabra refugiados, aunque quienes arriben lo hagan huyendo de la guerra o la persecución—.
A los muros y las vallas, las autoridades han sumado equipos especiales de la policía para vigilar la zona (como los de la imagen, en Illocska, en la frontera con Croacia). También han creado un cuerpo especial de patrulleros que, uniformados con colores militares, capturan a todo aquel que encuentran.
Vallas y pasos fronterizos cerrados
Ruta de los Balcanes
(2017) Ya sin eufemismos, el ministro de Defensa de Austria, Hans Peter Doskozil, dejó claro que se trata del embrión de una nueva alianza militar para el blindaje de todas las fronteras a lo largo de las diversas variaciones de la Ruta de los Balcanes entre Turquía y el Mediterráneo y el corazón de Europa, la meta apetecida de los inmigrantes ilegales que es la oferta estrella de los traficantes: Alemania y Suecia. Esta alianza militar que se fragua entre miembros de la UE y de la OTAN pero al margen de ellas y con países que no son miembros ni de una ni de la otra como Serbia, busca «cerrar definitivamente la ruta de los Balcanes a la inmigración ilegal y las actividades criminales de los traficantes». Austria ya ha anunciado que cambiará sus leyes para permitir a sus soldados intervenir en otros países, no solo en acciones humanitarias sino también en la protección de fronteras.
El Gobierno de Berlín no participó en la reunión de Viena. Y pudiera ser que le haya gustado esta iniciativa balcánico-mitteleuropea tan poco como a Bruselas. Desde la Comisión, el vicepresidente Frans Timmermans criticó que «ciertos países» consideren que el problema se puede resolver exclusivamente con medidas de control fronterizo. Y lamentó la escasa disposición de general a recibir refugiados. Participaron en el encuentro de Viena ministros de Defensa e Interior de Bulgaria, Croacia, Polonia, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, República Checa, Hungría, Grecia, Austria, Albania, Bosnia- Herzegovina, Macedonia y Montenegro y Serbia. El objetivo declarado de esta alianza militar y policial es la defensa de los países del sudeste europeo ante la amenaza de la inmigración masiva desde Oriente Medio y el Mediterráneo. Antes de abril habrá sido establecido el mecanismo de coordinación entre los estados mayores de los ejércitos de los países implicados. En los próximos meses se hará una evaluación urgente de las necesidades en las diversas fronteras susceptibles de ser utilizadas por los traficantes o los movimientos incontrolados de posibles flujos futuros.
Se incluye la ampliación de construcción de vallados allá donde sean necesarios y aún no hayan sido construidos. En el verano de 2015, en plena crisis de refugiados, el Gobierno húngaro de Viktor Orban comenzó con la construcción de las vallas en sus fronteras meridionales, medida unánimemente atacada por otros gobiernos europeos y los medios de comunicación. Llegaron a a tachar de «fascista» y violador masivo de los derechos humanos al Gobierno de Budapest. Lo cierto es que hoy tanto Croacia, Bulgaria, Eslovenia, Macedonia y Austria cuentan ya con vallas similares. Y se prepara la construcción de tramos, también en la frontera de Austria con Italia.
Preocupación por Italia
Los países participantes en la cumbre de Viena se felicitaron de que, tras el caos de 2015, se lograra finalmente «restablecer la ley» y «la vigencia del Estado de Derecho» en los países afectados por aquella masiva e incontrolada violación de su soberanía y control de su territorio. Pero quedó en evidencia que todos cuentan con un nuevo empeoramiento de la situación y quieren tener las fronteras preparadas para cualquier eventualidad. En Austria alarma también la evolución de la situación en Italia. La práctica ahora habitual de los barcos de salvamento de países europeos de llevar a los rescatados a territorio italiano se ha convertido en la mejor publicidad para los traficantes. Estos han logrado que los barcos de las marinas europeas y las ONG hagan su trabajo. Por eso en Viena también se demandó una cumbre sobre la repatriación que encuentra inmensas dificultades tanto por la falta de documentación de muchos como por la negativa de muchos países de origen a recibir a los deportados.
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